El papa Francisco falleció de un derrame cerebral, según el parte oficial del Vaticano

El papa Francisco falleció de un accidente cerebrovascular (ACV), según confirmó el Vaticano este lunes. El parte firmado por el director de Sanidad e Higiene del Vaticano también habla de colapso cardiorrespiratorio irreversible y coma.

A pesar de que el cardenal camarlengo, Kevin Farrell, anunció en torno a las 10.00 de este lunes que Francisco había fallecido hacia las 7.30 hora local, no fue hasta las 20.00 cuando se confirmó la causa de la muerte del Papa. En realidad fue diferida la ceremonia en la que se hace esta certificación, el rito por el que el camarlengo llama por su nombre al Papa y proclama que murió.

A esta ceremonia asistieron el decano del colegio de cardenales, Giovanni Re y el maestro de ceremonias del Vaticano. También tenían derecho a estar los familiares de Bergoglio. En esta ceremonia es cuando, históricamente, se destruía el anillo del pescador del papa muerto, aunque actualmente se reserva para exhibir en los museos vaticanos.

Con esta confirmación oficial, se ponen en marcha la batería de ritos que el Vaticano sigue para los funerales y entierro de los papas. Lo primero habrá sido la preparación del cuerpo de Francisco para poder ser presentado en público durante unos tres días en un velatorio en la basílica de San Pedro. A partir de ahí, le espera la misa de exquias, el traslado a Santa María la Mayor y su entierro bajo el simple epitafio de “Francisco”.

Sus últimas voluntades

El Papa dejó escrito en su testamento su voluntad de ser enterrado en una capilla en la basílica romana de Santa María la Mayor y en una tumba sencilla. “Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal como se indica en el documento adjunto. El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”, pidió.

El documento, que tiene fecha del 29 de junio de 2022, se hizo público después de ser trasladado a la capilla de su residencia en la Casa Santa Marta y se emitió también también el parte de defunción. Francisco murió a las 07.35 horas (05.35 GMT) de este lunes a los 88 años por un ACV.

“Sintiendo que se acerca el fin de mi vida terrena y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad solo respecto al lugar de mi sepultura. Siempre he confiado mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por eso, pido que mis restos mortales descansen en espera del día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor”, se lee en el testamento. Y añade: “Deseo que mi último viaje terrenal concluya precisamente en este antiguo santuario mariano donde fui a orar al inicio y al final de cada viaje apostólico para manifestar con confianza mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle su cuidado dócil y maternal”.

El papa indica además que los gastos para la preparación de su entierro serán cubiertos por la suma del benefactor que dispuso y que será “entregado a Santa María la Mayor y de la cual he dado instrucciones oportunas a monseñor Rolandas Makrickas, comisionado extraordinario del Capítulo Liberiano”.

Francisco concluye sus voluntades pidiendo: “Que el Señor conceda la recompensa merecida a quienes me han amado y continuarán orando por mí”. “Ofrecí al Señor el sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida por la paz en el mundo y la fraternidad entre los pueblos”, termina el testamento. 

Un rezo de miles de personas

Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro del Vaticano para orar por el papa Francisco, que fue recordado como un “peregrino de esperanza”. El rezo del rosario fue presidido por el cardenal italiano Mauro Gambetti y congregó a varios miles de fieles que acudieron a la plaza vaticana para rezar a los pies de la basílica. El purpurado recordó la fórmula que el pontífice argentino usaba para despedirse en cada acto de los fieles: “Por favor, no se olviden de rezar por mí”.