El debut de Guillermo Francos al frente de la coordinación del gabinete libertario estuvo marcado por la hiperactividad. Con Javier Milei fuera de la Argentina, el flamante jefe de Gabinete comenzó su mañana con una reunión “informal” con el conjunto de los ministros. Luego brindó una conferencia de prensa en el Salón Héroes de Malvinas de la Casa Rosada, en la que informó acerca de su reunión de este mediodía en el Senado con la vicepresidente Victoria Villarruel —por estas horas, máxima autoridad del país— y negó que su futuro esté supeditado a la aprobación de la ley Bases en el Congreso. “Acabo de asumir el cargo y no me puedo poner un límite que está tan cerca”, se atajó, convencido de su nuevo rol.
Francos dio sus primeras apreciaciones formales acerca de la tarea que le encomendó Milei, en lo que definió como el inicio de una “nueva etapa” en la gestión. Sostuvo que “hay varios temas” que se irán “descentralizando de las funciones del gabinete”. Y apuntó que su objetivo es “cumplir con la función de coordinar el trabajo con los ministros alineados con la política nacional, a los intereses políticos de otros sectores y de los gobiernos provinciales”, en un mensaje hacia los mandatarios con los que el ahora exministro del Interior –cartera que fue absorbida por la Jefatura de Gabinete– se encargó de tender puentes a lo largo de los primeros seis meses de gobierno de Milei.
“Nosotros somos una minoría parlamentaria, no tenemos ningún gobernador, por eso tenemos que hablar con otras fuerzas y coordinar nuestros equipos de gobierno con esas otras realidades políticas que tiene la Argentina”, sentenció Francos, quien en todo momento estuvo escoltado por el vocero presidencial Manuel Adorni. En su primer día al frente de la coordinación del gabinete, Francos se encargó de remarcar que el Gobierno se encuentra “transitando un camino de búsqueda de consensos” en su objetivo por aprobar la ley Bases.
Por otro lado, Francos confirmó que el ingreso de Federico Struzenegger al gabinete es inminente (“es una decisión del Presidente”) y aclaró que con Posse “tiene una relación hace mucho tiempo” y que el ingeniero puede seguir siendo “valioso” en el gobierno. Sin embargo, dio a entender que varios de los funcionarios designados por él en diferentes puestos del Estado no correrán con la misma suerte: “No me gusta la palabra echar. Hay etapas que se cumplen, pero no puedo decir en este momento cuales son las gestiones que van a cambiar”.
A última hora del lunes, las intrigas sembradas alrededor de la figura de Nicolás Posse finalmente llegaron a su fin. Minutos antes de encarar un nuevo viaje a los Estados Unidos, donde Milei tendrá una nueva ronda de reuniones con dueños de empresas vinculadas a la tecnología, el Presidente tomó la decisión de no dilatar más la cuestión y dejó sin funciones a quien fuera su ministro coordinador . Así lo anunció la Oficina del Presidente a través de un comunicado difundido en redes sociales. La salida del exgerente de Aeropuertos Argentina 2000 se había instalado como un rumor que en la última semana cobró cada vez mayor fuerza en las conversaciones de pasillo de la Casa Rosada.
Una de las dudas que rondaban esta mañana por Balcarce 50 era si Francos podría comenzar a ejercer su nuevo rol sin que el Presidente le tomar juramento. “Ya está en funciones”, aclaró el vocero Adorni, quien sostuvo que el Boletín Oficial ya habilita al flamante jefe de Gabinete a llevar adelante su tarea.
Gesto de “cercanía”
El clima que prima puertas adentro del Gobierno es el de una distensión inédita en los últimos tiempos. Ese ambiente se escenificó en un “desayuno” improvisado en un café próximo a la Plaza de Mayo, en donde el jefe de Gabinete volvió a mostrarse junto a todos los ministros minutos después de finalizada su conferencia de prensa. El momento, que sorprendió a los presentes, quedó inmortalizado por una selfie tomada por Santiago Caputo, sentado en la punta de una larga mesa. El asesor presidencial es el único miembro del círculo íntimo del Presidente en permanecer en Buenos Aires ya que Karina Milei se encuentra acompañando a su hermano en su gira por los Estados Unidos.
En un gesto de “cercanía”, Francos llegó a pie al local ubicado en la esquina de Hipólito Irigoyen y Diagonal Sur, a escasos metros de la sede de Gobierno, mientras que los titulares de las siete carteras a las que ahora se redujo el gabinete nacional lo hicieron cada uno por separado. “Tomando un café junto al gabinete nacional. Fin”, escribió Adorni en su cuenta de X, para después aludir al ministro de Justicia, en tono de broma: “La cuenta la pagó Mariano Cúneo Libarona. Fin”. “Un Gabinete distinto”, expresó, por su parte, la ministra de seguridad, Patricia Bullrich. También publicó la foto el ministro de Defensa, Luis Petri, que comentó: “Café con el equipo de Javier Milei = El Gabinete + los argentinos”.
En Casa Rosada interpretan los cambios en el gabinete como una suerte de relanzamiento de la gestión, más allá de que Francos hace tiempo que es la espada política del Gobierno y un jugador clave en el ida y vuelta con la “casta”. Gracias al aplomo a la hora de tejer acuerdos, entre sus medallas puede adjudicarse haber sido uno de los artífices de la media sanción de la ley Bases en la Cámara de Diputados. Sobre él recayó la responsabilidad de “amortiguar” —según reconocen en su entorno— el modus operandi confrontativo del Presidente, muchas veces lindante con el precipicio, que marcó a fuego los primeros meses de Milei al frente del gobierno. Un rol que ahora, empoderado, deberá seguir cumpliendo.
PL