Una reunión nocturna encabezada por Sergio Massa en Economía selló el camino del Presupuesto 2023 en el Senado. El ministro fue anfitrión ayer de una cena con un nutrido grupo de legisladores oficialistas y aliados, que finalmente hoy firmaron despacho de comisión al proyecto de Ley de Leyes, el que ordena los gastos y las inversiones de todo el Gobierno para el año electoral.
Ahora se espera que la iniciativa se discuta en el recinto de la Cámara alta el jueves 17 de noviembre, al filo del final de las sesiones ordinarias del Congreso, pero sobre todo al borde del comienzo del Mundial de Qatar. Massa cumpliría así el calendario que se propuso cuando envió el proyecto a Diputados a mitad de septiembre. También se quitará de encima “la cruz” que le dejó el fracaso del año pasado, cuando fracasó junto a Máximo Kirchner en el Presupuesto 2022, hecho inédito en la historia política reciente.
Los senadores oficialistas de la Comisión de Presupuesto y Hacienda firmaron este jueves dictamen de mayoría al proyecto que tiene como puntos centrales la previsión de un gasto global de casi $ 29 billones, un déficit fiscal de 1,9% –marcado por el acuerdo con el FMI–, una pauta inflacionaria de 60% y que prevé destinar el 70% de los recursos a rubros sociales. Fue la segunda jornada de debate, luego de que ayer se hicieron presentes funcionarios de Economía para brindar precisiones sobre la iniciativa.
Pese a que desde Juntos por el Cambio reclamaron en vano la presencia de Massa, es muy probable que la coalición opositora acompañe la iniciativa en la votación, aunque dividida, como sucedió en Diputados: los radicales apoyaron, mientras los macristas se abstuvieron. La jugada no beligerante de la oposición se dio gracias a que el Gobierno permitió cambios en el texto original, como incluir una cláusula gatillo por la que si la inflación del 2023 supera el estimado del 60%, se envíe un proyecto de ley al Congreso para discutir el destino de los fondos extras que se recauden impositivamente. También se subieron las partidas para subsidios al transporte en las provincias.
La oposición además volteó el artículo del proyecto que imponía que todos los funcionarios del Poder Judicial comiencen a pagar Ganancias, así como se quitó la potestad para que el Ejecutivo aumente a discreción las retenciones a los granos. La norma, modificada en su discusión de comisión y luego en el recinto de la Cámara baja, obtuvo 180 votos positivos, 22 negativos y 49 abstenciones, el apoyo más holgado en los últimos veinte años.
“¿Van a acompañar o no el Presupuesto en el recinto?”, acicateó hoy a la bancada opositora la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti, de Mendoza, durante la discusión en comisión. “No estoy en condiciones de dar una respuesta por los 33 senadores del interbloque. Pero estamos activos trabajando, quédense tranquila senadora que vamos a estar el día del debate en el recinto”, respondió Víctor Zimmermann, de la UCR-Chaco, segundo en la comisión de Presupuesto.
Zimmermann marcó la postura opositora y cruzó reclamos al oficialismo: “Ayer hemos tenido una jornada muy interesante de trabajo con los funcionarios que vinieron a darnos información. Si bien fue en forma parcializada, después vimos a la noche una foto del ministro de Economía que a la noche recibió a los funcionarios y senadores que tienen la posibilidad de hacerlo, no estoy en contra de eso, pero me hubiese gustado que viniera el ministro y el presidente del Banco Central a nuestra casa como lo hemos requerido”.
“Jugando con la híper-inflación”
Ayer por espacio de casi cuatro horas, los senadores escucharon la descripción del proyecto de Presupuesto que brindaron los secretarios de Programación Económica, Gabriel Rubinstein; de Hacienda, Raúl Rigo; y de Finanzas, Eduardo Setti. “Considero totalmente realista y factible bajar la inflación al 60 por ciento, haciendo cosas aparte en la política fiscal. No estamos inmersos en un plan de estabilización”, defendió Rubinstein.
El funcionario mencionó que “cuando hablamos de un 60 o 70 de inflación, es que estamos coqueteando con la híper, pero reducimos ese riesgo mediante distintas acciones”. Rubinstein fue el principal encargado de responder las preguntas hechas por los legisladores de la oposición. En ese marco dijo que el Presupuesto 2023 es “de transición” y que tiene como objetivo “lograr una situación más ordenada fiscalmente”.
“Vamos en camino hacia el equilibrio fiscal y a pensar en llegar a la macroeconomía que logramos hace 20 años, cuando llegamos a tener un superavit fiscal de 3 puntos del PBI. Hoy tenemos 6000 millones de reservas netas. Entonces teníamos 40 mil millones”, sostuvo el viceministro.
“Hay que hacer un gran esfuerzo para llegar al 60 por ciento de inflación, lo cual debería ser, en teoría, fácil. Hay quienes piensan que primero hay que crecer y luego bajar la inflación: eso es contra toda la evidencia teórica y empírica”, resaltó.
Con el dictamen firmado, âây pese a la postura opositora, el FdT no tendría comprometida la aprobación del Presupuesto. A priori, el interbloque oficialista contaría con 34 senadores propios –ausente estará José Mayans, quien permanece internado por problemas de salud–. A ellos se sumarían los aliados habituales como la misionera Magdalena Solari Quintana, el rionegrino Alberto Weretilneck y la riojana Clara Vega, que estuvo en la cena de anoche con Massa. También daría su apoyo la cordobesa Alejandra Vigo –esposa del gobernador Juan Schiaretti–. Quedaría pendiente saber si los 18 radicales también juegan en bloque, como sus pares de la Cámara baja. Todo se definirá en dos semanas.
MC