El año pasado, el intendente de Pergamino, Javier Martínez (Juntos por el Cambio), anunció que reducía su sueldo en el marco del reciente estallido de la pandemia de Covid-19 y aseguró que parte de éste sería destinado a la Fundación Por Pergamino, una organización que reúne a 19 empresas y actores sociales de la localidad, la mayoría de ellos relacionados con el agronegocio.
En esa ciudad del norte bonaerense, un fallo de la justicia federal de septiembre de 2019 puso límites inéditos a las fumigaciones en los campos del partido, luego de que se comprobara la existencia de al menos 18 tipos de agroquímicos en el agua de la localidad y también en los cuerpos de algunos vecinos. El Juzgado Federal Nº 2 de San Nicolás estableció 1.095 metros de exclusión para las fumigaciones terrestres y 3.000 para las aéreas, estableciendo así un precedente histórico para la provincia y el país.
Además, procesó a siete productores rurales que violaron las normas impuestas por la justicia y citó a indagatoria al jefe y subjefe de la Dirección de Ambiente Rural, Mario Tocalini y Guillermo Naranja, los responsables de controlar las fumigaciones.
Del otro lado, la gran mayoría de las empresas y grupos del agro que forman parte de la Fundación Por Pergamino (FPP) se constituyen hoy como los principales opositores a la disposición del juez Carlos Villafuerte Ruzo, asegurando que las fumigaciones no generan un daño serio para la salud humana y el ambiente. “Si bien son detectados la mayoría de los agroquímicos utilizados, los niveles encontrados en suelos, aguas y en la sangre de las personas están muy por debajo de los límites o valores críticos establecidos en la mayor parte de los países del mundo”, expresaron desde la Sociedad Rural de Pergamino, en un comunicado en conjunto con otras entidades rurales, en agosto del año pasado.
Para echar más luz: en la FPP participan empresas reconocidas como Rizobacter, multinacionales como Bayer-Monsanto, Don Mario, ManArRo, Agroactiva, entre otras, y también algunos representantes del Estado como el INTA, Fundación UNNOBA y –también-, el propio Municipio de Pergamino.
De esta forma, la Fundación no sólo parece aspirar a desempolvar la caridad del sector, sino a conformar un bloque de poder que se enfrente a las decisiones de algún juez incómodo. O por qué no, de toda la Justicia. De hecho, el año pasado, el comunicado que firmaron varios de los sectores que se enfrentan a las disposiciones de Villafuerte Ruzo aseguraba que se consideraban “frente a una amenaza de expansión ante este tipo de medidas judiciales”.
Pero hay más datos que muestran una cierta improvisación por parte de la Fundación Por Pergamino. Durante la campaña solidaria que encabezó en abril de 2020 ante la todavía fresca conmoción pandémica, la Fundación todavía no tenía registro legal y utilizó a otra ONG como medio para que las personas (y las empresas) puedan transferir sumas millonarias. En la actualidad tampoco hay demasiada información pública respecto a su legalidad, pero miembros de la fundación le confirmaron a elDiarioAR que ahora se encuentra en proceso de ser registrada.
¿A qué entidad utilizó la FPP para legalizar su gesta solidaria por entonces? A la Fundación Conin, con sede en esa ciudad. Su titular es César Belloso, un productor local que a su vez es presidente honorario de AAPRESID (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa) y al mismo tiempo, representa a la Fundación Por Pergamino. Es decir, Belloso conduce a la Fundación, a Conin y está vinculado a una de las entidades que forman parte de este conjunto de empresas.
En Pergamino lo describen como un “ferviente opositor” al fallo que limitó las fumigaciones y un “defensor a ultranza” de la siembra directa, una práctica que también ha instalado debates acerca de las posibles consecuencias que esto trae a la fertilidad de la tierra.
“Hemos recibido más de dos millones de pesos, casi tres millones de pesos en donaciones, que ya muchas de ellas se han hecho efectivas en muchas compras. Y casi 20.000 unidades de alimentos que también se han entregado”, dijo en ese entonces Belloso, en una entrevista con Canal 4.
El detalle al cual accedió este medio indica que, del total de la suma recaudada, unos $774.000 fueron para el Hospital San José y un sanatorio local en conceptos de “camisolines y barbijos”, desde el 6 al 26 de abril. En mayo, el Hospital recibió otro aporte de unos $480.000.
Pero también figura una donación significativa de más de $1,4 millones para “barrios vulnerables” en 2.600 bolsones de comida, cuya distribución fue administrada por la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad. Vale aclarar que no existe un informe pormenorizado donde se explique cuánto de todo este dinero aportó cada empresa en la campaña solidaria.
De hecho, Belloso, el titular de la Fundación, respondió a esa consulta de esta forma: “Es decisión de la FPP no hacer público el monto donado por cada aportante”.
A todo esto, en la ciudad es conocida la cercanía entre el titular de la Fundación y de Conin y el actual funcionario de Desarrollo del municipio, Lucas Marino Aguirre, quien representa al gobierno local en la FPP. A Aguirre lo ubican como el ala dura del PRO. De hecho, algunos lo consideran un posible candidato a intendente, en caso de que el actual jefe comunal, Javier Martínez, se retire o busque vuelo a nivel provincial.
Lo cierto es que la Fundación Por Pergamino se impone un objetivo ambicioso y con una mirada de planificación local, donde ni el gobierno local y mucho menos el Honorable Concejo Deliberante local parecen tener un rol protagónico, según aseguran fuentes conocedoras del caso a elDiarioAR.
“Propiciar el desarrollo local del Partido Pergamino y la región Norte de la Provincia de Buenos Aires, integrándose a la región y al mundo”, se puede leer en su página web, asegurando que se buscará trabajar “en la coordinación de actividades de formación y capacitación de ciudadanos; promoviendo actividades de interacción pública-privada y de trabajo en red para el aumento de la productividad mediante el agregado de valor con visión sustentable en lo social, ambiental y productivo/económico”.
En diálogo con este portal, Aguirre explicó que el municipio no realiza donaciones a la Fundación que integra, más allá de financiar el Polo de innovación Tecnológica, donde se reúnen la mayoría de las empresas de la FPP. Su apoyo es “simbólico”, cuenta, mientras ambientalistas de la ciudad continúan denunciando los estragos del agua contaminada.
¿Al gobierno local no le parece al menos incómodo participar de esta Fundación, que está integrada por los principales defensores de las fumigaciones?, preguntó elDiarioAR.
“Lo del fallo de las fumigaciones no tiene relación ni con la Fundación, ni con las empresas e instituciones que allí participan. Consecuencia: No hay incomodidad, por el contrario”, respondió Aguirre, sobre el nexo entre el Municipio y la Fundación Por Pergamino.
“La verdad, no sé qué es un defensor o un opositor a las fumigaciones. Sí conozco productores que aplican buenas prácticas de producción. Los que no cumplan con las normas, deben ser perseguidos”, cerró el funcionario.
Hambre de soja y pueblos fumigados
Hay, sin embargo, una punta más para terminar de completar el rompecabezas del agronegocio local. Conin y la multinacional Bayer-Monsanto tienen vínculos aceitados desde hace varios años.
Desde 2007, ambas encabezaron una campaña en contra del hambre y así, el presidente de Conin a nivel nacional, el doctor Abel Pascual Albino, se convirtió en un defensor acérrimo de la soja transgénica como “alimento de calidad” para acabar con la malnutrición en la Argentina. Dicha organización fue blanco de críticas, también, cuando durante el debate en comisiones por la legalización del aborto, Albino rechazó al uso de preservativos como un método eficaz para evitar embarazos. Pero eso es una historia aparte.
De lo que sí interesa informar respecto a la relación Bayer-Monsanto y Conin es que el año pasado la multinacional, creadora del famoso herbicida Round-Up, confirmó una donación por un monto de 155.000 euros para ayudar a las localidades bonaerenses más afectadas por la pandemia. El dato que une ambos lados del puente es que, en Pergamino, se hizo a través de la Asociación Civil Centro Providencia y Conin (que en esa ciudad comparten oficinas y representante). La donación era para la compra de insumos para el Hospital local y para la recaudación de alimentos.
Según precisó Bayer a elDiarioAR tras la publicación de esta nota, la empresa destinó en concreto 20.000 euros a donaciones en Pergamino, que se utilizaron para la compra de insumos para el Hospital San José y de 2.600 bolsones “con alimentos no perecederos para el Centro CONIN, que atiende a personas en situación de vulnerabilidad”.
“Todas estas operaciones se realizaron con total transparencia, en cumplimiento con nuestros requisitos internos y con las normas del país, y compartiendo la información con los medios”, aseguró la compañía.
La periodista local Anabel Pomar pudo confirmar que el año pasado en ese hospital la multinacional había levantado casillas para “evaluación y derivación” de pacientes, donde se podía observar con mucha claridad el logo verde de Bayer, una empresa que a lo largo de su historia fue condenada tres veces por actuar con “malicia y negligencia”, al establecerse que su herbicida enfermó de cáncer a cientos de personas en Estados Unidos y en el mundo.
En ese hospital, paradójicamente, muchos pacientes arriban con fuertes dolores de cabeza y garganta, extraños sarpullidos en la piel y enfermedades de gravedad, como cáncer y malformación genética. Diversas investigaciones y estudios científicos determinaron que son consecuencia directa de la exposición a los agroquímicos que se arrojan en los campos aledaños a la población.
De hecho, en Pergamino, la contundencia en las medidas que tomó la justicia federal se plasmaron el 5 de agosto de 2019, luego de que un informe del equipo de investigación de Genotoxicidad de la Universidad Nacional de Río Cuarto volviera a alarmar a los vecinos. A la ya confirmación de la existencia de agroquímicos y arsénico en el agua –algo que fue afirmado por diferentes niveles de la justicia- se le agregó la verificación del daño genético que sufre una familia entera por encontrarse expuesta a las constantes fumigaciones.
Una preocupante realidad que ya se había instalado a raíz de un trabajo realizado por el fallecido científico Andrés Carrasco, quien llegó a presidir el CONICET y que comprobó cómo los agroquímicos en sangre, en particular el glifosato, producen desde muerte celular hasta malformaciones.
Aun así, desde el municipio que conduce Martínez insisten en utilizar una frase respecto a las fumigaciones y uso de agrotóxicos: “La discusión debe ser científica y adecuada a las normas vigentes”, aseguran.
En este marco, la ciencia ya habló. Y la Justicia, también.
JP
Esta nota fue actualizada el 8/4 para aclarar el cargo de César Belloso en AAPRESID y dejar sentada la posición de Bayer respecto a las donaciones en Pergamino.