Apenas horas después de que la Justicia le diera la razón a Chubut en su disputa con la Nación por la retención de más de $13 mil millones de su coparticipación, los gobernadores de la Patagonia le enviaron un fuerte mensaje de unidad a Javier Milei y le exigieron que convoque a una mesa de diálogo. El chubutense Ignacio Torres encabezó la cumbre acompañado por sus pares de La Pampa, Sergio Ziliotto; de Neuquén, Rolando Figueroa; de Río Negro, Alberto Weretilneck, y de Santa Cruz, Claudio Vidal (el fueguino Gustavo Melella se ausentó por temas de agenda). El lugar fue por demás simbólico: el salón Azul del Senado de la Nación, a metros del despacho de Victoria Villarruel, que lo cedió sin poner obstáculo. No hubo, sin embargo, reunión con la vicepresidenta.
“El tema está saldado, no tiene que haber más conflicto”, enfatizó Torres en la conferencia de prensa, durante la cual trascendió que el Gobierno apelaría la medida judicial en primera instancia incluso con un per saltum para que resuelva la Corte Suprema. Los mandatarios buscaron romper con el fuerte tono confrontativo que el Presidente expuso en los últimos días: lo invitaron de hecho a que esté presente el 7 de marzo próximo en Chubut para la creación de un Parlamento patagónico integrado por legisladores de todas las provincias. Torres además declinó finalmente su amenaza de paralizar la producción de combustible, medida a la que ayer se había plegado su par de Tierra del Fuego.
“Si no nos visibilizaban, nos pisaban”, dijo el mandatario chubutense como justificación a su temeraria medida, que incluso le provocó ruido en su partido, el PRO. Patricia Bullrich y un centenar de dirigentes amarillos habían firmado un duro documento en contra de Torres. No lo suscribió Mauricio Macri, con quien el gobernador se había reunido el viernes pasado, poco antes de pronunciar públicamente su desafío a la Nación.
La foto de los gobernadores (Vidal se conectó vía Zoom) tuvo una previa en el despacho de la senadora Mónica Silva, del riñón de Weretilneck. Allí acordaron las intervenciones de cada uno ante el público y la prensa convocada. Fue a través de los senadores patagónicos que los mandatarios pudieron mostrarse en el salón más importante de la Cámara alta. Todo un gesto de Villarruel prestarlo –con un perfil más dialoguista que el de Milei–, lo que le permitió a los patagónicos darle mucha más visibilidad e institucionalidad a su exposición.
Para la vice, además, es dar una señal de distensión cuando el mega DNU presidencial se encamina a ser rechazado en el Senado. De hecho los gobernadores tenían en agenda después de la cumbre reunirse con sus respectivos bloques de legisladores con ese tema como agenda ineludible.
“Le proponemos al Gobierno nacional participar activamente de una agenda de desarrollo patagónico que nos permita generar más divisas”, le tendió una mano Torres a Milei. “Ningún gobernador pretende que al Gobierno le vaya mal. Esto no es un Boca-River”, metaforeó, luego de haber dicho que “no quería ir a la guerra”.
Último en hablar, como si fuera ensayado, fue Weretilneck el que le pasó la pelota a Milei casi de manera personal: “Queremos invitar al Presidente a que visite la provincia del Chubut”, dijo sobre el Parlamento patagónico que se va a poner en marcha el 7 de marzo en Rawson. “A pesar de lo personal y lo político, el espíritu es el del diálogo. No hay provincia sin Nación y no hay Nación sin provincia”, consideró el rionegrino, de extracción peronista, muy ligado a Sergio Massa.
El variopinto abanico de colores políticos que abarcan los gobernadores patagónicos es una muestra del desafío que tomó la Casa Rosada al buscar enfrentarse con las provincias. “Lo que no resolvió la inmadurez política, lo resuelve la Justicia”, le dedicó el santacruceño Vidal, que desbancó en la provincia al kirchnerismo luego de varias gestiones en el poder. Difícil considerarlo del lado de la oposición más dura a los libertarios: “Hay que acompañar a este gobierno. Personalmente quiero que a este Gobierno le vaya bien, pero tiene que haber respeto. Basta de violencia mediática”, pidió el mandatario.
Más moderado fue Figueroa, dueño de los principales yacimientos petrolíferos del país. De hecho el gremio del sector en Neuquén no estaba de acuerdo en avanzar en el corte del suministro. El gobernador se limitó a describir la desigualdad de las provincias del Sur ante el resto: “Recibimos la energía más cara, el transporte más caro y pagamos más en impuesto a las Ganancias”, reclamó. Pese a la marcha atrás de Torres, no hubo aún un llamado por parte del Presidente.
MC/JJD