El rechazo del Senado al mega-DNU de desregulación económica no tomó por sorpresa al oficialismo. Hace semanas que Javier Milei sabía que el bloque de senadores de La Libertad Avanza no contaba con la fuerza suficiente para defender su decreto en el recinto de la Cámara alta. Con el revés consumado, el Presidente ya eligió la estrategia a seguir a partir de ahora: redoblar la apuesta y echar mano nuevamente al argumento que utilizó hace un mes para criticar a “los traidores” que no acompañaron la versión original de la Ley ómnibus. En los términos del libertario, los 42 votos negativos servirán para identificar quienes son los que defienden a los “argentinos de bien” y quienes están “a favor de los delincuentes”. “Principio de revelación”, lo llama.
El resultado adverso exacerbó el mensaje que decidió bajar el oficialismo. Uno de los primeros en salir a expresar su repudio fue el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem. “Atacar el DNU es lisa y llanamente ATACAR lo que votaron el 56% de los argentinos hace 4 meses” (sic), bramó en un mensaje de su cuenta de X en el que también acusó a los senadores de “proteger privilegios personales por encima de los intereses de toda la sociedad”.
En el Gobierno sostienen que el equilibrio fiscal y la responsabilidad monetaria no dependen del DNU. “El déficit cero no se negocia”, repiten como un mantra en el oficialismo. Sin embargo, si bien seguirá vigente y solo podría descartarse si corre la misma suerte en la Cámara de Diputados, en los hechos, además de significar un duro revés político para el gobierno de La Libertad Avanza, el rechazo del polémico decreto rubricado por Milei en diciembre âque incluye la derogación y modificación de más de 300 leyesâ podría derivar en una reacción negativa de los mercados y tener consecuencias tanto judiciales como económicas.
El Presidente no quiso perderse nada de lo que sucedió este jueves en el Congreso. Por ese motivo, se trasladó temprano por la mañana a su despacho en Casa Rosada, suspendió la habitual reunión de Gabinete e instruyó a su vocero Manuel Adorni para que desmintiera cualquier tipo de tensión interna con su vice Victoria Villarruel. A las 15:30, mientras el debate en las Cámara alta continuaba, dejó la Rosada para volver a la residencia de Olivos, desde donde siguió la sesión hasta el final.
Anoche, a través de un comunicado, la Oficina del Presidente salió a acusar a la oposición (y solapadamente a la titular del Senado) de “avanzar con una agenda propia e inconsulta” y de “violentar el espíritu” del Pacto de Mayo, un tema por demás sensible para los intereses del oficialismo. No deja de ser una incógnita lo que sucederá a partir de ahora con las negociaciones llevadas adelante por el ministro del Interior, Guillermo Francos, con los gobernadores, aunque en las últimas horas fue el propio funcionario al frente de la relación con los mandatarios provinciales el que se encargó de quitarle trascendencia al rechazo del DNU al negar que exista falta de diálogo entre el Ejecutivo.
Por los pasillos de Casa Rosada prometían que el oficialismo hará una defensa muy fuerte del DNU y denunciaban “un sesgo ideológico contra este Gobierno”. En línea con eso, en la previa a la sesión, Francos aseguró que la votación en el Senado iba a permitir “saber quiénes quieren hacer las cosas bien en la Argentina y quiénes no”. Y apuntó contra el kirchnerismo al decir que “deberá hacerse cargo” de la decisión de impulsar el tratamiento del decreto.
“Si el Congreso rechaza el DNU no sería una buena señal para lo que viene”, alertaban más temprano sobre la posibilidad de que ambas cámaras le bajen el pulgar al conjunto de reformas incluido en la normativa, algo que podría empantanar el ida y vuelta abierto con los gobernadores camino al Pacto de Mayo. Sin embargo, según pudo saber elDiarioAR, desde la cartera que conduce Francos aclararon que no se llevaron a cabo especiales negociaciones con gobernadores para tratar de influir en la votación y que el mega-DNU coseche menos votos en contra.
“Hubo una reunión con (el gobernador de Neuquén, Rolando) Figueroa, pero sobre temas de gestión”, sostuvieron cerca del ministro. En medio de la nueva negociación por la Ley Bases y el tironeo por el proyecto sobre Ganancias, este mediodía, Francos âque ayer había recibido al mendocino Alfredo Cornejoâ difundió una foto de la reunión que mantuvo este jueves, junto al jefe de gabinete Nicolás Posse, con ese mandatario patagónico. El encuentro generó suspicacias respecto al voto de la senadora neuquina Lucila Crexell, que terminó adhiriendo al rechazo del DNU.
La convocatoria a sesión especial hecha por Villarruel fue un movimiento que molestó al presidente Milei. A pesar de que a la vicepresidenta ya no le quedaban muchas más excusas para dilatar la cuestión solicitada hace semanas por la oposición, en Balcarce 50 la decisión tomada por la titular de la Cámara alta no fue vista con buenos ojos. Sin embargo, Francos aclaró esta mañana que no veía “segundas intenciones” en la actitud de la titular del Senado, pero aventuró que Villarruel “podría haber evitado” la sesión y que “tal vez haya sido un error ceder” a lo que consideró una “presión” de la oposición.
Con información de NA