“El maltrato hacia Lucio fue creciendo a lo largo del tiempo”, afirmó la fiscal Mónica Rivera, una de las integrantes del equipo del Ministerio Público Fiscal de La Pampa que investigó el crimen del nene de 5 años que murió tras una golpiza y por el que están acusadas su mamá y la novia. “Se hizo una apertura de los dos teléfonos celulares y se pudo reconstruir no solo lo que pasó el día del hecho sino casi un año antes, ver cómo era el trato hacia Lucio y cómo iba evolucionando y cómo con el tiempo iba aumentando la agresividad y cuáles eran los castigos”, agregó la funcionaria en diálogo con elDiarioAr en el día previo a la sentencia.
Rivera explicó que las conversaciones y las fotos que Magdalena Espósito Valenti y su novia, Abigail Páez, se enviaban por WhatsApp permitieron corroborar el maltrato infantil que padeció Lucio Dupuy. Un maltrato que aumentó con el correr de los meses. “Pudimos tener en vivo y en directo por la boca de las imputadas como era el trato, fue una prueba fundamental. El maltrato fue creciendo a lo largo del tiempo, eso se pudo determinar de manera fehaciente por la prueba contundente. Nos actualizó el momento: es escuchar, es sentir, es la emoción de leer el mensaje, es retrotraerse en el tiempo al hoy”, agregó Rivera.
Pudimos conocer cuál es la personalidad de ambas imputadas: tienen una personalidad perversa que las motivó a cometer el hecho
Otra de las pruebas que la fiscalía considera clave es la autopsia del cuerpo del nene. “Los rastros quedaron en el cuerpo, la autopsia fue sumamente importante porque todos estos registros que vimos en los celulares quedaron y hablaron por sí mismos en la autopsia”, le explicó la fiscal Verónica Ferrero a este diario. Además, también resaltó la importancia de las pericias psicológicas: “Pudimos conocer cuál es la personalidad de ambas imputadas: tienen una personalidad perversa que las motivó a cometer el hecho”.
Además de los testimonios de los vecinos y vecinas, también declaró una maestra del nene que detalló una situación que vivió en el jardín de infantes. También fue muy importante el registro fílmico, que permitió constatar que las dos mujeres estuvieron en su casa en las horas previas a la muerte de Lucio. La fiscalía hizo un seguimiento con las dos cámaras de la vecina y con el lugar de trabajo de Espósito Valenti, que dijo que estaba trabajando cuando su hijo murió. “La posibilidad de tener las cámaras de seguridad de una vecina que grabó las entradas y salidas del domicilio el día del hecho fue una prueba contundente para probar que ellas dos fueron las únicas personas que estuvieron presentes ese día en la casa y que fueron las únicas que tuvieron contacto con Lucio. Eso lo conectamos con las cámaras del Casino Club”, agregó Ferrero.
Con todas estas pruebas, el grupo de fiscales considera que el Tribunal de Audiencias de Santa Rosa tiene elementos suficientes para condenar a las dos mujeres a cadena perpetua por homicidio triplemente agravado y abuso sexual gravemente ultrajante.
CDB