Con la llegada de Gerardo Werthein a la jefatura de la Cancillería, la Casa Rosada se prepara para avanzar con su anunciado plan de “purga” ideológica en el Ministerio de Relaciones Exteriores. La intempestiva salida de Diana Mondino trajo consigo la instrucción de una “limpieza” en el cuerpo diplomático, cuya punta de lanza promete abrir un nuevo conflicto interno: la realización de una auditoría al personal de carrera para “identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”, tal y como anticipó la Oficina del Presidente en su comunicado de la semana pasada.
Pese a que todavía no fueron detallados los mecanismos de este patrullaje ideológico ni sus implicancias legales, las primeras directivas de Milei comenzaron a circular este lunes por los pasillos oficiales. En el entorno del Presidente dieron luz verde para repasar los perfiles de embajadores, cónsules y otros diplomáticos de alto rango, con el fin de evaluar la disposición de cada uno de ellos a alinearse con la “batalla cultural” de La Libertad Avanza. Al mismo tiempo, también barajan la posibilidad de una reestructuración en Cancillería, que permita reducir personal y hasta ajustar sueldos y viáticos.
Pero la obsesión principal del “triángulo de hierro”, con el asesor Santiago Caputo a la cabeza, en realidad es otra: identificar a quienes intervinieron en el voto de Argentina en la ONU contra el bloqueo estadounidense a Cuba, el “imperdonable error” que, como aseguró hoy el Presidente, le costó el puesto a Mondino “en treinta minutos”. Según pudo saber elDiarioAR, la idea del Gobierno es revisar esa votación en particular y “rastrear las comunicaciones internas” que llevaron a la decisión que terminó con la aventura de la economista en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Yo había definido que mi alineamiento era con Estados Unidos e Israel, nosotros teníamos que estar ahí”, le dijo este lunes Milei a su pareja, la conductora Amalia “Yuyito” Gonzaléz, durante la visita a su programa. Para el Presidente, el voto argentino en el organismo “no solo le costó el puesto a Mondino”, sino que fue más allá y aseguró que los responsables serán “sumariados y echados”.
“Viven una vida parasitaria y creen que 200 tipos pueden manejarles la vida a 8.000 millones y me parece una locura”, lanzó el libertario, con dardos venenosos contra la “casta diplomática”, como se les escuchó decir a varios funcionarios en los últimos días. “Son traidores a la patria. Estamos viendo la forma de echarlos y hacerlos pagar. La política exterior la fija el Presidente, si querés hacer lo que te parece, tenés que ganar las elecciones”, remarcó.
Fuentes del Palacio San Martín especificaron a este medio que cuando se trata de resoluciones en la ONU, el canciller solicita la intervención de la Dirección de Organismos Internacionales, un organismo que depende de la Subsecretaría de Política Exterior, donde recientemente Eduardo Bustamante reemplazó a Leopoldo Sahores. Por eso, en Balcarce 50 aseguran que, aunque la Cancillería suele hacer recomendaciones basadas en análisis técnicos, la decisión final debe seguir el criterio del primer mandatario, algo que, según ellos, Mondino no siempre respetaba.
De hecho, en el Gobierno se entusiasman con que Werthein le otorge una impronta de mayor previsibilidad y cercanía a la gestión al frente de la Cancillería. El empresario y expresidente del Comité Olímpico Argentino (COA) mantiene una muy buena sintonía con la cúpula libertaria, algo que contrasta con la frialdad que en los últimso tiempos marcó el vínculo entre Milei y Mondino, su otrora compañera de campaña en 2023.
El Presidente se reunió este domingo con su flamante canciller en la Quinta de Oivos, donde repasaron la agenda internacional y posibles reemplazos en Washington. La designación del sucesor de quien hasta ahora se desempeñó como embajador argentino ante los Estados Unidos se encuentra todavía en suspenso, a la espera de lo que ocurra este martes con la elecciones presidenciales en el país del norte, que enfrentarán a Donal Trump con Kamala Harris.
El primer gran evento para Werthein, que jurará este lunes a las 18.30, será la cumbre del G20 en Río de Janeiro el 18 y 19 de noviembre, seguida de la cumbre Iberoamericana en Ecuador, donde se espera terminar de poner paños fríos a la relación con España. A esto le seguirá una audiencia con el Papa Francisco el 25 de noviembre por el aniversario del tratado de paz con Chile y, el 6 de diciembre, la cumbre del Mercosur en Montevideo.
PL/MG