La CGT convocó hoy a un paro nacional el 10 de abril próximo, en lo que será la tercera huelga general durante el gobierno de Javier Milei.
La central obrera también definió movilizarse el 24 de Marzo por el Día de la Memoria; participar de la marcha de los jubilados del miércoles 9 de abril y, finalmente, concretar el paro el jueves 10 del mismo mes. También resolvió movilizar en conmemoración del Día del Trabajador el 1 de mayo.
“Queremos transmitirle al pueblo argentino que confirmamos los rumores sobre el paro para el 10 de abril”, dijo Héctor Daer, titular de la central obrera. “Habrá una acción sindical de 36 horas, comenzando con movilizaciones a partir del día 9 de abril al mediodía, y a partir de las 00 hs del día 10 un paro de 24 horas”.
“Damos nuestro apoyo y acompañamiento a la familia de Pablo Grillo, brutalmente agredido por las fuerzas de seguridad federales”, añadió.
Se suman los colectiveros
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó hoy que los colectiveros se sumarán al paro general que la CGT realizará el 10 de abril próximo.
“La UTA apoya lo que propuso la CGT para el paro general porque no se sostiene más la falacia oficial con respecto a una inflación que no existe; hoy por hoy la canasta básica de una familia tipo está en no menos de 2 millones, hay un aumento de inflación interanual de un 15 por ciento”, sostuvo Gabriel Gusso, secretario gremial de la UTA, en declaraciones a la Agencia Noticias Argentinas.
Para el dirigente sindical, “el Gobierno busca que los salarios de los trabajadores vayan por debajo de la inflación, lo mismo que está haciendo con los jubilados, a los que además les sacó los remedios”.
Gusso sostuvo que “hay un ataque contra el trabajador y un financiamiento que el Gobierno está haciendo a costillas del ciudadano, y que no tiene límites. No se puede vivir de esta manera y no te dan los números”, añadió.
El Gobierno busca desactivar la medida de fuerza
Mientras tanto, el Gobierno se alista para retomar contacto con los referentes dialoguistas de la CGT para desactivar la medida de fuerza.
El designado por el Ejecutivo para llevar adelante esa hazaña es el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de perfil moderado y el funcionario con mejor relación con las entidades gremiales.
En esta oportunidad, Francos deberá levantar el teléfono o abandonar la comodidad de su despacho en Casa Rosada para abrir un nuevo canal de diálogo con los interlocutores del sindicalismo para acercar posturas.
Ante ese escenario, los referentes Daer (Sanidad) y Gerardo Martínez (UOCRA) aparecen en el listado como los más permeables a las conexiones con el Gobierno.
En Balcarce 50 consideran que el desafío que deberá afrontar Francos configura “una tarea difícil”, e incluso ven poco probable la posibilidad doblegar la voluntad de la central. “Vamos a intentar convencerlos esta semana que viene, pero no creemos que sea factible conseguir la postergación”, sostuvo una importante fuente de Gobierno.
Pese a los esfuerzos para aceitar el ida y vuelta con los gremialistas, en el entorno del presidente Javier Milei aseguran que la huelga responde a un “movimiento político” que adoptó la central de manera forzada a raíz de las protestas en favor de los jubilados que tuvieron lugar durante los últimos dos miércoles.
“Es una sobrerreacción. Estuvieron compelidos”, definió un funcionario ante esta agencia y agregó: “Han tomado una decisión producto de las circunstancias y es complejo que den un paso atrás”.
Sin embargo, el Gobierno utilizará los días que le quedan al mes de marzo y los instrumentos que estén al alcance para evitar el paro general del 10 de abril, el tercero contra la administración libertaria después de las huelgas del 24 de enero y el 9 de mayo de 2024.
En las filas libertarias creen que la inflexibilidad de la CGT responde a la presión de convocar a huelga que surgió tras los episodios de violencia en las inmediaciones del Congreso y que dejaron el saldo de más de 20 heridos, entre ellos el fotoperiodista Pablo Grillo.
A tono, el vocero presidencial, Manuel Adorni, rechazó hoy la convocatoria a la medida al sostener que se trata de paros “para defender intereses propios” y que están organizados “para dañar al Gobierno”. “Estos paros son para defender intereses propios, acá no hay nada que amerite un paro”, sostuvo en conferencia de prensa, y sumó: “Lo quieren hacer para dañar al Gobierno”.
Con información de la agencia NA