Documento “Un país ordenado”

Zoom al programa de Bullrich: dólar, ajuste del Estado, “mano dura” y llamativas omisiones

Libre circulación del dólar, recorte a la mitad en la cantidad de ministerios, eliminación de los planes sociales, “racionalización” de las empresas públicas —principalmente, en Aerolíneas Argentinas—, desafío a la influencia que tienen Hugo Moyano y Emilo Pérsico, baja de la edad de imputabilidad, nuevos protagonismos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad y “revisión” del Mercosur. Patricia Bullrich lanzó este miércoles su paquete de promesas y propuestas de gobierno. 

La publicación profundiza su búsqueda de lograr una campaña “más racional”, en línea con su objetivo autoimpuesto de entrar al balotaje contra Javier Milei y dejar afuera al ministro-candidato Sergio Massa. “Es una de las acciones importantes de esta etapa de la campaña y lo que la gente también está solicitando”, justificaron en diálogo con elDiarioAR desde el búnker opositor.

El documento de 86 páginas lleva el sugerente título de “Un país ordenado”. Allí se mezclan propuestas concretas con lineamientos generales en distintas áreas para un eventual desembarco en el gobierno: abarca desde la política económica y un zoom en diferentes ramas productivas, hasta temáticas como la reforma del Estado, Defensa, Seguridad, Justicia y Política Exterior, entre otras. Sin embargo, hay ausencias llamativas de temas gubernamentales. Bullrich lo dio a conocer 48 horas después de reunir por primera vez a su virtual gabinete, y luego de mostrar días atrás cierto músculo político y económico que ostenta Juntos por el Cambio.

Macro y microeconomía, con omisiones llamativas

El texto explicita premisas económicas ya mencionadas públicamente por Bullrich –y ahora defendidas por su potencial ministro de Economía, Carlos Melconian–, como la “eliminación de la brecha de tipos de cambio y de las retenciones”, la “autonomía del Banco Central con prohibición de financiamiento al Gobierno”, el “bimonetarismo”, la implementación de “déficit cero inmediato” de las cuentas públicas y “terminar con la litigiosidad laboral”. No hace mención alguna a la deuda externa del país ni a cómo afrontará el crédito tomado por Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional. 

Bullrich hace un desglose de algunas propuestas para los sectores productivos de la manufactura, la agroindustria, la energía, la minería y el turismo. Reitera las retenciones al campo, aunque de manera inmediata será para las producciones regionales y progresivamente para el resto, como los granos. También promete “prohibir por ley la potestad del Gobierno para restringir las exportaciones”. 

Busca recortar la influencia que tiene Moyano con los camioneros: omite el transporte terrestre en su “un plan de mejora y ampliación de infraestructura de transporte ferroviario, vial y fluvial para reducir los costos y de acceso a los mercados internacionales”. En los últimos días Bullrich ya había tenido un cruce con Pablo Moyano, que anticipó protestas en caso de que la oposición vuelva al poder.

En el área energética omite hablar de Vaca Muerta y el gasoducto Néstor Kirchner, que le permitirá al país dejar de ser importador de gas el año próximo. Y para ponderar al sector turístico aplica su latiguillo de “mano dura”: “Es prioritario garantizar la seguridad de las actividades turísticas, sin cortes, usurpaciones, extorsiones o robos”, afirma el texto. 

También promete “la llegada de nuevas aerolíneas y vuelos directos entre provincias” y hay un apartado especial sobre el ajuste que buscará aplicar en Aerolíneas Argentinas: “Luego de un período de transición breve dejará de recibir subsidios estatales. Implementaremos una auditoría de gestión económica y financiera de la empresa. La empresa presentará un plan de negocios para autosustentarse”.

Otro punto llamativo en cuestión económica es la derogación del DNU 690 con el que el presidente Alberto Fernández estableció que el sector de las telecomunicaciones es “un servicio público esencial”. 

En el ítem de vivienda promete “un fondo de crédito para el primer alquiler joven” y una “ley de fomento del crédito que pueda beneficiar a quienes carezcan de vivienda propia”. Vuelve a rechazar la actual ley de Alquileres, que la bancada de JxC ya consiguió media sanción en el Congreso para su reforma.

Empleo y planes sociales

Bullrich avanzaría en una reforma laboral si llega a la Rosada. Sin dar detalles, propone la “actualización de los convenios colectivos” y “terminar con la industria del juicio”. Destaca la creación de “mecanismos simples como el de empleados de casas particulares”, un régimen especial que promulgó en 2013 Cristina Fernández de Kirchner.

Vuelve a la carga con el “servicio cívico voluntario en valores” para jóvenes de 18 a 25 años sin secundario ni trabajo, que ya Bullrich había implementado en 2019 a través de la Gendarmería.

Y busca darle una estocada a Pérsico y al resto de los dirigentes sociales al frente de las organizaciones que aglutinan al 1,2 millón de beneficiarios de planes sociales. Propone la eliminación del programa Potenciar Trabajo –que hoy depende directamente del jefe del Evita– para reconvertirlo en un “seguro de desempleo temporal” desde el día 1 de su gobierno. “Deberán demostrar mensualmente que buscaron empleo, asistieron a una institución educativa o se capacitaron en un instituto de formación profesional”, indica.

Reforma del Estado y política exterior

La tijera en el Estado de Bullrich llegará por varias vías. Así como Milei prometió eliminar una decena de ministerios, la candidata de JxC no quiere quedarse atrás: propone “bajar los ministerios a la mitad” –actualmente son 21–, aunque no precisa cuáles son los que dará de baja. “Tendremos solo los ministerios indispensables para dar los servicios que la población necesita”, apunta el documento.

Además impulsa “reducir a su mínima expresión los cargos políticos” y una “racionalización de las empresas públicas”. “El objetivo es que no produzcan gastos, es decir déficit, al Estado. Deberán presentar sus planes de negocio y tendrán fechas límites para ordenarse y autofinanciarse”, explica. 

Para polemizar con el libertario, defiende explícitamente al Conicet –“un organismo de referencia mundial”– pero aclara: “ha sufrido cierta partidización y desviación de sus objetivos” y propone que los becarios “deberán presentar avance periódico de sus investigaciones”.

En materia de política exterior, el programa de Bullrich se enfoca meramente en el Mercosur. Dice que “es una prioridad” del área, pero inmediatamente después asevera que “debe ser revisado su funcionamiento para asegurar la agilidad de sus decisiones para establecer nuevos acuerdos con otras regiones o estados”. 

Promete avanzar en la aprobación del acuerdo del bloque con la Unión Europea y el ingreso del país a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), pero no habla de la relación del país con Estados Unidos o China, y ni siquiera del reciente ingreso a los BRICS.

“Mano dura”, Policía y Fuerzas Armadas

En materia de Defensa y Seguridad Bullrich hace gala de su “mano dura”. “Estamos camino al narcoestado”, concluye en el documento. Promete que las Fuerzas Armadas darán “apoyo logístico” a las fuerzas federales en zonas críticas como Rosario y el Conurbano. Para ello impulsará una reforma de las Leyes de Seguridad Interior y de Defensa. Así lo justifica: “Para construir un sistema de seguridad nacional que garantice el uso adecuado de las fuerzas armadas en las hipótesis de conflicto que enfrenta el país”.

También quiere empoderar a las fuerzas de seguridad. Buscará modificar el artículo 34 del Código Penal “para establecer la legítima defensa especial para los agentes que, en servicio o fuera de él, intervengan para defender la vida, la integridad física, la libertad o la propiedad de las personas”. También quiere “restringir el uso abusivo de la prisión preventiva respecto al personal policial”.

Y sin dar mayores detalles, propone “la baja de la edad de imputabilidad”. “Vamos a impulsar la baja de la edad de imputabilidad y modificar el régimen de menores que delinquen, para solucionar un vacío legal y evitar que los menores sean usados por redes delictivas”, acota en la única referencia al tema.

También quiere “dejar atrás el zaffaronismo que defiende a los delincuentes” y en materia judicial promete una nueva reforma al Consejo de la Magistratura –ya el kirchnerismo fracasó en esa materia– y cubrir las vacantes existentes en la justicia federal y nacional. No hay mención a la Corte Suprema, que todavía debe completar su nómina de cinco jueces.

El programa de Bullrich completo

MC/JJD