Sabrina Frederic abandonó la táctica de la inmovilidad en la pulseada con Sergio Berni. En pocas horas, anudó dos reuniones y una actividad territorial, con intendentes del PJ del conurbano. Agenda institucional y análisis de despliegue de fuerzas federales pero en el fondo un solo mensaje: un guiño político de los alcaldes a Frederic.
La novedad es, en todo caso, el cambio de la ministra que salvo alguna disputa pública, siempre a la defensiva, evitó hacer movimientos políticos. Así como Berni castiga desde la TV, con un fuego a discreción en el que no evita herir a Alberto Fernández, Frederic prefería el perfil bajo y eludir la confrontación abierta.
“Es incorregible, hablemos de cosas más importantes”, le dijo la semana pasada la ministra a un funcionario que la llamó luego del episodio que Berni protagonizó con Eduardo Villalba, el número dos de Seguridad. Villalba estuvo, no casualmente, en las reuniones que el jueves Frederic mantuvo con Fernando Espinoza (La Matanza), Gustavo Menéndez (Merlo), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Leo Nardini (Malvinas Argentinas).
En la mesa se sentó Cecilia Rodríguez, ex ministra de Seguridad de Cristina Kirchner, ahora jefa de gabinete de Frederic, que convivió -mal- con Berni cuando le tocó estar al frente de ese ministerio. En el tramo final de la gestión CFK, Rodríguez tuvo como colaboradora a Frederic
El cambio de táctica no es, deslizan en el gobierno, una decisión autónoma de Frederic: la ronda de reuniones con intendentes y la salida a los municipios del conurbano los programó “por pedido del presidente”. Fernández, según coinciden las fuentes nacionales, dice que no piensa hablar del tema Berni con Kicillof. “Es un problema de Axel, que lo resuelva Axel”, apuntan en Casa Rosada.
El jueves de la semana pasada, horas después del affaire Berni por el caso M, Fernández se reunió con Máximo Kirchner, ministros nacionales e intendentes en Olivos, y además de los reproches contra haber “protegido a Santilli y Horacio Rodríguez Larreta”, y planteó que el tema Seguridad debe tener una conducción política. “Lo definen Alberto, Cristina y Axel”, explicó un participante.
Despliegue
Este jueves, la ministra se vio con Espinoza, Nardini, Menéndez y Zabaleta, y el viernes a media mañana compartió un acto con Mariano Cascallares en Almirante Brown. Seguirá con las cumbres y las rondas con un tema en carpeta: los más de 4 mil efectivos federales desplegados en el conurbano, que dependen de Frederic pero Berni quiere “comandar”.
Late, en ese movimiento, un desafío de otro tipo: Berni quiere que esas fuerzas reporten a sus indicaciones, y Frederic busca ahora un acuerdo para que la tarea de esos efectivos se coordinen entre Nación y los municipios. “El tema seguridad es clave porque Cambiemos lo va usa como bandera electoral y nosotros no podemos estar peleando entre nosotros”, le dijo a elDiarioAR un intendente que se vio con Frederic.
La ministra opera sobre una realidad: la relación de Berni y los alcaldes es mala, está repleta de discusiones y cruces. Martin Insaurralde fue, el año pasado, uno de los que lo toreó en una reunión delante de Axel Kicillof. “Vos hablás de la Justicia federal, de las fuerzas federales, de los municipios pero sos el jefe de una policía que tiene 90 mil hombres y no hacés nada”, le dijo el alcalde de Lomas.
Es el punto sobre el que se concentran las críticas internas. “Vino a conducir la policía y se le levantaron durante cuatro días, fueron a la gobernación y a Olivos y él no apareció”, apuntó un jefe del PJ que castiga, con esa crítica, también a Kicillof. Otra queja recurrente tiene que ver con que no suele atender los pedidos de los intendentes. En ese contexto, Berni se ampara en una doble cobertura: la política de Cristina Kirchner, que valida sus reacciones, y la funcional de Kicillof, que le otorgó plenos poderes y autonomía.
Frederic habló con los intendentes de un nuevo despliegue de las fuerzas federales en los municipios, según el mapa del delito que armó cada distrito. Pero les advirtió que deberá haber coordinación con provincia. Fue lo que se acordó en julio pasado, luego de varios cruces con Berni, y que hasta la semana pasada había permitido mantener quieto a Berni.