“¿Si fue invitado al acto de Milei? No”. La respuesta, mordaz, desde una provincia peronista grafica el clima que generó la decisión de Javier Milei de montar un acto de asunción fuera del Congreso que es, en lo formal, un desplante a la Asamblea Legislativa pero, además, se traduce en un destrato general a todo el sistema de poder institucional: no sólo al Congreso sino también a los representantes de los Ejecutivos provinciales y, además, al Poder Judicial que, en la ceremonia de jura, está representado por los miembros de la Corte Suprema de Justicia.
La decisión de Javier Milei de tener un paso raudo, muy breve, por el recinto de Diputados para dar, luego, un discurso desde las escalinatas del Congreso, generó incomodidad entre los legisladores y los gobernadores, y aunque no hay referencias directas, habría sembrado alguna incomodidad entre tribunales. Se trata, en lo formal, de una ceremonia pero tiene un mensaje político: exponer ante los representantes de los demás poderes del Estado, y de los poderes provinciales, la visión del gobierno que comienza.
Como Milei resolvió, hasta ahora, que solo hará la toma del poder frente a la Asamblea Legislativa, algunos gobernadores analizan no concurrir. O lo harán solo para cumplir las formas. Otros no tanto: Jorge Macri apuró para este jueves la jura y tendrá, el domingo, el dia para participar de la ceremonia de Milei, con quien estableció un diálogo político que hasta ahora lograron pocos dirigentes opositores.
Axel Kicillof, en tanto, jurará el lunes 11 por la tarde. En principio, tiene previsto asistir al igual que otros gobernadores del peronismo como Raúl Jalil de La Rioja y Sergio Ziliotto de La Pampa, mientras que el tucumano Osvaldo Jaldo avisó que no concurrirá. Tampoco asistirá, porque tiene la jura el mismo día y a la misma hora, Claudio Poggi de San Luis. Entre los asistentes están anotados Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Martín Llaryora (Córdoba), que jurará el domingo a las 7:30 para luego viajar a la ciudad de Buenos Aires a la asunción del libertario, y luego regresar a su provincia donde, en San Francisco, su ciudad natal, le pondrán la banda de gobernador.
Las invitaciones para la Asamblea Legislativa las cursa el Senado y, según cuentan en las provincias, todavía no llegaron. En gobierno explican que se está terminando de disponer la agenda de la ceremonia que arrancará en el Congreso; luego, el discurso desde las escalinatas y, más tarde, las actividades en la Casa Rosada.
La Constitución indica que la jura debe ser ante la Asamblea Legislativa porque diputados y senadores representan al “pueblo de la Nación”. No puede, por tanto, mudarse a otro lugar como quiso hacer en su momento, Mauricio Macri, y como planteó esta vez Milei que encontró, finalmente, otro formato: jura y recibe los atributos dentro del recinto pero sale a dar su primer discurso como presidente de la Nación, afuera del Congreso.
Esta decisión, aunque no está reñida con la normativa, puede tener un mensaje político difícil porque supone dejar de lado el formalismo de hablarles a los demás poderes del Estado, no sólo el Legislativo sino también el Judicial, y los gobernadores que representan a las provincias.
El discurso fuera del Congreso tendrá, según la convocatoria que el propio Milei hizo, un tono más político y partidario, porque se preparan una movilización de seguidores de La Libertad Avanza (LLA). No está previsto, según indican las fuentes libertarias, que haya un lugar reservado para los invitados como los gobernadores o los integrantes de la Corte, que preside Horacio Rosatti. ¿Qué ocurrirá con los expresidentes, como Mauricio Macri, Cristina Kirchner o Eduardo Duhalde? Aunque tienen, según el protocolo, lugares designados en la jura, no está claro si deberán asistir, serán invitados o no, al discurso que Milei dará frente a la plaza del Congreso.
PI/JJD