La provincia de Buenos Aires comienza a estar, a medida que pasan los meses, en el centro de todas las miradas. Los estrategas de La Libertad Avanza, con Karina Milei a la cabeza, evalúan las tácticas a desplegar en territorio bonaerense para llegar bien parados a las legislativas de 2025, todavía a la espera de alcanzar el sello que les permita convertirse en una opción electoral. Sin embargo, no todo parece ser tan lineal. Antes que lo estrictamente partidario están los pactos de gobernabilidad. Y quien más atento parece estar a esa dinámica es el asesor presidencial Santiago Caputo.
En las últimas semanas, el rol del hombre de mayor confianza de Javier Milei dejó de ser únicamente el de pensar la estrategia comunicacional del Gobierno. En línea con su ascendente poder, pasó a erigirse como un interlocutor asiduo de los intendentes de la provincia de Buenos Aires. Esos movimientos encendieron alarmas en el entorno del principal armador bonaerense Sebastián Pareja. Cerca del subsecretario de Integración Socio-Urbana sospechan, por lo bajo, que el influyente asesor todoterreno está más preocupado en pactar con la “casta” que en construir una opción libertaria lo más “pura” posible de cara al año que viene.
En el “parejismo” leen la jugada de Caputo como un “puenteo” a las tratativas formales con el gobernador Axel Kicillof, que comenzaron con la reciente visita a Balcarce 50 del ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco. La mano derecha del mandatario peronista fue recibido el pasado 7 de agosto por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y por el propio armador libertario. Ambos mantuvieron una reunión en la que no se pactó el traspaso de la obra pública de Nación a la Provincia, como ocurrió con la mayoría de los gobernadores. El planteo se centró, en cambio, en el reclamo por los recursos adeudados, que, según apuntan desde el entorno de Kicillof, ascienden a unos 6,3 billones de pesos.
Sin embargo, pese a la coincidencia del gobernador bonaerense y el Gobierno en crear una mesa de diálogo para terminar los proyectos de infraestructura pendientes, fueron los propios intendentes los que, en las últimas semanas, comenzaron unilateralmente a negociar con Francos la entrega de obras a sus respectivos municipios, sin esperar a que se resuelva el reclamo por los fondos necesarios para poder terminarlas.
El primero en avanzar en esa línea fue un dirigente peronista cercano a Kicillof: el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, quien sorprendió en mayo cuando se lo vio en Casa Rosada junto al ministro de Obra Pública bonaerense, Gabriel Katopodis. Delegados del PJ en la tercera sección electoral desfilaron por el Palacio de Hacienda para reunirse con el secretario de Obras Públicas, Luis Enrique Giovine, y tras varias conversaciones, aceptaron hacerse cargo de un total de 26 proyectos que ya están iniciados.
Según pudo saber elDiarioAR, otros intendentes que al igual que Cascallares están cerca de llegar un acuerdo con la administración libertaria son los jefes comunales de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y de San Isidro, Ramón Lanús, ambos de Juntos por el Cambio. Algunos referentes del conurbano consideran que la posición de Kicillof no tiene por qué ser un impedimento para que puedan reanudarse las obras en sus municipios, que están hasta el momento en manos de las autoridades nacionales y frenadas desde el comienzo de la gestión libertaria
No voy en tren
Una de las reuniones de Santiago Caputo que más llamó la atención fue la que el asesor presidencial protagonizó a finales de julio con el exintendente de San Miguel, Joaquín de la Torre. La visita se dio luego de que hace más de un mes su hermano Pablo fuera echado de la Secretaría de Niñez y Familia del Ministerio de Capital Humano, en medio de la polémica que se desató en la cartera comandada por Sandra Pettovello por los alimentos almacenados que no fueron distribuidos. En el Gobierno aseguran que el senador bonaerense, un aliado “en las sombras” de La Libertad Avanza desde sus orígenes, tiene una “muy buena” relación con Caputo, con quien sostendría un diálogo fluido sobre la marcha de la gestión.
De acuerdo a lo que trascendió de aquella reunión, Caputo y De la Torre hablaron por más de una hora sobre “política en general”. Pero no deja de generar suspicacias que el cónclave haya coincidido con un hecho de relevancia ocurrido pocos días después y que involucró directamente al municipio de San Miguel, donde los De la Torre pisan fuerte: la remoción del massista Adrián Luque de la presidencia de Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE).
Proveniente de la gestión anterior, Luque había alertado acerca de los efectos del ajuste total implementado sobre el mantenimiento e inversión en ferrocarriles, sobre todo tras el choque de dos formaciones del tren San Martín sobre el viaducto Palermo que tuvo lugar en mayo. El ahora exfuncionario fue gerente de Asuntos Legales de la gestión del massista Martín Marinucci al frente de la empresa estatal. Llegó a ese cargo por su trayectoria en el peronismo de San Miguel, donde en 2017 se postuló para ocupar una banca en el Concejo Deliberante con la boleta del Frente Renovador.
Las versiones son insistentes: Luque habría alcanzado la titularidad de Trenes Argentinos gracias a su cercanía con el diputado provincial bonaerense, Agustín Romo, figura de peso dentro del universo de Santiago Caputo. Su padre, Carlos, es concejal en San Miguel y vota siempre junto al bloque oficialista, cuyo jefe político es, sin ir más lejos, Joaquín De La Torre. Sin embargo, para entender el rol que ocupó Luque hasta hace un mes, hay que remontarse a la amistad histórica de Carlos Romo con otra figura clave de esta historia: Fabián Carballo, padrino de nacimiento de Agustín, que hoy es coordinador de La Libertad Avanza en José C. Paz, distrito vecino a San Miguel.
De larga militancia en el Frente Renovador, a instancias de los Romo, Carballo habría acordado el ascenso de Luque a la presidencia de Trenes Argentinos con el exjefe de Gabinete Nicolás Posse, cuando este aún tenía competencia sobre el área. A lo largo de estos meses, de acuerdo a lo indagado por elDiarioAR, el ahora exfuncionario se dedicó a firmar alrededor de 30 contratos de incorporaciones a Ferrocarriles, entre los que sobresale tanto el del propio Romo padre como el del excandidato a intendente libertario de San Miguel, Agustín Puiggari, actual integrante del directorio de la empresa.
¿Eran acaso los Ferrocarriles el principal sustento económico del armado político con el que Agustín Romo sueña con disputarle el poder al intendente Jaime Méndez en 2027? La caída en desgracia de Luque representa la pérdida de un importante soldado en esa cruzada y le da aire a De la Torre, que astutamente intenta hacer pie en el nuevo escenario. Esta semana, Romo se convirtió en el flamante presidente del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados de la Legislatura bonaerense, gracias a una jugada que lleva el sello de Santiago Caputo: el nombramiento del ahora exdiputado provincial Nahuel Sotelo como secretario de Culto.
Ñoquis alla libertaria
Otro municipio cruzado por la polémica es Ituzaingó. Este territorio, ubicado al oeste del conurbano bonaerense, hace casi tres décadas que es gobernado por la familia Descalzo: primero por Alberto, que accedió al poder en 1995, y desde diciembre pasado por uno de sus hijos, Pablo. Un núcleo de poder que, pese a autopercibirse peronista, nunca dejó de mantener nexos subterráneos con cada uno de los gobiernos de turno. Y La Libertad Avanza no podía ser la excepción.
Un botón de muestra basta para graficar la buena vecindad que mantiene la Casa Rosada con uno de los últimos “barones” de la provincia de Buenos Aires. Según información a la que pudo acceder elDiarioAR, el gobierno de Milei, a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), acaba de extenderle el contrato a otro de los hijos de Alberto Descalzo, Juan Cruz. Se trata del actual secretario de Desarrollo Humano y Relaciones con la Comunidad de Ituzaingó, quien cobra a través del organismo previsional, pero “presta servicio” en el municipio, cuya sede central es a solo una cuadra de las oficinas de la Anses.
En diciembre, una semana antes de la asunción de La Libertad Avanza al frente del poder, Descalzo logró renovar su “comisión” otros 180 días. Sin embargo, en julio, debió volver a solicitar una extensión. “Pablo va a hablar con Francos y ahí arregla todo”, se le escuchó comentar en los pasillos de la municipalidad, justo cuando se acercaba la fecha del nuevo vencimiento. Pocas semanas más tarde, más precisamente el 24 de julio, llegó la resolución oficial, con la firma ni más ni menos que del director general de la Anses, Mariano de los Heros.
“Es un documento que no tiene por qué estar rubricado por la máxima autoridad del organismo”, desliza, suspicazmente, un conocedor de los funcionamientos de la administración pública. Hace tiempo se sabe que De los Heros es un funcionario que no tiene voz ni voto en la confección de los lineamientos políticos de la Anses. Ese rol lo ocuparía, en realidad, una figura clave en el firmamento libertario: Eduardo “Lule” Menem, mano derecha de Karina Milei en el armado de La Libertad Avanza a nivel nacional. elDiarioAR intentó comunicarse con el subsecretario de Gestión Institucional de la Secretaría de la Presidencia, pero no obtuvo respuesta.
Juan Cruz Descalzo comenzó a trabajar para la Anses en septiembre de 2005, cuando ingresó como administrativo en la Unidad de Atención Integral (UDAI) de Ituzaingó. Luego de una sucesión de ascensos, arribó al máximo cargo delegacional del organismo en 2009, cuando fue nombrado jefe de esa dependencia, cargo que ostentó hasta 2015. Hoy, en la UDAI local también trabaja su esposa, además de las dos hermanas de ella. Es decir, las tres cuñadas del actual intendente Pablo Descalzo. La “casta” está en orden.
PL/DTC