En un acto por el Día del Profesor, celebrado en el Senado de la Nación en conmemoración de José Manuel Estrada, la vicepresidenta Victoria Villarruel pronunció un discurso en el que hizo un llamado a “alejar de las aulas” a aquellos docentes que, según su visión, se enfocan más en transmitir ideologías políticas que en brindar una educación de calidad. Y reclamó que el objetivo central de la educación sea la formación del “perfil moral” de los estudiantes, alejándolos de cualquier influencia ideológica.
En la antesala de la discusión en el Congreso del Presupuesto 2025, que ya está siendo cuestionado por sus magras partidas para la educación, Villarruel sostuvo: “Todos estamos de acuerdo con que debemos mejorar gradualmente el salario y las condiciones de los profesores que hallaron en la educación su vocación, pero también de forma imperiosa debemos alejar de nuestras aulas a aquellos que terminaron siendo educadores más por azar, conveniencia o derecho adquirido que por el deseo de construir una Argentina mejor”, planteó.
Con un mensaje en el que esta vez —a diferencia de otras apariciones públicas— buscó alinearse con el gobierno de Javier Milei, Villarruel disparó contra el kirchnerismo: “¿Con qué moral los detractores profesionales, que no quieren que nada cambie, critican el equilibrio fiscal de nuestro gobierno? ¿Son los mismos que permitieron que la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo tuviera $1.500 millones destinados para sólo 16 egresados? ¿O son los mismos que callaban mientras el ex Ministro de Planificación, Julio De Vido, contrataba por más de $300 millones obras para la Universidad de San Martín con un 56% de sobreprecio?”, lanzó.
Pero el kirchnerismo no fue su único blanco: la vicepresidenta comenzó su intervención destacando una reciente declaración de una autoridad de la Universidad de Buenos Aires, que expresó, según ella misma citó, que la universidad pública debía trabajar en el perfil político de sus graduados. Entonces, calificó esta afirmación como “más grave de lo que el periodismo admitió” y señaló que representa uno de los mayores problemas del sistema educativo argentino actual.
Pareció aludir, de esta manera, al dirigente radical —del sector de Martín Lousteau— y actual vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, quien señaló que “la mayoría de los funcionarios del Gobierno”, entre los que mencionó a Luis Caputo, ministro de Economía, y Federico Sturzenegger, de Desregulación y Transformación del Estado, “se formaron en las universidades públicas”, con lo cual, según dijo, “las universidades tienen problemas” porque, según concluyó, “vos no podés formar a tu verdugo”.
De inmediato, la vicepresidenta aludió a una “oligarquía universitaria” lleva décadas tratando de “penetrar las mentes” de los estudiantes, con el objetivo de imponer visiones políticas particulares, en lugar de formar profesionales capacitados y comprometidos con el bienestar de la nación.
Villarruel afirmó que la educación debe tener como finalidad principal “el desarrollo de la fibra moral de los individuos y no su adaptabilidad para el valor político de turno”. “No voy a ser autorreferencial, pero tengo que mencionar que cursé abogacía en la Universidad de Buenos Aires y ya, hace más de 20 años, pensar distinto era estigmatizado, penado y castigado a veces con el aplazo de una materia. Soy uno de los estudiantes que padecieron a docentes más preocupados en sostener su ideología y sus dogmas que en transmitirnos los conocimientos necesarios para poder desenvolvernos con solvencia en nuestras profesiones”, aseveró.
Dijo ser de los alumnos “que en la casa donde se forma el espíritu crítico y se debate era mejor estar callados y mimetizados en la masa silenciosa”. “Dejemos de pensar en construir el perfil político de los egresados, que sean ejecutores serviles del que nada cambie y empecemos a formar el perfil moral de esos argentinos para que sean gestores del que todo sea mejor para el bienestar general de nuestro pueblo y el bien común de nuestra nación”, afirmó la vicepresidenta.
JJD