“Che, Diana, ¿podrá Javier hablar con el Papa?”. El mensaje del otro lado del teléfono que escuchó Diana Mondino provenía de un amigo personal suyo con acceso directo a Francisco en Santa Marta. Era el lunes 20 de noviembre de 2023 y Javier Milei acababa de ganarle el balotaje a Sergio Massa. Ante la sorpresa, la colaboradora del entonces presidente electo –que sería la primera canciller del gobierno libertario– corrió las tres cuadras que la separaban del Libertad Hotel, sobre la porteña avenida Córdoba. Cuando llegó, interrumpió una reunión que Milei tenía con periodistas y le pasó el teléfono. La conversación fue ahí mismo, sin que él ni nadie se apartara. Jorge Bergoglio le dijo a su interlocutor que “fuera sabio y tuviera paciencia”. “Estoy tratando”, le contestó el mandatario que aún no había asumido.
La manera casi fortuita y anecdótica en la que se dio la primera comunicación de Francisco con Milei marcó el pulso que tuvo en este año y medio la relación entre el jefe de la Iglesia católica y la Casa Rosada. “No fue la Argentina la que llamó al Vaticano, sino un amigo en común que estaba ahí con el Papa. Fue informal, pero fue amable”, compartió a elDiarioAR una fuente que fue testigo de ese momento.
Bergoglio pareció hacer caso omiso a los dichos que Milei le había lanzado tiempo atrás, cuando era diputado nacional: lo llamó “maligno en la tierra” y lo tildó de “imbécil” y “comunista”. Este lunes, apenas minutos después de conocida la muerte del santo padre, el Presidente lo consideró una persona con “bondad y sabiduría” y canceló su agenda local para viajar a Roma cuanto antes y estar en su velatorio. El Gobierno decretó siete días de duelo y La Libertad Avanza suspendió sin fecha el congreso partidario a realizarse este martes en La Plata, que iba a cerrar el Presidente.
Francisco representaba los ideales que Milei abomina, desde la necesidad de acotar el libre mercado a la importancia de cuidar el medio ambiente. De hecho, cuando el Papa criticó a la Casa Rosada por priorizar los gastos en gas pimienta en vez de garantizar la “justicia social”, luego de una de las represiones del Gobierno el año pasado, el mandatario contestó en redes sociales de manera elíptica que “la mejor política social” es la motosierra: “Equilibrio fiscal con presión fiscal descendiente y una política monetaria que termine con la inflación”. Pese al ajuste, el mes pasado el índice de precios escaló al 3,7%. “Habría que informarle al imbécil ese que está en Roma que defiende la justicia social, que sepa que es un robo y que eso va contra los mandamientos”, había sido mucho más virulento el Milei diputado.
Su volantazo posterior le permitió visitar en El Vaticano al jefe de la Iglesia católica a poco de asumir, en febrero, pero no le sirvió para lograr que realice su ansiado viaje al país. Cuando lo recibió en Santa Marta, Francisco habló con Milei una hora a solas. Recién después hubo una reunión con el resto de la comitiva, que encabezaba su hermana Karina y la canciller Mondino. Hay escasa o nula información de qué se dijeron. “El Papa fue un seductor, y se lo veía contento y relajado. Javier salió muy satisfecho”, recogió este medio sobre el encuentro.
El viaje de Francisco a la Argentina tampoco lo lograron Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri ni Alberto Fernández. Con olfato político y asumido en un rol de figura internacional, el Papa esquivó que lo trague la famosa “grieta” vernácula. Tampoco quería quedar atado a cualquier lectura política cuando en el país se vota cada dos años.
Es por eso que una ventana de posibilidad se abrió en 2024. Pero una voz que tuvo trato directo con el Papa rechazó que haya existido al menos la posibilidad: “Ya estaba mal de salud, era imposible, ni se conversó”, aseguró tajante.
En el medio, el zigzag de Milei también se reflejó en la política de cultos del Gobierno: en menos de un año cambió al funcionario enlace con la cúpula eclesiástica y refundó el área dentro de la Cancillería como la polémica Secretaría de Culto y Civilización. En agosto pasó del ultraconservador Francisco Sánchez, quien quedó atravesado por una denuncia por sus viajes al exterior, a Nahuel Sotelo, hombre del círculo del asesor Santiago Caputo y un ferviente católico. Luego también reemplazó a Mondino por Gerardo Werthein.
Esos cambios de fusibles marcaban que estaban agrietados los puentes de la Casa Rosada con la representación local de la Iglesia. Había habido tensión cuando el año pasado crecieron las críticas de varios sacerdotes a cargo de repartir comida y al frente de comedores en barrios populares. En el Tedeum del 9 de julio, el arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, hizo una fuerte homilía frente al propio Milei. Advirtió que “a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie” y afirmó: “Algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre”.
Cuando se destapó el escándalo de la comida almacenada, el ahora expresidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) Oscar Ojea cuestionó a través de un video: “Nos hemos enterado que existen dos depósitos de alimentos en el ministerio de Desarrollo Social (actual ministerio de Capital Humano) que tienen cinco millones de kilos de alimentos guardados (...), en un tiempo de emergencia alimentaria esto debe llamarnos a la reflexión, rápidamente tienen que ser entregados”.
Pero así como Milei supo cambiar de discurso una vez que llegó al poder para relacionarse con el Papa, la Iglesia argentina también cambió de piel en el último tiempo. En vísperas de la Navidad pasada el Presidente intercambió cartas de tono cordial con el flamante titular de la CEA, monseñor Marcelo Colombo.
Esta mañana, conocida la noticia de la muerte del papa Francisco cerca de las 5 de la madrugada, los teléfonos de Sotelo y Colombo no dejaron de sonar. “Desde temprano hemos hablado con ellos. Han compartido sus condolencias, como así también las distintas acciones que han hecho”, comentaron desde el Episcopado sobre la relación con la Casa Rosada. El secretario de Culto, para exorcizar tensiones con la Iglesia, declaró públicamente: “Hoy Argentina posiblemente haya perdido al argentino más importante de su historia. Para el Gobierno representa una autoridad, un líder espiritual con el cual teníamos excelente relación”.
“Con profundo dolor me entero esta triste mañana que el Papa Francisco, Jorge Bergoglio, falleció hoy y ya se encuentra descansando en paz. A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí”, tuiteó Milei. Antes de suspender su agenda local para ir a Roma, tenía previsto a la noche abrir el primer programa de la nueva temporada del stream libertario del Gordo Dan, conocido como “La Misa”.
MC