Cartoneros, vendedores ambulantes, encargadas de comedores, agricultores familiares, obreros de la construcción. Banderas del Evita, Somos-Barrios de Pie, Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Frente Popular Darío Santillán (FPDS), Corriente Clasista y Combativa (CCC), La Dignidad, CTA Autónoma. Choripanes, patys y salchipapa. Bombos, trompetas y redoblantes. Esa pintura popular en la 9 de Julio y avenida de Mayo dejó la movilización por el Día del Trabajador de las organizaciones oficialistas nucleadas en la UTEP.
Sin acto de la emblemática CGT –que recién será mañana–, el sindicato de la economía informal se encargó de desplegar en el microcentro porteño un rosario de reclamos hacia su propio Gobierno, principalmente por el acuerdo con el FMI y la necesidad de dictar la emergencia alimentaria. Pero también fue un acto de fuerte contenido electoral: hubo críticas a Javier Milei y hasta una propuesta para cambiar el peso como moneda.
“Le decimos al FMI que deje de apretar al Gobierno. Y le decimos al Gobierno: ‘Te apoyas en los movimientos populares y las organizaciones obreras organizadas, o en el FMI’. Si eso no ocurre, de la calle no nos sacan de ninguna manera”, gritó en el cierre Esteban “Gringo” Castro, el secretario general de la UTEP, gremio que busca agrupar a las cerca de diez millones de personas que trabajan en la informalidad en todo el país. La magnitud de ese número –supera al de los formales y los empleados públicos– revela parte de la crisis actual.
“Queremos que alguien muy cercano a nosotros gane las elecciones. Si no es así, el 11 de diciembre vamos a estar en la calle”, avisó Castro, y completó: “No va a haber Milei ni nadie que nos diga que las soluciones vienen de arriba. De arriba no viene un carajo. Esto viene de la periferia al centro. ¡Y nos paramos de mano contra el FMI!”.
Varias cuadras de manifestantes coparon la principal avenida porteña hacia el sur del AMBA. Fue simbólica la manifestación en las inmediaciones del Ministerio de Desarrollo Social, cuyo organigrama está completo con referentes de las distintas agrupaciones de la UTEP, empezando por Emilio Pérsico, secretario de Economía Social, ventanilla que administra el programa de planes Potenciar Trabajo. La convocatoria sumó a más de 50 mil personas.
La UTEP ubicó en el escenario a su cúpula de dirigentes, pero no a las figuras más reconocidas de sus organizaciones socias. No se los vio, por caso, a Pérsico ni a Fernando Navarro –también funcionario–, y tampoco a Juan Grabois, quien viajó a San Nicolás para mostrarse junto a Esteban Bullrich en su llamado a un “gran acuerdo nacional”. Con los jefes del Evita protagonistas de una reciente foto con Sergio Massa, y el líder del MTE lanzado a una precandidatura presidencial a la izquierda del Frente de Todos, el juego político de las agrupaciones oficialistas no es monocorde.
Sí se ubicaron al frente de la movilización importantes segundas líneas y referentes territoriales y políticos de las agrupaciones, como el ex jefe de gabinete Juan Manuel Abal Medina, del Evita, y el diputado Federico Fagioli, del Frente Patria Grande –brazo partidario de Grabois–. Daniel “Chucky” Menéndez, coordinador de Somos-Barrios de Pie y uno de los invitados por Massa el miércoles pasado, estuvo acompañado de su familia. Antes del acto, el cura Gustavo Carrara, de la villa del Bajo Flores, bendijo a trabajadores y herramientas de la UTEP en la plaza Constitución.
“Ganamos las calles para echar a Macri en 2019. Lamentablemente, encubierto en la cobardía y la decisión de quienes no tomaron ese mandato en las urnas para poder investigar las razones de la deuda externa, que es una estafa, hoy volvimos al mismo punto”, cuestionó al abrir el acto Hugo “Cachorro” Godoy, titular de la CTA Autónoma.
Luego tomó del Evita el micrófono Alejandro “Peluca” Gramajo, también funcionario de Desarrollo Social y hombre cercano a Pérsico. “Dejemos las pelotudeces de lado que la politiquería no puede resolver. No hay otro camino que fundirnos en los intereses del pueblo”, reclamó a su turno de los discursos. “40 años de democracia, 40 por ciento de pobreza. Hay algo que está mal en la política: la dirigencia no termina de entender los problemas centrales de la Argentina”, exclamó. Y ensayó una propuesta conceptual de salida a la crisis: “Necesitamos que esta democracia se llene de olor a pueblo. Estamos para aportar soluciones. No tengan miedo de la expresión popular”.
El diputado Juan Carlos Alderete, jefe de la CCC, fue mucho más explícito en las medidas. Exigió “romper el acuerdo con el FMI”, aumentar los salarios y jubilaciones, y sorprendió con una propuesta concreta para bajar la inflación, similar a la que hace días reveló que tiene en estudio el equipo económico de Patricia Bullrich: pidió “una reforma monetaria que cambie la moneda para defender el peso argentino”.
“A algunos no les gusta la palabra ajuste. Se supone que un gobierno peronista tendría que luchar para que haya justicia social. Pero eso no está pasando. ¿Cuanto más estamos dispuestos a soportar? ¿Cuánta pobreza más estamos dispuestos a aguantar?”, metió el dedo en la llaga Dina Sánchez, del FPDS. Les habló directamente a Massa y a Victoria Tolosa Paz, a quien las organizaciones le reclaman por deudas en la entrega de alimentos en los comedores y partidas millonarias adeudadas para emprendimientos productivos: “Les vamos a decir a la ministra de Desarrollo Social y al ministro de Economía que se pongan un poquito en el lugar los más humildes”, dijo, con aplausos de fondo.
Y fue Norma Morales, de Somos-Barrios de Pie, la que reveló la preocupación principal en el oficialismo: el crecimiento de Milei, incluso entre sus militantes más jóvenes, en lo que pareció una profundización al discurso de Cristina Fernández de Kirchner de la semana pasada, cuando subió al libertario al ring. “Milei y la derecha no surgieron de la nada. Nuestra juventud está confundida. Que llegue Milei a nuestros barrios populares también es consecuencia de la falta de unidad del FdT”, señaló Morales, y buscó entonces interpelar a la cúpula del oficialismo: “Tenemos que ponernos a la altura de nuestro pueblo. Tenemos que dejarnos de joder con la interna”.
MC