El embajador argentino en Pakistán, Leopoldo Sahores, que atiende también los asuntos diplomáticos de la fronteriza Afganistán, aseguró este martes que es inminente la partida de los tres argentinos que aún permanecen en Kabul luego de su conquista por los talibanes, y expresó incertidumbre respecto al futuro de esa nación.
“Es un signo de interrogación”, dijo el diplomático en diálogo con Radio Nacional y la Televisión Pública, al referirse a la evolución de la situación tras conquistar los talibanes casi todo Afganistán en una ofensiva relámpago.
Agregó que están “monitoreando la situación” y en “contacto permanente” con los tres argentinos que permanecen en la capital afgana, de los cuatro que había, ya que uno logró dejar ese país.
De los tres argentinos que permanecen en Afganistán, precisó, hay un funcionario de Naciones Unidas, aunque mencionó que ya figura en “la lista” de los que van a salir del país en un vuelo charter del organismo internacional.
“Hoy está operando el aeropuerto manejado por fuerzas de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)”, aclaró el funcionario argentino desde la vecina Pakistán.
En ese contexto explicó que faltaría evacuar a “una pareja que trabaja para una organización humanitaria, que tenían pasajes en un vuelo comercial”, que fueron cancelados.
Por ese motivo, dijo, están evaluando “distintas alternativas con países que tienen presencia en Kabul” para evacuarlos y dijo que la diplomacia internacional busca “asegurar condiciones mínimas de funcionamiento y que se respete la integridad del personal diplomático y de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan allí”.
El embajador consideró además que lo ocurrido “tomó por sorpresa a todo el mundo”, incluso a Pakistán “que tiene una relación histórica con Afganistán” y que hoy es una de las naciones que reciben “oleadas de refugiados”, lo que hace temer por futuras “situaciones de violencia y ataques terroristas” que se podrían generar.
También explicó que “era un desenlace obvio” que los talibanes retomaran el poder del país asiático a partir de la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN.
Pero, dijo, en realidad “nadie imaginaba que iba a tomar este ritmo” el avance talibán, que logró dominar rápidamente el país con “poca sangre vertida porque los militares afganos no ofrecían resistencia”.
“Las fuerzas afganas estaban muy debilitadas y la moral muy baja”, acotó.
En este marco señaló que si bien por ahora los talibanes mostraron un “mensaje de apertura, con un espíritu más pragmático, de respeto de las instituciones, derechos humanos y conquista sociales” se debe tener en cuenta que “la experiencia hasta ahora demuestra que su palabra es un poco blanda” y habrá que ver cuál es su accionar “ahora que se hicieron del poder”.
“Hay que ser bastante cauto, porque las promesas hasta ahora no las han cumplido”, remarcó el funcionario sobre los talibanes.
Finalmente, consideró que el futuro de Afganistán “es un signo de interrogación” y repitió que Pakistán “es uno de los principales interesados” en que la situación del vecino país “se estabilice”, al tiempo que “brega por un acuerdo entre todos los actores de la vida pública afgana”.
Con información de agencias.
IG