Patricia Bullrich quedó a las puertas de su mayor anhelo político: llegar a la Casa Rosada. Las urnas le dieron la espalda en las elecciones de este domingo y la candidata de Juntos por el Cambio no logró meterse en la segunda vuelta presidencial. Con casi el 96% de los votos escrutados, se confirmó una tendencia que a las 22 ya era irreversible: Sergio Massa y Javier Milei disputarán el próximo 19 de noviembre el balotaje.
Bullrich tuvo una performance muy lejos de lo esperada: sumaba apenas 23,85% de los sufragios. Caía unos cinco puntos con respecto a lo que sacó JxC en las PASO. Ese recorte explicaba en parte el crecimiento sorpresivo del ministro-candidato, que se llevaba 36,51%, luego de los 27,28% de las primarias. El libertario recogía 30,08%, casi idéntico a lo que sacó hace dos meses. Un duro golpe para la coalición opositora, que ahora se enfrenta a un futuro incierto: romperse o sobrevivir a duras penas.
Bullrich recibió los primeros datos oficiales que se conocieron poco antes de las 22 en su búnker del salón Goldcenter de Parque Norte, habitual comando opositor en el salón del gremio de los comerciantes de Armando Cavalieri. Cuando ingresó, la candidata no pudo ocultar el fastidio por la derrota: se abrazó con Hernán Lombardi, que le dio “un abrazo de pésame”, según comentó un testigo de la escena.
Una vez arriba del escenario, pasadas las 22.15, buscó dar una muestra de unidad opositora. “Nunca vamos a ser cómplices del populismo y de las mafias que destruyeron este país. Nadie de Juntos por el Cambio se va a rendir nunca”, dijo Bullrich al salir a hablar luego de haberse recluido con Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, entre otros popes opositores, para ordenar el mensaje.
Evitó felicitar a Massa por su victoria en la primera vuelta. Tampoco mencionó a Milei, con quien se enfrentará en el balotaje. “No seré yo quien felicite a quien ha sido parte del peor gobierno de la historia, rifando más al país”, dijo veladamente sobre el ministro-candidato.
“No hemos logrados los objetivos que creímos para nuestra Argentina. Ratificamos los valores de nuestra causa, que va mas allá de un momento electoral, de un momento de derrota. Lo aceptamos, pero tenemos una convicción profunda de la república y un país que debe abandonar el populismo si quiere crecer y terminar con la pobreza”, apuntó luego.
Quedar afuera de la segunda vuelta chocó de lleno con el repunte que Bullrich sentía que tuvo su campaña en el sprint final. Evidentemente nunca logró convencer a su electorado luego del segundo puesto de JxC y su tercera ubicación como candidata nominal en las primarias del 13 de agosto. La irrupción de Milei le quitó la bandera del “cambio” y sus errores no forzados le jugaron una mala pasada en el camino hacia este domingo. Entre los suyos el comentario también fue que el cambio sorpresivo del mapa electoral se debió al “plan platita” que activó Massa con las medidas económicas de las últimas semanas.
Antes que ella había salido a hablar más temprano Jorge Macri, que si bien ganaba en la Ciudad de Buenos Aires, no estaba seguro que podía evitar el balotaje. El primo del ex presidente “salvó la ropa” del PRO. “Es una pena lo de Patricia. Era una opción profunda y real para el cambio”, dijo quien podría ser sucesor de Larreta y continuar la hegemonía amarilla porteña de ya 16 años. Y buscando dar un mensaje de unidad hacia adentro de la oposición, marco: “Trataremos de entender qué pasó, qué mensaje nos dio la sociedad en la derrota. Nosotros no nos vamos a ningún lado. Vamos a seguir dando la batalla”.
Bullrich dio pistas sobre su futuro, que podría ya ser en un lugar secundario dentro del universo opositor. “Hoy me ha tocado a mi este lugar”, admitió sobre la dura derrota recibida. “Serán otros los que avancen en el camino hacia adelante”, señaló como cierre. Y recibió un saludo muy afectuoso de Macri al terminar, de Luis Petri -su candidato a vice- y, sorpresivamente, de Elisa Carrió.
MC/DTC