El Gobierno sufrió un duro revés en el control de la sensible bicameral de Inteligencia, que vela sobre la actuación de los espías y, fundamentalmente, cómo se manejan sus fondos reservados, en medio de la polémica por la partida de $100.000 millones que ya se gastaron casi en su totalidad. El senador radical Martín Lousteau quedó al frente de la comisión en una jugada en tándem con el kirchnerismo, que le habría aportado los votos clave. Así quedó afuera el peronista disidente Edgardo Kueider (Entre Ríos-Unidad Federal), que era el candidato de Santiago Caputo, el verdadero hombre detrás de la nueva SIDE.
El nombramiento de Lousteau se concretó esta tarde en una hermética reunión en el sexto piso del Senado, donde se reunieron sus 14 integrantes (siete senadors y siete diputados) para votar al nuevo presidente, luego de una demora de ocho meses. Detrás del radical quedó como vicepresidente primero el diputado kirchnerista Leopoldo Moreau y fue nominado secretario el senador también de Unión por la Patria Oscar Parrilli (quien fuera jefe de la Agencia Federal de Inteligencia). La segunda vicepresidencia estará ocupada por un legislador de PRO o La Libertad Avanza, con el nombre aún a definir, confirmaron fuentes parlamentarias a elDiarioAR.
El secretismo que envuelve a la comisión (sus reuniones son cerradas y sin transmisión pública) hacen imposible conocer los detalles de la rosca que terminó con la nominación de Lousteau, pero el peso de UP dentro del cuerpo hace suponer que hubo un acuerdo en la oposición más alejada al Gobierno para tener a tiro a la SIDE mileísta.
El kirchnerismo ostenta seis de los 14 votos. Por UP además de Moreau y Parrilli integran la comisión los diputados Germán Martínez, Paula Penacca, y los senadores Wado de Pedro (Buenos Aires) y Florencia López (La Rioja). Por el radicalismo, además de Lousteau, está la diputada María Coletta, referenciada en el economista. Los libertarios son los diputados Gabriel Bornoroni y César Treffinger. Por el PRO está el diputado Cristian Ritondo (hoy ausente por estar de viaje) y el senador por Misiones Martín Göerling, . Y además de Kueider, también es de la partida la senadora Edith Terenzi (Chubut-Cambio Federal). El oficialismo no podía presidirla porque este año la bicameral tenía que quedar en manos del Senado.
Nada quita que la designación de Lousteau también haya sido un acuerdo más amplio, justo cuando Diputados se presta a votar este miércoles un rechazo al DNU 656/24 que financió la SIDE, propuesta del bloque de Miguel Pichetto luego de quedar afuera de la comisión. Cómo se moverán en el recinto los diputados radicales, sobre todo los de la facción de Evolución de Lousteau, será muy sugestivo al respecto. Si la Cámara baja finalmente rechaza el decreto de necesidad y urgencia, la pelota pasará al Senado: hasta tanto no sesione también esa cámara, el DNU continuará vigente.
El reclamo del bloque de Encuentro Federal, junto con la Coalición Cívica, es que el decreto se declare “nulo de nulidad absoluta” para que se anulen completamente sus efectos; esto, que de algún modo tengan que ser devueltos los $80.060 millones que ya se habrían gastado, según denunció el diputado Maximiliano Ferraro, ladero de Elisa Carrió. Ese monto representa el 77.57% del presupuesto ampliado de la SIDE.
De hecho la convocatoria a la comisión para hoy, justo un día antes de la sesión en Diputados, fue una “zanahoria” que el oficialismo le ofreció a los aliados para pinchar la convocatoria sobre el DNU. Días atrás ya había logrado patear el tema en la otra comisión bicameral de importancia: la de Trámite Legislativo, que avala o no los decretos. Como ya se cumplió el plazo de diez días para su tratamiento en comisión, ahora las cámaras parlamentarias están habilitadas para votarlo en los recintos.
El nombre de Lousteau al frente de la bicameral de Inteligencia tomó vuelo en los últimos días cuando parecía que la definición solo era entre Kueider o el macrista Göerling. El deseo de Caputo, mano derecha de Milei y el hombre detrás del director de la SIDE, Sergio Neiffert, siempre fue Kueider y parecía difícil que los libertarios le dieran a Mauricio Macri semejante resorte de poder.
Pero tampoco es del todo sorprendente Lousteau porque hay una línea de contacto entre radical y el Gobierno a través de Emiliano Yacobiti y el histórico operador Enrique “Coti” Nosiglia. La bicameral tiene la potestad, entre otras prerrogativas, de “supervisar y controlar” los gastos reservados asignados al Sistema de Inteligencia Nacional. Hasta hace un mes el presidente de la UCR ni siquiera formaba parte de la bicameral y ahora se convirtió en su presidente.
MC