Omar Perotti viajó el martes a la noche a CABA. Tuvo charlas esa misma noche y pasó varias horas el miércoles en Casa Rosada, mientras Alberto Fernández y Santiago Cafiero, con oficinas contiguas, saltaban de un despacho a otro, con un mapeo de los armados en el país, entre los que Santa Fe figura marcada en rojo. Hay, al menos, tres motivos que explican que el Presidente mide esa provincia con especial atención.
Uno. Santa Fe es el segundo territorio más poblado e importante que gobierna el peronismo, luego de la provincia de Buenos Aires. Dos. Un buen resultado puede ser determinante en la lectura simbólica del resultado naconal de noviembre, cuando se da por hecho que el FdT sufrirá derrotas en Córdoba y Mendoza. Tres. Como en el ring bonaerense, en Santa Fe hay un pulseo político interno entre los Fernández con Perotti como tercer duelista.
El gobernador llegó a Rosada, donde se vio con Eduardo “Wado” De Pedro, con un manojo de números en la mano, un insumo “científico” para poner en la mesa de negociación. Es un estudio de la consultora ARESCO que refleja diferencias fuertes en la imagen entre Perotti, el Presidente y la vice. La imagen positiva-regular del primero es de 64,9%, la de Fernández 44,3% y la de Cristina, 33,4%. La negativa es un espejo invertido: 33,9 para Perotti; 55,7% para Fernández y 66,1% para la vice.
El gobernador sostiene con ese informe que el mejor candidato es el que tenga su identidad. “Hay candidatos que vistos desde Buenos Aires tienen una lógica distinta a lo que piensa la gente de la provincia. Hay buenos candidatos para la mirada porteña que no garantizan el triunfo en Santa Fe. El gobernador es el que mejor mide y solo su candidato puede dar pelea para ganar”, apuntó a a elDiarioAR un entornista de Perotti.
Blanden otro cuadro: uno que indica que el 53% prefiere que el candidato sea cercano a Perotti, un 20% a Fernández y el 13% a Cristina. Con ese argumento, el gobernador anula los dos nombres que proponen los Fernández: Agustín Rossi, arrimado por el Presidente, y María de los Ángeles Sacnun, actual senadora, y referenciada en Cristina. Hace tiempo, en Rosada circula el nombre de Rossi como posible candidato en Santa Fe pero siempre se leyó en clave de que Perotti no forzaría la negociación porque su candidato, Roberto Mirabella, no tiene volumen, según los datos que muestran en el Gobierno. Una medición que está en la mesa de Fernández y Cafiero refleja que Rossi supera 65 a 35 a Mirabella, y medidos como candidatos y marcas, está parejo con JxC.
Hace un mes, desde el FdT se sugirió el escenario de una PASO peronista. La carta sigue en la baraja ante la imposibilidad de un acuerdo. El argumento a favor es que el PJ santafesino tiene una larga historia de primarias. Pero esas ocurrieron cuando no era gobierno y hay una regla, no escrita pero vigente, de que no se habilitan internas en territorios que gobierna el peronismo.
Avanzada la oferta Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollan en provincia de Buenos Aires, el formato de candidatos soft para una campaña donde los protagonistas serán los Fernández y Axel Kicillof, Perotti propone el mismo esquema: que el candidato tenga su sello y sea él el que se ponga al frente de la campaña. En Rosada plantean, sin embargo, que medido por candidatos Rossi es mucho mejor que Mirabella, y que tiene más volumen para ponerse al hombro una campaña.
El tercer elemento es Cristina, como guardiana del Senado. En 2021, el Frente de Todos pone en riesgo quince bancas de las 41 que tiene. Por Santa Fe arriesga dos que, con las proyecciones actuales, parece difícil de repetir. Lo mismo para Corrientes donde renueva 2 -lograría 1- y Chubut donde renueva 3 -conseguiría 2-. La foto actual, según los números que miran en Casa Rosada, sugiere que se podría perder también la banca por Córdoba. “Cristina sigue con atención los cierres en las provincias donde se eligen senadores. No hay preocupación, está atenta”, apunta un colaborador de la vice. Si pierde cuatro, queda al borde del quórum que es, además, gracias a alianzas -como la que tiene con Adolfo Rodríguez Saá- cuya solidez no fue, hasta acá, sometida a examen.
Posiciones
Los números que muestra Perotti, que surgen de la encuesta de ARESCO, sugieren que ningún candidato identificado con Cristina o con Alberto puede ganar la elección. Enfrente, además, el acuerdo entre un sector importante de la UCR y el PRO le da volumen a Juntos por el Cambio (JxC) que se prepara para una PASO múltiple, mientras que el socialismo postula a Clara García, de Miguel Lifschitz, una dirigente histórica y pareja del fallecido ex gobernador.
En la temida franja amarilla que mostró el mapa de la general del 2019, que arranca en Mendoza y termina en Entre Ríos, abarcando Córdoba, San Luis, CABA y Santa Fe, la provincia que gobierna Perotti puede tener mucho peso simbólico. Un tercer lugar podría ser catastrófico -implicaría, además, perder dos senadores- también para la proyección del PJ para el 2023 en una provincia donde no existe la reelección de gobernador.
Pero, además, juegan recelos y disputas. El expediente Vicentin tensó la relación entre el Presidente y el gobernador, no solo por la medida sino porque no hubo consulta ni aviso por parte de Fernández. Eso, al final, fue casi un salvoconducto para que Perotti se despegue de esa decisión que generó una crisis en la provincia. Las medidas respecto al campo, con el peso de ese sector en la provincia, también generaron tensiones.
Hace un mes, Perotti hizo un viaje a Buenos Aires para verse a solas con Fernández en Olivos y trasmitirle que el lanzamiento de Hacemos Santa Fe, un espacio perottista con que se anotaron muchas listas para las elecciones municipales santafesinas, no supone un coqueteo con el eje “Hacemos” que tiene franquicias en Córdoba con Juan Scharetti y en el conurbano con Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta, patrocinadas por el consultor y operador Guillermo Seita.
PI