El gobierno de Javier Milei logró, por segunda vez, una tarea difícil: que todo el peronismo confluya en una marcha y pause por unas horas sus diferencias internas. Los principales dirigentes de Unión por la Patria (UP) buscaron capitalizar la movilización y tuvieron un protagonismo mayor que los demás espacios políticos.
En línea con el alto perfil que sostuvo en las últimas semanas, Cristina Fernández de Kirchner siguió la marcha desde el Instituto Patria, a metros del Congreso, donde saludó desde el balcón y dispuso una posta sanitaria para la jornada. “Yo soy hija de la universidad pública y gratuita. Mi viejo era trabajador, un poco comerciante pero muy laburante, y mi mamá también. Tuvieron una hija abogada y otra médica. Esa es la movilidad social ascendente que nos permitió ser una Argentina diferente otrora pero que vamos a volver a reconquistar”, expresó en diálogo con C5N. Lo hizo un día después de su sorpresiva visita a La Matanza, donde alimentó las especulaciones sobre la posibilidad de que sea candidata a diputada en 2025.
Sergio Massa rompió su silencio autoimpuesto en la cuenta de X, donde no tuiteaba desde las elecciones de Venezuela a fin de julio. Este miércoles apoyó el reclamo, al igual que lo había hecho en la marcha de abril. “Por un país que tenga a los hijos e hijas de los laburantes estudiando en las universidades”, escribió el excandidato presidencial. Su esposa, Malena Galmarini, participó de la marcha en las inmediaciones del Congreso.
También convocó el gobernador Axel Kicillof, que no participó porque se encuentra en México por la asunción de Claudia Scheinbaum, pero compartió una imagen de su gabinete en la multitudinaria columna bonaerense que integraron sus funcionarios junto a intendentes y legisladores, detrás de una bandera con el lema “la patria no se vende, la universidad se defiende”.
Estuvo presente una columna de La Cámpora encabezada por sus principales dirigentes, como la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el senador Eduardo “Wado” de Pedro. Por parte de Kicillof estuvieron ministros como Gabriel Katopodis, Cristina Álvarez Rodríguez, Walter Correa y Andrés “Cuervo” Larroque. Guillermo Moreno participó junto a sus militantes y Juan Grabois encabezó la columna de Patria Grande. Se sumaron otras organizaciones como la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), el Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
La centralidad del peronismo incomoda a los espacios de diálogo más frecuente con el oficialismo, que esta vez decidieron marchar. El senador nacional Martín Lousteau, presidente de la UCR, encabezó la columna de su partido y convocó a un nutrido grupo de legisladores y exfuncionarios. Sin embargo, su figura no unifica las distintas posiciones que convergen hoy en el radicalismo.
Los diputados de la UCR, la Coalición Cívica y Encuentro Federal previeron que el peronismo intentaría centralizar la convocatoria a la protesta. Por eso, el martes armaron una conferencia fugaz en el Congreso para llamar a marchar, que encabezó la diputada radical Danya Tavela, de la que excluyeron a UP. Aquella actitud dejó claro que, si bien asimilaron que los diputados del kirchnerismo voten junto a ellos, están de acuerdo sólo si se suman al fondo de la fila, pero no si intentan ganar protagonismo. Todavía no terminó de borrarse el mote de “mancha venenosa”.
Acaso en respuesta a esa decisión, el bloque de Diputados de UP marchó en unidad. Su presidente, Germán Martínez, buscó capitalizar la jornada: “El peronismo es el único espacio que está defendiendo con coherencia la bandera del financiamiento a la universidad pública. El resto tiene su matiz”, dijo en declaraciones radiales.
Desde la Rosada buscaron instalar que se trató de una “marcha kirchnerista” y Milei intentó equiparar a Cristina con Lousteau. En la previa, compartió una imagen en la que se ve a la expresidenta manipulando -como titiritera- al senador, que a su vez manipula a un estudiante universitario. De ese modo buscó acusar a ambos de estar detrás de la protesta.
La marcha opositora, más que una presión a la Rosada, lo fue al Congreso. Es el que tiene la facultad de insistir con los dos tercios luego de que Milei la vete. Milei no tiene asegurado el número para bloquear su veto, como lo hizo con la reforma universitaria, y ni siquiera sabe si tendrá los votos de todo el PRO.
El rol del sindicalismo
Los dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) convocaron a la marcha, aunque su participación fue dispar y volvió a exponer las tensiones entre los sindicatos “dialoguistas” y el sector más combativo que encabeza el camionero Pablo Moyano.
Mientras que algunos dirigentes se volcaron a las calles, otros tuvieron una presencia meramente simbólica, sin movilizar militantes, en sintonía con las especulaciones que se abrieron luego de que el lunes una delegación de la CGT fuera recibida en la Casa Rosada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el principal asesor de Milei, Santiago Caputo.
En contraste, fue más masiva la participación de todos los sindicatos docentes, como UDA, Ctera y Suteba. las dos fracciones de la CTA, encabezadas por Hugo Yasky y Hugo Godoy, llamaron a las calles con un comunicado conjunto.
LA/DTC