“Esto es el Desierto del Sáhara”. La metáfora de un habitué del Congreso no se refería a la ola de calor que atraviesa el país, sino a la actividad legislativa en tiempos de vacaciones. Pero el descanso de los diputados y senadores tiene los días contados: la semana próxima el Parlamento será escenario de la cumbre entre el Gobierno y Juntos por el Cambio (JxC) por la negociación con el FMI, y el lunes 24 comenzaría el período de sesiones extraordinarias, según recogió elDiarioAR de fuentes en Casa Rosada y la oposición.
La discusión por la deuda externa será el primer plato fuerte el martes 18 por la tarde, cuando el ministro de Economía, Martín Guzmán, exponga en una reunión privada con referentes de la coalición opositora el estado de la negociación con el Fondo. Si bien aún no está confirmada por todas las partes, la cumbre se coordinó en conversaciones telefónicas entre el gobernador jujeño, el radical Gerardo Morales, y el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa. Fue luego del faltazo a la exposición que hizo el Gobierno en el Museo del Bicentenario por parte de los mandatarios radicales y del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien ahora sí iría, con la condición de que participen los jefes de los bloques parlamentarios.
Por eso, mientras a Guzmán lo acompañarían Massa, Máximo Kirchner –titular del bloque oficialista en Diputados– y José Mayans –por el Senado–, en la vereda de enfrente estarían también el jefe del interbloque de JxC en la Cámara alta, Alfredo Cornejo; los jefes de los bloques de senadores Humberto Schiavoni (PRO) y Luis Naidenoff (UCR); y los titulares de los bloques de diputados Cristian Ritondo (PRO), Mario Negri (UCR) y Juan Manuel López (Coalición Cívica). Además podrían sumarse los gobernadores radicales Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza).
La Casa Rosada espera que la cumbre le permita ganar cierto consenso político para mostrar en las negociaciones contra reloj con el FMI, y desde JxC están dispuestos a “escuchar”, para luego en su mesa nacional definir los pasos a seguir. Sin embargo, dentro de la oposición hay diferentes expectativas y llegan con distintos condicionamientos a la cumbre. “Van con ánimo de colaborar. No le pueden exigir nada al Gobierno, en todo caso intercambiar sugerencias”, expresó una fuente del radicalismo, en línea con la autocrítica que en las últimas horas expresó públicamente Morales sobre la deuda que tomó Mauricio Macri.
“Lo que Horacio quiere es que muestren un plan detallado, con número, plazos, etc. Cosa que hasta ahora no ocurrió”, señalaron por el lado de Larreta, que también coordinó con Morales, en un encuentro que compartieron el lunes pasado, el acercamiento a la Casa Rosada. Más vehemente se mostró López, del partido de Elisa Carrió, que levantó la apuesta y le exigió a Guzmán una reunión con todos los bloques parlamentarios: “Ojalá el ministro no quiera tener sólo una reunión de foto. Qué venga a la institucionalidad de la Cámara de Diputados, que venga al recinto a explicarle a todos los bloques cuál es el plan para la Argentina. Que nadie quede afuera y que sea público”, remarcó a través de su cuenta en Twitter.
Después del FMI, las extraordinarias
La cumbre por el FMI calentará los motores del Congreso para volver definitivamente del receso de verano el lunes 24, fecha que impondrá el decreto presidencial como inicio de las sesiones extraordinarias, aseguraron en Casa Rosada a elDiarioAR.
Pero pendiente el acuerdo con el Fondo, las discusiones legislativas que impulsará Alberto Fernández tendrán más que ver con el desarrollo productivo, una agenda donde podría encontrar más puntos de acuerdo con la oposición, a la que necesita para conseguir cualquier ley, por lo menos en Diputados, como quedó reflejado en las dos últimas sesiones del año pasado. El Presupuesto 2022 no consiguió la mayoría y la reforma del impuesto a los Ingresos Brutos se logró con el apoyo de la izquierda.
Pendiente de ese ajedrez político, algunas de las iniciativas que se votarían antes del 1° de marzo podrían ser la nueva ley de hidrocarburos, la ley agroindustrial, el programa Compre Argentino y la de electromovilidad.
Si hay acuerdo con la oposición, podría sumarse al temario la reforma del Consejo de la Magistratura, luego de que la Corte Suprema declarara inconstitucional la iniciativa de Cristina Kirchner y pusiera el 16 de abril como tope máximo para cambiar el funcionamiento del organismo que designa y remueve jueces.
Justamente, tendrá que ser el Senado, que encabeza la vicepresidenta, la Cámara de origen del debate. Entre las iniciativas en estudio, el radical Mario Negri busca que el cuerpo vuelva a contar con 20 miembros –hoy tiene 13–, mientras un compañero de banca, el macrista Pablo Tonelli (PRO) y miembro del Consejo de la Magistratura, planea que sean 14 miembros.
Será entonces la última semana de enero cuando la actividad se acelere en el edificio de la avenida Entre Ríos, aunque acotada a la agenda de leyes que se impulsen desde Balcarce 50. Mientras tanto, el verano impone una cotidianeidad sin sobresaltos, como expresó otro habitué del Congreso consultado por este medio: “Aún, nada por aquí”.
MC