Sergio Massa la imagina como una postal de fin de duelo tras las heridas del cierre de listas. Con el acto de inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, este domingo en Saliquelló, el ministro-candidato prepara la foto de la tregua entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner que, con un formato todavía en proceso, volverán a compartir una actividad presencial luego de cuatro meses. Al margen de la asamblea legislativa de marzo, donde el trato fue gélido, el último acto conjunto fue en Tecnópolis, por los 100 años de YPF, el 3 de junio del año pasado.
Massa la prepara como una foto de síntesis en torno a su figura. El acto lo prepara, en reserva, el ministerio de Economía en línea con el Instituto Patria. Será en Saliquelló, terminal bonaerense del gasoducto, y se proyecta como un encuentro multitudinario. Además del ministro, el presidente y la vice, también estará Axel Kicillof, que va por su reelección como gobernador en la provincia de Buenos Aires. Será el domingo al mediodía, se proyecta una concurrencia multitudinaria y habrá invitación a otros gobernadores.
Los detalles, por el secretismo de la vice y por el protocolo de seguridad, son pocos. Ese día se abrirá la última válvula de llenado del gasoducto, habrá una recorrida por la obra y un escenario con puesta en escena que un funcionario involucrado calificó de “épica”. El gasoducto, per se, parece justificar un mega despliegue más allá del marco que opere, luego, como marquesina electoral.
Massa encaró, la semana pasada, lo que en su entorno llaman “operativo sutura”: dejar atrás los chispazos y tensiones del cierre de listas, y unificar la jefatura de la campaña en su figura. Así como estuvo con la vice en un acto en Aeroparque, luego recibió a Daniel Scioli en Economía, mientras que se mostró -e invitó a un acto en Misiones- con el canciller Santiago Cafiero, que quedó bajo fuego por el armado de las boletas.
En paralelo, el ministro empezó a organizar los equipos de campaña: primero lo oficializó a Scioli, luego sumó a Julián Domínguez -que sonó para candidato a diputado nacional pero luego ese lugar lo ocupó “Paco” Manrique de SMATA, el gremio al que está vinculado el exministro- y este martes incorporó a Santiago Montoya, ex titular de ARBA durante la gestión de Felipe Solá en la provincia de Buenos Aires y luego funcionario de Scioli en el gobierno provincial.
El ministro quiere arrimar actores que no formen parte del ecosistema K, un movimiento que apunta a darle mayor juego y una idea de autonomía. De todos modos, en Unión por la Patria (UP) dicen que cada movimiento del ministro está, sino validado por la vice, al menos no se hace sin una notificación al Senado. La idea de sumar extras forma parte de un mensaje político del candidato.
Habrá, dicen en Economía, otros dirigentes que se sumarán a la mesa grande de campaña y de “equipos técnicos”, mientras que al mismo tiempo se irán incorporando funcionarios. Silvina Batakis, antecesora de Massa en Economía y actual titular del Banco Nación, tendrá como tarea una especie de coordinación de los equipos económicos. A su vez, Eduardo “Wado” De Pedro, ministro del Interior, se sumará con una tarea vinculada a la relación con las provincias y el armado político, aunque son dos rubros en los que Massa evita, en general, tener intermediarios.
Este miércoles, en el CFI, Massa y su candidato a vice, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi compartirán un encuentro con gobernadores. De las provincias partió, en la previa al cierre de listas, el reclamo de que haya lista de unidad y de que esa boleta integre a Massa. Fueron dos mandatarios, Gerardo Zamora y Raúl Jalil, los que le llevaron esa propuesta a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner. El encuentro de este miércoles, luego del acto del ministro el lunes en Misiones con el gobernador local, Oscar Herrera Ahuad, será la primera foto de la fórmula con los mandatarios, jugadores que Massa considera determinantes en la campaña.
PI