Mientras el Gobierno nacional anuncia el refuerzo de las fuerzas armadas para intensificar los operativos de seguridad en Rosario, cuatro crímenes impactaron la ciudad santafesina, generaron el repudio de todo el país y por estas horas se viven momentos de terror, con suspensión de transportes públicos, clases y otros servicios, en medio de la decisión del Ejecutivo provincial que comanda Maximiliano Pullaro de combatir a fondo la presencia del narcotráfico en los centros penitenciarios, días después de difundir imágenes de presos al estilo de Nayib Bukele en El Salvador.
Los asesinatos del playero Bruno Bussanich, el colectivero Marcos Daloia y los taxistas Diego Celentano y Héctor Figueroa, generaron la reacción del gobierno nacional y la promesa de la miniustra de Serguridad, Patrcia Bullrich, de tomar “el total y absoluto control del territorio en la investigación, la inteligencia criminal. No podemos tener gente dando vuelta y decir que ya los tenemos. La tarea fundamental que tenemos que hacer es cercar. Controlar el territorio para que la sociedad se sienta segura”, indicó la funcionaria.
Uno a uno, quiénes son los asesinados en la última semana
Héctor Figueroa, taxista de 40 años
En el inicio de esta seguidilla de crímenes que conmovieron a Rosario, un taxista fue asesinado el martes 5 de dos balazos en la cabeza en el barrio Tiro Suizo de la ciudad.
El hecho ocurrió alrededor de las 23, en Flammarión y Lamadrid del mencionado barrio rosarino y las primeras informaciones señalaban que el chofer llegó hasta ese lugar con el atacante como pasajero, mientras que otra de las hipótesis que manejaban los investigadores es que el taxista habría arribado al lugar con un pasajero y ahí fue interceptado por el asesino, pero no se detectaron faltantes de un eventual robo.
En tanto, se indicó que la víctima, identificada como Héctor Figueroa, de 40 años, conducía un Fiat Cronos, recibió al menos dos disparos en la cabeza y el asesino se dio a la fuga de inmediato. Al arribar los efectivos al lugar, el taxista ya había fallecido y, junto al cuerpo, encontraron el teléfono del hombre y la recaudación, mientras que personal de la Policía de Investigaciones (PDI), por orden del fiscal de Homicidios en turno, procedió al relevamiento del lugar del hecho.
Si bien se recabaron testimonios de vecinos que estaban conmocionados por el crimen, no trascendió la mecánica del asesinato, aunque se presume que el autor habría actuado solo, por lo cual se relevaron las cámaras de videovigilancia de las inmediaciones, tanto públicas como privadas, para intentar identificar al homicida y conocer su ruta de escape.
Diego Alejandro Celentano, taxista de 33 años
El crimen de un taxista de 33 años fue el segundo que conmocionó la ciudad santafecina de Rosario el pasado miércoles debido a que para cometer el homicidio, los agresores utilizaron la misma modalidad que en el crimen del día anterior, un disparo en la cabeza
Según informaron los medios rosarinos, la víctima fue identificada como Diego Alejandro Celentano, de 32 años, quien fue hallado en el interior del vehículo, con al menos un disparo en la cabeza en Marcelo T. de Alvear y Garmendia, en las inmediaciones del parque Regional Sur y de las piletas de El Saladillo en la zona sur de la ciudad.
La modalidad del homicidio es idéntica a la empleada la noche anterior, cuando fue asesinado Héctor Raúl Figueroa y, según se indicó, los agresores de Celentano también fueron dos y en ambos casos la Policía halló una zapatilla abandonada, por lo cual no se descarta que sea un mensaje mafioso dejado por los autores de los disparos.
En el lugar del crimen de Celentano se halló además una nota con un mensaje intimidatorio escrita sobre un cartón, pero no trascendió el contenido del texto y los investigadores no confirmaron que en este caso se hayan usado balas de la policía como en el de Figueroa.
Si bien no se descarta ninguna hipótesis, fuentes vinculadas a la policía destacaron el hecho de que tanto Celentano como Figueroa trabajaban para la misma empresa, Radio Taxis Sur. No obstante, desde el Sindicato de Peones de Taxis se insistió en que los homicidios, que tienen un claro sello sicario, son una reacción de las medidas que tomó el gobierno de Santa Fe con los presos de alto perfil en las cárceles de la provincia.
Este jueves, en declaraciones al programa “El primero de la mañana”, de LT8, el titular de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), José Iantosca, señaló: “Me parece que nos están usando de señuelo, somos fáciles de cazar. Esto ya parecen golpes terroristas. Hoy tenés que ser suicida para salir a trabajar de noche”.
Según informó La Capital, Iantosca destacó que el crimen de Celentano tuvo similares características al de Figueroa: “Fue un viaje, esta vez pedido por WhatsApp y, a unos metros de llegar al lugar solicitado, asesinaron al compañero y dejaron una zapatilla de seña, al igual que el crimen anterior. Otra vez no hubo intento de robo, todo estaba allí”.
Marcos Daloia, colectivero de 39 años
El colectivero de la Línea K atacado a balazos en Rosario falleció este domingo tras permanecer herido en grave estado desde el jueves pasado.
Se trata de Marcos Daloia, de 39 años, quien estaba internado en el Hospital Emergencias Clemente Álvarez (Heca) producto del estado crítico en que fue internado poco después del hecho.
La directora de ese centro asistencial, Andrea Becherucci, confirmó el deceso.
De esta manera, Daloia es el cuarto trabajador asesinado por un ataque narco durante los últimos días, tras los homicidios de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, y del playero de la estación de servicio Puma este sábado.
El colectivero había ingresado al HECA con un paro cardiorrespiratorio y fue operado de urgencia, con un orificio de entrada en la región preauricular derecha y una lesión a partir de la primera y segunda vértebra cervical. Este sábado permanecía en estado crítico.
El trabajador había sido atacado a balazos entre las calles México y Mendoza por un sicario, quien a corta distancia le disparó en dos oportunidades. Tras el hecho, el agresor se escapó en una moto junto a un cómplice.
El viernes por la tarde, alrededor de una veintena de personas fueron detenidas por su presunta vinculación con el asesinato de dos taxistas y del chofer.
Luego de varios allanamientos realizados en distintos puntos de la ciudad, las autoridades confirmaron que unos 20 sospechosos fueron arrestados, al igual que un menor de edad.
Todos tendrían algún vínculo con los crímenes de los taxistas Celentano y Figueroa, ambos asesinados con menos de 24 horas de diferencia.
En tanto, 11 de los detenidos habrían tenido alguna conexión con el crimen de Daloia.
Los allanamientos y detenciones fueron ordenados por un equipo de fiscales, encabezado por María Eugenia Iribarren, a cargo de la unidad regional.
Bruno Bussanich, playero de estación de servicio de 25 años
La ciudad santafesina de Rosario volvió a estar marcada por una historia sangrienta con el sello de sicarios. En las últimas horas se conoció que Bruno Bussanich, un joven playero de una estación de servicio de 25 años, fue asesinado.
Se trata de un hombre que era padre de un niño de 2 años. Fanático del fútbol e hincha de Rosario Central, trabajaba atendiendo al público en una estación de servicio de Rosario, que se encuentra en la calle Mendoza.
Puntualmente, el sábado estaba cumpliendo su turno en los surtidores antes de ser asesinado por sicarios que le efectuaron tres balazos tras entrar a la oficina en la que se encontraba.
En su perfil de LinkedIn, Bruno se mostraba dispuesto a cambiar de empleo, más precisamente como técnico de mantenimiento, técnico electromecánico, oficial técnico o analista de calidad.
Antes de trabajar en la estación de servicio había sido telemarketer en una empresa de call center, estuvo dos años y medio en una gomería, en un lubricentro por un año y auxiliar mecánico en un taller de máquinas.
“Estoy preparado para realizar todo tipo de tareas del área técnica, esto abarca desde interpretar y/o realizar planos, hasta utilizar un torno o una fresadora (computarizados o no). Me gusta el trabajo en equipo, mi objetivo es adquirir experiencia para formarme como profesional”, señalaba en su cuenta.
El joven se había formado en la EETP Nº 466 (Ex Escuela Técnica Nº4) y se presentaba como un líder y negociador, como así también bueno para gestionar y motivar equipos.
Luego de cometer el asesinato, los sicarios dejaron una amenaza para el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el ministro de Seguridad local, Pablo Cococcioni. “Vamos a matar más inocentes”, rezaba el mensaje.
“Esta guerra no es por el territorio, es contra Pullaro y Cococcioni”, apuntaron. “Así como nosotros llegamos a 300 muertos, estando unidos vamos a matar a más inocentes por año”, continuaron.
“Nosotros no queremos celulares, queremos nuestros derechos ver a nuestros hijos y familia y se respeten. No queremos negociar nada, queremos nuestros derechos. Esto para todos los presos, pabellones y cárcel”, agregaron, en relación a que Pullaro incrementó en su gestión el control en los penales.
Con información de agencias.
IG