Hubo un tiempo en el que los candidatos ofrecían sus conferencias de prensa en su sede partidaria o en un comité de campaña, en el Tortoni o en algún salón de la Legislatura por la que estuvieran de paso. De lo que no debe haber registro -hasta ahora- es de un candidato a presidente hablando en una compañía de Bolsa y broker. En su primera conferencia de prensa en lo que va de la campaña presidencial, Javier Milei respondió preguntas de los trabajadores de prensa en una financiera. La locación es significativa: Milei iba a responder la denuncia penal por “intimidación pública” que le hiciera ayer el presidente Alberto Fernández luego de que el candidato desaconsejara ahorrar en pesos. Dijo, también, que la moneda nacional “no vale ni excremento”. Hubo consecuencias. El dólar ilegal cerró, el martes, en $1.010, después de haber llegado a un pico de $1.050 durante el día.
En el octavo y noveno piso del edificio Fortabat, en Retiro, funciona Bull Market, la empresa que es, a su vez, la base de operaciones de Ramiro Marra, postulante a jefe de Gobierno porteño. Marra, sobre el que también cae la denuncia de Alberto Fernández, acompañó a Milei durante la conferencia de prensa. Se sentó a su izquierda. A la misma mesa se sentó el candidato a diputado provincial y director de comunicación digital de La Libertad Avanza, Agustín Romo: también denunciado. Romo es parte del equipo que hace base en Bull Market, como tantos otros militantes de LLA. La Agrupación Enlaces, por ejemplo. La conferencia de prensa, toda una novedad en la lógica del espacio comandado por Milei, se organizó en una hora y media.
Basta un viaje breve de ascensor para llegar a la oficina donde Marra apila latas de atún, su manera de “ganarle a la inflación”. El piso alfombrado, la vista al Río de la Plata, una sala de reuniones cuya pared del fondo está ploteada de punta a punta con la imagen del toro de Wall Street. El candidato a jefe de Gobierno porteño fue director de la financiera fundada por su padre Daniel hasta mediados de agosto, cuando decidió dedicarse de lleno a la campaña. Su madre, profesora de Historia, es dueña del dominio DolarHoy, el sitio de referencia para cotizar los distintos tipos de dólar que existen en la Argentina.
El viernes pasado hubo en las mismas oficinas en las que Milei salió a responderle al presidente una presentación a cargo de Mauro Mazza, del área de research de la compañía de Bolsa y broker de la familia Marra. En su edición del domingo, Clarín publicó que en Bull Market pronostican una hiperinflación si gana Milei: inflación mensual de 50% y un dólar a $1.400. El plan económico de Milei es dolarizar la economía argentina. Lo repite desde que era apenas un panelista de televisión. Refuerza, cuando puede, su objetivo: “Cuanto más alto el dólar, más fácil dolarizar”. Ayer en la conferencia de prensa, una periodista consultó al candidato cuáles son los plazos concretos para avanzar con su plan de dolarización: “Más cerca de los nueve meses que de los 24”, aseguró el candidato si asumiera la presidencia.
La candidata a gobernadora por la provincia de Buenos Aires, Carolina Píparo, acompañó a los candidatos denunciados. Entró a la sala detrás de Milei pero no habló. Milei abrió la conferencia leyendo un texto. Dijo que el “kirchnerismo está intentando ensuciar el proceso electoral o incluso proscribir a la fuerza política más votada de las elecciones de agosto porque sabe que estamos a poco puntos de ganar en octubre y terminar con su gobierno de delincuentes para siempre”. Así se desentendió de la corrida cambiaria del martes. “Esto no tiene nada que ver con nosotros y la historia monetaria argentina es prueba de ello”, dijo.
A todo esto, Alberto Fernández parece un Pato Criollo. O alguien que quiere retirarse con malicia. Consigna esta nota de La Nación que al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, no le avisaron que el Presidente iba a denunciar por “intimidación pública” a Milei. El ministro de Economía habría hablado con Fernández en la tarde de ayer para comunicarle su malestar. Según el mismo artículo, Alberto le dijo a Massa que se quedara tranquilo, que igual él iba a ganar. ¿Bendición o mufa? Hay que esperar.
VDM/DTC