Todo empezó, o tuvo la primera expresión, en la cumbre del G-20 en Roma donde Alberto Fernández y Jair Bolsonaro, luego de varios episodios de tensión y un posterior periodo de frialdad, se estrecharon las manos por primera vez y se vieron frente a frente. Quedó, aquella noche, el compromiso de volver a verse en Brasilia el 17 de diciembre y, sin que se haya definido, se instaló la posibilidad de una bilateral que, por ahora, no está confirmada.
A dos semanas del encuentro del Mercosur, el primero presencial desde la asunción de Fernández, los presidentes de Argentina y Brasil y, en simultáneo, funcionarios de los dos gobiernos enviaron señales de distensión en lo que definen como “un cambio del clima político” que se expresó en el acuerdo sobre el Arancel Externo y con una nueva tanda de gestos durante la visita que el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz junto al vicejefe de Gabinete Jorge Neme hicieron a Brasil, con el embajador Daniel Scioli como lazarillo.
El raid incluyó encuentros con Bolsonaro, con el ministro de Economía Paulo Guedes, el de Minas y Energía, Bento Albuquerque y Flavio Viana Rocha, secretario de Asuntos Estratégicos de Brasil y un hombre de la mesa chica del bolsonarismo, que operó como enlace con Argentina en medio de los peores momentos de la relación bilateral.
Bolsonaro recibió a Scioli y Beliz en su despacho vestido de piloto porque había participado de una ceremonia por el aniversario de la aviación brasileña y grabó un video de saludos que luego se transmitió en la ceremonia por los 36 años de la firma de la Declaración de Foz de Iguazú que firmaron en 1985 los entonces presidentes José Sarney y Raúl Alfonsín y que fundó las bases de lo que luego sería el Mercosur.
“Somos vecinos y socios”, dijo Bolsonaro en el mensaje y habló de “siempre estaremos juntos”. Más allá de lo protocolar y de los formalismos, refleja un cambio de tono respecto a las tensiones que se vivieron durante los últimos dos años con planteos rayanos en la disolución del bloque común. Fernández, también por video, dijo que “en las buenas y en las malas” Argentina y Brasil deben estar juntos.
Agendas
Beliz, que tiene como interlocutor a Viana Rocha, fue acompañado por Neme, quien como secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería estuvo en las negociaciones del Mercosur durante el tramo más duro del tironeo sobre el arancel externo. Neme, mano derecha de Juan Manzur, participó de las reuniones con Guedes, Viana Rocha y Albuquerque, se reunió además con Teresa Cristina, la ministra de Agricultura de Brasil, a quien invitó a la Argentina. Está pendiente un viaje de Julián Domínguez que estaba agendado pero que el ministro suspendió para abocarse al tema de la carne.
Guedes les planteó a los funcionarios argentinos que Brasil respalda la negociación que Argentina lleva con el FMI, según transmitió Beliz. Guedes había estado, semanas atrás, con el canciller Santiago Cafiero, quien en su primera semana en Cancillería viajó a Brasil para verse con su par de ese país, Carlos Alberto França. En ese encuentro se acordó la “charla informal” entre Fernández y Bolsonaro en Roma.
Quedó, sobre la agenda y las gestualidades, además de la posibilidad de una bilateral en Brasilia el 17 de diciembre, un tema que genera interés en los dos gobiernos y que Scioli presenta como la “mayor obra binacional de la historia”, en referencia a un gasoducto que una Vaca Muerta con el sur de Brasil, tema que empuja el gobierno argentino y que genera “entusiasmo” en el gobierno de Brasil, según fuentes oficiales.
“Acceder al gas natural de Vaca Muerta es prioridad absoluta para Brasil”, le dijo el ministro de Energía, Bento Albuquerque a Beliz, Scioli y Neme, quienes antes con Viana Rocha analizaron ese tema. “Tratamos los detalles de la obra geopolítica estratégica más grande a ser realizada entre los dos países: un gasoducto que generará un gran avance en las exportaciones energéticas hacia Brasil”, comentó Scioli. Guedes, a su vez, habló de la “integración energética” entre Argentina y Brasil.
El tema lo tiene en carpeta el secretario de Energía Darío Martínez, según indican fuentes oficiales. “Está avanzado y hay interés de los dos gobiernos”.
La comitiva argentina regresó la noche del miércoles luego de un encuentro en la embajada argentina, un evento variopinto organizado por Scioli. “Un público selecto que solamente puede reunir un embajador como Scioli, de enorme capacidad de trabajo e inteligencia política”, elogió Neme el despliegue del embajador.
PI