Daniel Scioli conversó este miércoles durante media hora con Jair Bolsonaro en el Planalto, la sede del Gobierno de Brasil. Para el encuentro, con fotos y regalo incluido, se anudaron una sucesión de oportunas causalidades y desencuentros: el embajador argentino tenía agendada una cita con el secretario de Asuntos Estratégicos, Flavio Viana Rocha, 24 horas después del cortocircuito por la compra de trigo, en coincidencia, además, con el cumpleaños 64 del exgobernador bonaerense.
Con Rocha, una figura clave en la atmósfera Bolsonaro, Scioli construyó el vínculo y la empatía que permitió, por caso, que en diciembre pasado se produjera el primer diálogo bilateral entre los presidentes, tras un año de gestión de Alberto Fernández en Casa Rosada. Fue Rocha, que tiene su oficina a metros del despacho presidencial, quien ahora facilitó la charla de este miércoles y es, además, el que trabaja junto a Scioli para concretar una mega cumbre presidencial y empresaria en San Pablo en el mes de marzo.
“Estamos trabajando con el objetivo de que haya un encuentro muy grande en San Pablo, del que participen empresarios argentinos y brasileros para reforzar los lazos comerciales, y tenemos la intención de que en el cierre del encuentro estén los dos presidentes”, le dijo Scioli a elDiarioAR.
- ¿Fecha tentativa?
- Estamos trabajando para que sea en marzo, pero dependerá de la pandemia y de la vacuna. Queremos que sea presencial, no remota.
El 26 de marzo próximo se cumplen 30 años desde la formación del Mercosur.
La recepción, informal, pero de simbolismo político, de Bolsonaro a Scioli ocurrió en medio de un chispazo entre ambos países a raíz de un equivoco. Un decreto del gobierno brasileño habilitó un cupo de 750 mil toneladas anuales para la compra de trigo a arancel 0, condición exclusiva para los socios del Mercosur.
Hubo una protesta argentina, que Scioli hizo a través de su cuenta de Twitter, y luego hubo aclaraciones por vía diplomática. Una puntual: el Planalto firmó una resolución que formaliza una medida que está vigente y es aceptada internamente en el Mercosur en el 2009.
- ¿Qué pasó con el cortocircuito por el cupo para la compra de trigo fuera del Mercosur?
- Lo más importante es que la exportaciones de trigo argentino a Brasil no se verán afectadas. Ése fue el compromiso del presidente Bolsonaro, que me informó que su país va a comprar el trigo que argentina tenga disponible.
- Pero frente al decreto 10.557, usted expresó preocupación.
- Sí. Expresé mi preocupación con Itamaraty y me dieron las respuestas que hoy reforzó el presidente Bolsonaro. Nuestra preocupación fue que convertían en permanente una medida que era excepcional, pero en verdad, venía funcionando así desde hace años. Fue una medida formal por un compromiso tomado por Brasil ante la Organización Mundial del Comercio. Se aclaró, hubo conversaciones por la vía diplomática y el mensaje del preisdente Bolsonaro suma tranquilidad.
- ¿Qué le dijo Boslonaro?
- Que Argentina se puede quedar tranquila porque nuestras exportaciones de trigo no se van a ver afectadas. Eso es muy importante porque son más de 5 mil millones de toneladas anuales. Es el producto que más exporta nuestro país. Y volvió a manifestar su decisión de profundizar la integración.
A la misma hora, en Buenos Aires, el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, recibió al nuevo embajador de Brasil en Argentina, Reinaldo José de Almeida Salgado, para “cerrar” el entredicho, equívoco mediante, por el trigo en el marco de una conversación formal.
Salgado, al igual que Bolsonaro, explicó que la aplicación del arancel del 0% a la importación de trigo tiene por finalidad dar cumplimiento a los compromisos asumidos por Brasil en el marco multilateral de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que se encuadra en la normativa del MERCOSUR.
La compra de trigo argentino es fundamental para el alimento cotidiano de los brasileños, ya que su país no produce el cereal, insumo básico del pan. La escasez lleva a Brasil a ser uno de los principales importadores de un producto que tiene como exportadores centrales a Argentina, Ucrania, Estados Unidos y Francia, aunque este país compite menos por la afección de un hongo.
Regalo
Según Scioli, el encuentro con Bolsonaro fue “espontáneo” porque el presidente se enteró de su cumpleaños cuando estaba reunido con Rocha y lo mandó a llamar con el personal de Ceremonial. En su oficina, el presidente brasileño estaba con parte de su equipo de colaboradores, entre ellos el secretario de Gobierno, el general Luiz Eduardo Ramos.
El embajador argentino recibió una cachaça —un destilado de caña de azucar— y fuera de la charla “oficial” sobre temas bilaterales, hubo un inevitable capítulo futbolístico porque Bolsonaro es hincha de Palmeiras, el equipo que eliminó a River de la Copa Libertadores el martes por la noche. “Jugamos como Brasil en al semifinal con Alemania”, bromeó el presidente de Brasil.
PI