De manera sorpresiva, el Gobierno adhirió a la Alianza contra el Hambre impulsada por Lula, aunque en “sus propios términos”
En el marco de la cumbre del G20 que se lleva a cabo en Río de Janeiro, la delegación argentina sorprendió al sumarse a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una de las principales iniciativas impulsadas por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La noticia, que llegó este lunes en la primera mañana de las deliberaciones, representa una decisión inesperada en medio de las diferencias manifiestas entre el mandatario argentino, Javier Milei, y Lula, especialmente en cuestiones como la Agenda 2030 y el impuesto a las grandes fortunas.
La Alianza Global, que tiene como objetivo movilizar recursos y conocimientos para erradicar el hambre y la pobreza a nivel mundial, fue presentada por Lula como “su legado” en su discurso de apertura.
Originalmente, en la lista de adherentes difundida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, la Argentina no figuraba entre los 81 países y la Unión Europea que apoyaban la iniciativa. Sin embargo, durante las deliberaciones, se confirmó que el país se sumaría bajo una modalidad particular, más flexible, que permite distintas formas de participación.
Fuentes de la delegación presidida por Javier Milei señalaron que la adhesión se realizó bajo “los propios principios del gobierno”, centrados en la estabilidad macroeconómica, la atracción de inversiones y la creación de empleo.
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