La Corte Suprema de Justicia se opuso este jueves al pedido del experto informático Diego Lagomarsino para que se convoque a un perito ingeniero a declarar como testigo en la investigación por la muerte del fiscal federal Alberto Nisman.
Lagomarsino, exasistente en informática de Nisman e involucrado en la causa penal, pretendía que se le tomara declaración a José Luis Manzano, a cargo del Servicio de Ingeniería y Química Forense de la provincia de Salta.
Según constancias de la causa, Manzano intervino en la pericia realizada desde el Departamento Técnico Científico del Cuerpo de Investigaciones Fiscal del Ministerio Público de Salta, en la que se había analizado la existencia de partículas características o consistentes en residuos de disparo de arma de fuego.
Lagomarsino fue quien proporcionó a Nisman el arma que le ocasionó la muerte.
La hipótesis del suicidio es la que abona la defensa de Lagomarsino, en tanto que la querella, representada por la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, madre de las dos hijas menores del fiscal, reclamó y obtuvo el pase al fuero de excepción de esta capital, donde prevalece la teoría del homicidio.
Nisman fue hallado muerto el 19 de enero de 2015 en su departamento de Puerto Madero de esta capital.
El expediente tramitó primero ante la justicia penal ordinaria y luego, y hasta la actualidad, ante el magistrado federal Julián Ercolini.
El pedido de la declaración testimonial de Manzano fracasó en todas las instancias hasta que, vía recurso de queja llegó a la Corte, donde, por no estar dirigido contra una sentencia definitiva, fue desestimado en forma unánime por el máximo tribunal, con la firma digital de todos sus integrantes.
Las razones
El máximo tribunal utilizó un argumento formal para desestimar el pedido de la defensa de Lagomarsino para que declarara como testigo el ingeniero Manzano, quien intervino en el peritaje realizado en el Departamento Técnico Científico del Cuerpo de Investigaciones Fiscal del Ministerio Público de Salta sobre las manos del cadáver de Nisman.
El peritaje, realizado poco después de la muerte del fiscal, indicó que había rastros de manipulación de un arma de fuego, aunque también podía tratarse de pirotecnia.
Lagomarsino, a través de sus abogados, Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, había pedido la declaración de Manzano para confrontar sus conclusiones con las del informe de Gendarmería Nacional, que afirma que Nisman fue asesinado.
Desde el juzgado de primera instancia, a cargo del juez Julián Ercolini; el fiscal Eduardo Taiano, la Cámara Federal y la de Casación rechazaron sistemáticamente el pedido de Lagomarsino en el ejercicio de su derecho de defensa.
Bajo esa premisa, el planteo llegó hasta la Corte Suprema, que en su acuerdo de hoy y con las firmas de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, ratificó el rechazo.
La Corte evitó pronunciarse sobre la procedencia o no de ese testigo en aras de conocer la verdad de lo que ocurrió con Nisman y se limitó a rechazar el recurso “por no estar dirigido contra una sentencia definitiva o equiparable a ella”.
Lagomarsino aspiraba a que el perito que constató la existencia de 69 y 19 partículas consistentes con residuos de disparo (GSR por su sigla en inglés, “gunshot residue”) en las manos de Nisman, explicara si ello es compatible con la posición de las manos que indicó el peritaje de Gendarmería.
Ese informe sostiene que las dos manos de Nisman estaban cubiertas por una segunda persona, mientras una tercera ejecutó al fiscal.
Con información de agencias.
IG