El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) destacó que si bien la pandemia aceleró los trabajos a través de plataformas digitales en la región durante el último año, solo el 16% de la fuerza laboral latinoamericana podía catalogarse como trabajador de plataforma digital activo o potencial en 2019.
Según datos publicados por la institución, el 9,4% de los trabajadores de once de las principales ciudades de la región prestó un servicio por medio de una plataforma en 2019, mientras que el 6,7% estaba registrado como proveedor en una plataforma, aunque sin actividad.
Las ciudades que presentaron un mayor porcentaje de empleos digitales fueron Panamá (23%), Bogotá (20%) y Quito (19%).
Con motivo del día internacional del trabajo, el organismo resaltó que la región se encuentra con el reto de las plataformas digitales en el ámbito digital, ya que estas suponen “una oportunidad al permitir un uso más eficiente de los recursos y proveer flexibilidad tanto a las empresas como a los trabajadores”.
No obstante, también advirtió de que presentan riesgos, como una mayor volatilidad en los ingresos y el posible deterioro de las condiciones de empleo, particularmente del acceso a la protección social. Asimismo, alertó que en este tipo de empleos es más probable que los nuevos trabajadores digitales sean autónomos o empleados por cuenta propia y no empleados formales.
Según CAF, del total de trabajadores con actividades digitales antes de la pandemia, el 60% eran autónomos, el 27% asalariados, el 10% empleadores y el restante 3% se complementaba con trabajadores familiares sin remuneración, miembros de cooperativas y empleados domésticos.
Los datos revelan también que -en promedio para todas las categorías de ocupación- el empleo en plataformas digitales constituía una actividad principal en el 41% de los casos. Sin embargo, era mayor entre los autónomos que en el resto de las categorías de empleo; también era más frecuente entre los hombres que entre las mujeres, entre los más jóvenes y los de mayor edad que entre los de edades intermedias, así como entre los de menor educación.
“El crecimiento reciente del empleo de plataformas hace necesario repensar las instituciones de protección social y adecuarlas a las características del mercado laboral actual”, ha indicado el economista principal de la Dirección de Investigaciones Socioeconómicas de CAF, Guillermo Alves.
Alves explicó que el acceso a los beneficios sociales por parte de los trabajadores de plataforma presenta desafíos similares a los que genera la cobertura del empleo independiente tradicional. “En este sentido, la tecnología podría convertirse en un aliado al facilitar el registro de las actividades y el pago de las obligaciones”, concluyó.
Las condiciones laborales de este tipo de empleo juegan un rol especial debido a que en algunas ocasiones las horas de trabajo suelen ser prolongadas e imprevisibles. La mitad de los trabajadores de plataformas digitales ganan menos de dos dólares por hora, revela un reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Entre los desafíos para mejorar la calidad de vida de los trabajadores de plataformas también está la regularidad del trabajo y de los ingresos, la libertad de asociación y de negociación colectiva, entre otros.
Las plataformas digitales llegaron para quedarse y suman oportunidades laborales, especialmente para los jóvenes; mientras que a las empresas les permiten acceder a una base de trabajadores amplia, flexible y con calificaciones diversas, además de ampliar su base de clientes. El desafío está en fomentar un diálogo constructivo entre autoridades, empleadores y trabajadores para definir regulaciones acordes a esta nueva realidad que mejoren la calidad de vida de la población y la competitividad de la región.
Con información de Europa Press.
IG