Sergio Ziliotto, gobernador peronista de La Pampa, avanzó con el trámite para que que esa provincia se convierta -hasta acá- en la primera que votará en el 2023. Para eso, 48 horas antes de la Noche Buena, los partidos políticos pampeanos deberán presentar a los candidatos que competirán en las PASO del 12 de febrero. Ziliotto repite un formato que estrenó en el 2019, la primera vez que La Pampa votó con fecha diferente a la presidencial.
Como entonces, se invocan dos argumentos que colisionan entre sí pero, en algún punto, también se complementan. Uno, en defensa de la táctica de provincializar la elección para que se discutan los temas locales y no se “contamine” por la agenda y la polarización nacional. En 2021, el FdT pampeano perdió por primera vez después de casi 20 años. Esa huella intervino para apuntalar la decisión de Ziliotto de despegar la votación.
En 2019, solo cuatro provincias eligieron gobernador el mismo día que se votó presidente. En 2015, lo hicieron once. En 2011, fueron nueve.
El otro, más simbólico, apunta que una victoria peronista en La Pampa -o en otras provincias que desdoblan- podría cambiar el clima respecto a la pelea nacional. Si se parte de un escenario de derrota inevitable del FdT en Nación, hipotéticas victorias en los territorios funcionar como una buena señal en la carrera presidencial que se define en la segunda mitad del año. La teoría, como justificativo o con convicción, la expone Ziliotto ante los suyos.
La Pampa abre un calendario que se perfila mixto. En 2019, solo cuatro provincias votaron en la misma fecha que la Nación, aunque como entre ellas estuvieron la provincia de Buenos Aires y CABA, eso expresó a casi el 40% del padrón. Si bien los resultados locales no pueden traspolarse en lo nacional, algunos triunfos parecieron generar tendencia: por ejemplo, la victoria de Omar Perotti en Santa Fe, con la que el peronismo volvió a gobernar la provincia que perdió en el 2003.
Calendarios
Los calendarios provinciales se resolvieron, en su mayoría, antes de que se ordene el mapa del peronismo, de hecho en varias provincias se votó antes de que se forme el Frente de Todos (FdT). En Córdoba, por ejemplo, Juan Schiaretti logró su reelección seis días antes de que Cristina Kirchner anuncie la fórmula Fernández-Fernández.
Ocurrió, claro, durante la gestión de Mauricio Macri. Con el peronismo en el gobierno, el escenario fue diferente: en 2015, cuando Daniel Scioli compitió por la presidencia, once provincias votaron el mismo día. En esa ocasión se apostó -hubo pedidos específicos de Scioli y de la Casa Rosada- a una doble tracción desde abajo y desde arriba para consolidar la fórmula que encabezaba el entonces gobernador de Buenos Aires con Carlos Zannini como vice. No funcionó. En 2011, con la reelección de Cristina Kirchner, nueve provincias acoplaron la elección a la presidencial.
La irrupción de la figura de Javier Milei, como tercera fuerza competitiva, es analizada por algunos gobernadores como factor para acoplar la elección local con la presidencial
Aparece, como entonces, un factor que algunos gobernadores ponen sobre la mesa a la hora de evaluar las conveniencias. En 2015, Sergio Massa competía por fuera del PJ y aparecía como una tercera fuerza. No hubo una oferta potente por fuera del FdT y JxC en el 2019 y en este 2023, con la foto de hoy, la irrupción de la figura de Javier Milei se sostiene como un espacio competitivo.
Un caso. Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos, analizó con intendentes del PJ local si no era mejor votar en simultáneo porque de ese modo Milei podría tener un candidato a gobernador que divida el voto opositor que, hasta acá, en la provincia expresa Rogelio Frigerio, exministro del interior de Macri. Bordet todavía no definió calendario pero podría ser, eventualmente, una de las provincias que considere más oportuno votar el mismo día.
Esta semana, casi en paralelo a la decisión del pampeano Ziliotto de anticipar el calendario -la PASO el 12 de febrero, la general el 14 de mayo-, el catamarqueño Raúl Jalil avisó que su plan es convocar las elecciones provinciales el mismo día que se vote la presidencial: con el cronograma vigente, las primarias serán el 13 de agosto y la general el 22 de octubre. Lo mismo evalúa Mariano Arcioni en Chubut y Ricardo Quintela en La Rioja. En un borrador que circula en el FdT, Formosa y Santa Cruz también aparecen entre las provincias que podría convocar en la misma fecha que la nacional. Todo indica que la provincia de Buenos Aires y CABA van en esa dirección.
Cumbre
Este miércoles, en Corrientes, durante la cumbre de gobernadores del Norte Grande, los gobernadores anticiparon algunas líneas de lo que viene en el 2023. Juan Manzur, como jefe de gabinete, encabezó un scrum de ministros, entre los que estuvieron Eduardo “Wado” De Pedro, Gabriel Katopodis y Victoria Tolosa Paz.
En el menú de los jefes territoriales ya no está la demanda por la eliminación de las PASO, que en algún momento formó parte de la discusión en el Gobierno, y sobre la que Alberto Fernández planteó su disidencia y desde el kirchenrismo no hubo una posición explícita a favor de eliminarlas. Por lo pronto, los números no estuvieron y esa discusión -aunque queda tiempo legislativa- parece estar fuera del radar.
Los gobernadores fueron, siempre, los principales objetores de las PASO. Una razón es, si se quiere, práctica: en aquellas provincias con calendario propio se terminan con 4 o 5 elecciones en el año. Si hay balotaje local, como en Tierra del Fuego o Chaco, puede ocurrir que haya seis elecciones a lo largo de todo el 2023. La razón política es que la PASO permite ordenar a la oposición aunque ese argumento es discutido dentro del FdT.
Si hay dos o tres candidatos a presidente para una PASO del FdT ¿eso significa que habrá 3 candidatos a gobernador? Ese elemento puede funcionar como otro componente que empuje a los mandatarios a despegarse de la elección nacional
Aunque salió de la agenda la cuestión de eliminar las primarias, el planteo de algunos mandatarios es si será conveniente o no que el FdT se encamine a tener más de un candidato, como mecanismo para contener a todos los actores y sectores. Más simple: los gobernadores del PJ decidieron replegarse en sus distritos y dan por hecho que no pueden incidir para ordenar la interna nacional. Los datos que reciben de Olivos y del Senado indican que no hay, en ninguno de los dos campamentos, intenciones de generar la instancia de diálogo que se solía pedir.
La preocupación es, entonces, si la pelea nacional derrama sobre las provincias. Si hay dos o tres candidatos a presidente para una PASO del FdT ¿eso significa que habrá 3 candidatos a gobernador? Ese elemento puede funcionar como otro componente que empuje a los mandatarios a despegarse de la elección nacional y apostar a cierres territoriales, con acuerdos propios, sin depender de lo que pase a nivel nacional.
“Están más confiados. Hace un mes todos se mostraban preocupados. Ahora todos están confiados que les va a ir bien en sus distritos. Un poco porque se calmó la economía, otro poco por la interna de Juntos, también porque la pelea nuestra está estabilizada”, apunta un funcionario que dialoga con los gobernadores. La señal es esa: los jefes del PJ en las provincias parecen haber aceptado que no pueden hacer nada por el FdT nacional más que, en algún caso, que una victoria local -como dice Ziliotto- pueda generar una tendencia positiva sobre la Nación.
PI