Norma Nievas, pensionista argentina, madre de ocho hijos y abuela de 25 nietos, cocina en la sala de estar y busca agua en el patio. En 2023, el Estado comenzó a construirle baño y cocina dentro un plan de integración sociourbana de barrios pobres. Pero esta y otras obras del plan aquí en el suburbio bonaerense de San Martín y en toda Argentina fueron paradas por el gobierno de Javier Milei.
“Yo sola no lo podía terminar de hacerlo. Lo necesito porque quiero vivir dignamente, como tiene que ser. Si uno me pide permiso para venir al baño y le tengo que hacer entrar al que yo tengo... no, no, es una vergüenza”, dice Norma.
En San Martín se frenó no sólo la construcción de baños y cocinas, clave para la sanidad de las familias, sino también la conexión de agua potable y cloacas, la instalación eléctrica segura, la pavimentación de calles y pasillos y el tabicado de arroyos. Sólo hay dinero para avanzar un mes más en la ampliación de una escuela, según Zulma Duette, quiene es coordinadora de la cooperativa constructora y vecina de estos barrios.
“Poder caminar con una vereda bien hecha o poder abrir una canilla y tener el agua o las cloacas, que nosotros como cooperativa y como vecinos luchado mucho por tenerlas, y que ahora que veníamos haciendo un trabajo con los compañeros y ahora se pare, es es muy lamentable. A partir de marzo tenemos 200 compañeros sin trabajo”, cuenta Zulma.
El gobierno de Milei bajó el déficit fiscal del 5% del PIB en 2023 al 0% en enero con podas de gastos: cortó a un quinto la obra pública. Además redujo 97% el financiamiento de un impuesto al plan de integración sociourbana. El concejal de su partido en San Martín, Marcelo Ballester, repite la frase de Milei, “no hay plata”, pero reclama que las obras allí iniciadas se terminen.
“A mí me parece que la lógica de 'no hay plata' también la tenemos que hacer en este caso, pero también pensando en que sería un perjuicio no seguir una obra porque el costo sería mucho más alto para hacia adelante y la obra la gente lo necesita. Veremos si nos dan la respuesta adecuada. Yo creo que sí”, afirma Ballester.
En la ciudad de Buenos Aires, María Migliore impulsó la integración sociorubana cuando fue ministra de Desarrollo Humano. Lamenta que Milei recorte el financiamiento de esta política: “Es un error desfinanciar esta política”, asegura la exfuncionaria. “Creo que es una de las pocas políticas de Estado que existe en Argentina y que además viene probando con resultados concretos en jurisdicciones como la ciudad de Buenos Aires que la integración sociourbana es la mejor herramienta para combatir la pobreza estructural”
Pero el presidente argentino puso como prioridad el equilibrio fiscal. La obra de integración sociourbana de San Martín deberá esperar.