Cinco meses pasaron de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada y un dato llama la atención por su extrema rareza: el silencio ensordecedor de su jefe de Gabinete, Nicolás Posse, una figura clave en el organigrama del oficialismo. Al exgerente de Aeropuertos Argentina 2000 no se le conoce declaración pública alguna en el tiempo que va de gobierno de La Libertad Avanza. Sin embargo, como sucede con todo, a esa reserva minuciosamente cultivada le llegó su fin: el próximo miércoles 15 tendrá que cumplir con la obligación constitucional de presentarse en el Congreso para dar su primer informe acerca del rumbo de la gestión libertaria.
Según pudo saber elDiarioAR de fuentes oficiales, la cita está prevista para las 11 de la mañana en el recinto del Senado. Allí, el jefe de Gabinete deberá poner a prueba su carácter y enfrentarse a los legisladores opositores que en las últimas semanas le hicieron llegar por escrito cerca de 2.300 preguntas. De ese total, luego de descartar las repetidas, quedaron poco más de 1.400. Se trata de un número récord, superior incluso a las 1.100 que debió responder Santiago Cafiero en su exposición de junio de 2021.
Pese a que no concurrió al Congreso ni en marzo ni en abril como la ley se lo exigía, Posse estuvo lejos de encontrarse en falta si se lo compara con otros jefes de Gabinete. Según un relevamiento oficial, mientras que Cafiero, pandemia mediante, demoró seis meses y ocho días en rendir cuentas ante los legisladores, Marcos Peña se presentó por primera vez en el Congreso cuatro meses y 17 después de la asunción de Mauricio Macri como presidente. Distinto es el caso, por ejemplo, de Juan Manzur, quien pospuso más de ocho meses su primera visita al Parlamento. O el de Aníbal Fernández, que durante todo el 2015 no dio cuenta del rumbo de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, desoyendo esa disposición constitucional.
Sin embargo, el caso de Posse no deja de ser singular en los 30 años de existencia de la Jefatura de Gabinete, incorporada al organigrama gubernamental con la reforma constitucional de 1994. Es que los movimientos del exCorporación América se alejan del papel que, en la teoría, debe cumplir su figura: se lo ve poco propenso a aceitar el vínculo institucional con el Congreso y más interesado en monitorear el abanico de negocios que habilita el plan de desregulación de la economía impulsado por Milei, con la potencial privatización de empresas públicas que permitiría la aprobación de la la ley Bases en el centro de sus intereses.
En ese marco, fueron varios los pedidos para que uno de los funcionarios de mayor confianza de Milei —Posse forma parte del segundo círculo de extrema confianza del jefe de Estado, solo por detrás de Karina Milei y del asesor estrella, Santiago Caputo— se hiciera presente en la comisión bicameral de Trámite Legislativo para dar explicaciones acerca del DNU 70/23. Durante el verano, el argumento oficial fue que se lo citaría recién después de que sean tratados todos los decretos de Alberto Fernández y Mauricio Macri. Sin embargo, el megadecreto de Milei llegó sin dictamen de comisión al recinto del Senado, donde finalmente fue rechazado el 14 de marzo pasado.
En enero, en tanto, se había dado una situación similar cuando Unión por la Patria reclamó su presencia en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados que debatía la ley Bases. “No somos tontos ni tontas. Durante los tres días de los plenarios de las comisiones no vimos al ministro de Economía, Luis Caputo, ni al jefe de Gabinete de ministros, Nicolás Posse, y tampoco apareció su autor intelectual Federico Sturzenegger”, se quejaba la bancada de Unión por la Patria a través de un comunicado. El intento, sin embargo, tampoco tuvo éxito y el Gobierno hizo oídos sordos al pedido.
El inminente debut público de Posse fue confirmado a elDiarioAR desde el entorno del funcionario, luego de que se echaran a correr versiones que ponían en duda la conveniencia de su presencia en el Senado: algunas voces en el oficialismo especulaban con que perjudicaría las negociaciones en torno a la Ley Bases y el paquete fiscal, cuyo tratamiento en comisión ocupó la agenda legislativa de la semana que pasó. La Libertad Avanza buscó hasta último momento que ambos proyectos fueran debatidos en el recinto de la Cámara Alta el próximo jueves 16, algo que finalmente no ocurrirá debido a que las críticas de los bloques opositores dilataron el dictamen. Se espera que la votación tenga lugar al filo del Pacto de Mayo.
PL/MG