Comienza el juicio por el crimen de Araceli Fulles, quien en 2017 fue hallada asesinada, y con signos de haber sido asfixiada. En una casa de la localidad bonaerense de José León Suárez, la familia de la víctima pidió que los ocho imputados, siete de los cuales están en libertad, “se queden de por vida en la cárcel”, al tiempo que denunció haber recibido “mensajes intimidatorios”. En tanto, fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que uno de los acusados, con antecedentes de haber amenazado a uno de los testigos del caso, fue detenido ayer cuando se disponía a votar en el marco de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).
“Yo espero perpetua. Que se queden de por vida y se pudran dentro de la cárcel. Porque a mi hija no la voy a ver más”, dijo Mónica Ferreyra, madre de la víctima, y agregó: “Estoy bastante ansiosa porque tengo que volver a recordar todo eso que pasó hace cuatro años y cinco meses. Va a ser muy duro remover todo eso.”
Fuentes judiciales informaron a Télam que el juicio comienza este lunes en el Tribunal Oral en lo Criminal 3 (TOC) 3 de San Martín, integrado por los jueces Martín Klobovs, Carolina Martínez y Aníbal Bellagio. La fiscal de juicio será Mariana Piwarczuk, mientras que el abogado Diego Szpigiel representará a particular damnificado.
Los voceros precisaron que a lo largo del debate comparecerán entre 150 y 300 testigos, y se prevé que el mismo se extienda hasta el 7 de octubre.
“Los dichos de los testigos será una forma de unir cabos. El problema es que digan la verdad. Nuestros testigos ya fueron intimidados previamente y tienen miedo de lo que pueden llegar a pasar”, sostuvo Mónica.
Por su parte, los acusados que llegan a juicio son Hernán Rodrigo Badaracco, su jefe Carlos Casalz, Hugo Cabañas, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos. Los ocho están imputados de “homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas”, delito que prevé la pena de prisión perpetua.
Araceli (22) fue hallada muerta el 27 de abril debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco (31), ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín, en el noroeste del conurbano. La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril de 2017, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: “Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa”. Pero Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
La autopsia determinó que la joven murió por “asfixia mecánica” por “estrangulamiento a lazo” con un elemento compatible con precintos plásticos.
Por el caso, Darío Badaracco, hermano del acusado Hernán Rodrigo, fue el principal detenido y murió el 13 de abril de 2019 luego de haber permanecido internado cinco días en un hospital de la ciudad de Olavarría, tras ser atacado a golpes y quemado con agua caliente por dos compañeros de celda en el penal de Sierra Chica. Mientras que los otros ocho imputados fueron excarcelados por la Cámara de Apelaciones de San Martín que consideró en septiembre del 2017 que por la “ineficiencia del sistema investigativo” no pudieron obtenerse las pruebas necesarias para probar sus participaciones en el hecho.
La falta de los resultados de los peritajes, la mala conservación de las muestras recolectadas en el lugar del hallazgo del cuerpo y el sembrado de “falsas pistas”, fueron los argumentos esgrimidos por Carlos Hermelo, presidente de dicha sala. Aquella decisión fue calificada de “absurda” por el abogado Szpigiel y hasta hoy genera “impotencia” en la familia de la víctima.
“¿Cuántas Aracelis pueden haber ocurrido estando ellos en las calles? Nos da mucha bronca”, se preguntó la madre de la víctima. La mujer también denunció haber recibido un video intimidatorio hace 15 días, el cual tenía una duración de nueve segundos y mostraba al imputado Casalz portando una ametralladora. “Me mandaron este chat a las cuatro de la mañana un video de este tipo caminando con una ametralladora. Pero no les tengo miedo. A mí ya me mataron”, indicó Mónica.
“Uno ya sabe con quién se está metiendo. Es gente acusada de tener vínculos con el narcotráfico y sabés que te van a mandar intimidaciones”, agregó. Sobre la procedencia del video, la mujer dijo: “No sé quién me lo mandó, pero tomé captura de pantalla de lo que me mandaron, y lo denuncié ante la fiscal.”
A su vez, las fuentes policiales indicaron que Casalz (39) fue detenido ayer de urgencia por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) San Martín cuando iba a votar en una escuela de Villa Ballester y por orden del TOC 3. Un vocero judicial explicó a Télam que la fiscal de juicio pidió al tribunal que ordene la detención ante la posibilidad que no comparezca en el debate cuando se lo requiera y los magistrados aceptaron el planteo. De acuerdo al abogado Szpigiel, este imputado ya fue condenado a dos años de prisión por amenazas a un testigo de la causa cuando salió de la cárcel la primera vez en 2017 y luego de purgar es apena volvió a estar en libertad.
Por otro lado, la mamá de Araceli comentó que su familia “continúa destrozada” por la muerte de su hija y que “su ausencia será un dolor que jamás podrá ser reparado”.
“La familia está destruida. Nos falta una pieza importante. Es un dolor que no vamos a reparar nunca. Extrañamos su sonrisa. Lo primero que hago es llegar a mi casa y abrazar su foto y decirle cuánto la extraño. Tratamos de seguir unidos por el juicio”, expresó. Y concluyó: “Acá en San Martín hay muchos casos y los apoyamos en todos los juicios. No he visto ningún político que hable de la inseguridad y de los femicidios. Todos los días encuentran mujeres muertas.”
Con información de agencia Télam.