Activó el protocolo antipiquetes

Bullrich cortó varias calles con vallas y policías para evitar que la marcha universitaria rodee el Congreso

El Gobierno jugó fuerte para encajonar la marcha federal universitaria frente al edificio del Congreso. Con la intención de que la multitud que esperaba congregarse esta tarde no apareciera en las fotos tan junto al edificio parlamentario, la Casa Rosada desplegó un operativo de seguridad con un sinfín de efectivos y vallas alrededor del Palacio Legislativo. No ocurrió lo mismo en la manifestación de abril pasado, cuando el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich fue sobrepasado totalmente por la cantidad de personas que se movilizaron. Esta vez la ministra no quiso quedar en ridículo, y directamente decidió cortar el paso al tránsito.

El vallado policial se extendió por las arterias aledañas al Congreso, principalmente en el cruce de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia. También estaba cortado el tránsito en el cruce de las calles Yrigoyen y Combate de los Pozos. Además había vallas en Combate de los Pozos y Riobamba, y había posts policiales en Rivadavia y Ayacucho. Las Fuerzas de Seguridad permanecieron dentro del vallado, sin contacto directo con los manifestantes.

“Es una decisión estratégica”, se limitó a responder a elDiarioAR un vocero de Seguridad, que evitó dar detalles sobre la cantidad de efectivos dispuestos en el operativo. En una recorrida por la zona se pudo observar a agentes de la Policía Federal, pero también de la Gendarmería y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Son las fuerzas que habitualmente despliega Bullrich para reprimir cada manifestación. Esta vez la funcionaria buscó cambiar el foco: “Hacemos lo que se llama una zona limpia alrededor del Congreso, es decir que hay una zona cubierta por si cae alguna piedra o algo”, explicó anoche en el canal TN. “Hay una directiva clara: no sobrepasar ni intentar entrar al Congreso. Cuando lo hacen, la policía reacciona, porque queremos orden”, afirmó.

El vallado de la Policía tuvo cierta coordinación con los organizadores de la marcha porque fueron obligados a instalar el escenario en otra ubicación de la plaza frente al Congreso, cuando habitualmente se acomoda con el Palacio Legislativo detrás. Pasadas las 14 ya había banderas y grupos de manifestantes en la plaza, mientras la columna principal de la UBA caminaba desde plaza Houssay por Callao. Se espera que el documento principal de la protesta se lea a las 17.

El Gobierno activó temprano el protocolo antipiquetes con el control de colectivos en el acceso a la Capital Federal para criminalizar la protesta. Según difundieron en Seguridad, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte retuvo dos ómnibus. Uno con 40 personas del Sindicato de Camioneros, que lidera Pablo Moyano, acérrimo enemigo de Javier Milei, y otro con 16 personas de la agrupación kirchnerista La Patria es el Otro. “Ambos sin autorizaciones, sin papeles. Retenidos y trasladados a deposito”, apuntó el ministerio en un parte oficial. También denunció que hubo “llamadas al 134 denunciando irregularidades sobre asistencia a la marcha”, pero no se dieron más precisiones. 

MC/JJD