La primera fue el 7 de marzo del año pasado: un hombre de 64 años que había viajado a Francia y que aún no había recibido su diagnóstico positivo de Covid-19 murió en el Hospital Argerich. La confirmación de su testeo llegó después, y cuando se sabía demasiado poco sobre esta pandemia que desembarcó en el país hace más de 16 meses, las autoridades sanitarias de la Ciudad y la Nación aclararon enseguida que, preventivamente, el hombre había sido aislado. Se llamaba Guillermo Abel Gómez, tenía diabetes, hipertensión, bronquitis crónica e insuficiencia renal, y su muerte por Covid-19 fue no sólo la primera en la Argentina sino en Latinoamérica. Desde ese día hasta este miércoles pasaron 494 días: con el registro de 614 muertos reportados hoy, el coronavirus provocó la muerte de 100.250 personas en la Argentina. Hoy se registraron además 19.697 casos.
Con más de 100.000 muertes por CoVid-19, Argentina alcanza una dolorosa marca que, según el mapa global de seguimiento de casos a la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, sólo se observa en otros diez países: Estados Unidos, India, Brasil, Francia, Rusia, Reino Unido, Colombia, Italia, México y Perú. Según Worldometers, uno de los sitios que elabora estadísticas sobre la pandemia, Argentina ocupa el 13° lugar del mundo en cuanto a muertes por millón de habitantes: son 2.176. Perú, Brasil y Colombia, en ese orden, son los países latinoamericanos que superan a la Argentina respecto de esa tasa.
Uno de cada cuatro de los 100.000 fallecimientos en la Argentina tuvieron lugar en los últimos 50 días. Es que, según el reporte epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud de la Nación el 25 de mayo, ese día en la Argentina había muerto 75.056 personas por CoVid-19. Desde ese reporte hasta el emitido hoy por la cartera sanitaria, que confirma que el país ya sobrepasó los 100.000 fallecimientos por esta condición, pasaron 49 días. En cambio, para alcanzar la marca de las primeras 25.000 muertes por CoVid-19 en la Argentina tuvieron que pasar 222 días: el reporte del 15 de octubre del año pasado fue el que confirmó ese escenario, con un total de 25.342. Esa diferencia, los 222 días que transcurrieron entre la primera muerte y el informe de más de 25.000 comparados con los menos de dos meses que transcurrieron entre el 25 de mayo y este último reporte, dan cuenta de la notoria mayor circulación del virus en la Argentina.
No se trata de un virus que haya sido más letal en los últimos meses, e incluso es esperable que la vacunación cada vez más numerosa disminuya las muertes y las internaciones provocadas por esta infección. Pero sí se trata de un virus que circula notoriamente más que el año pasado, y cuya tasa de letalidad se ha mantenido, hasta ahora, más bien constante: se estima que el CoVid-19 resulta mortal en el 2,1% de los casos.
Las variantes del virus que han sido consideradas “de preocupación” -alfa, gamma y delta, entre otras- han demostrado, en principio, mayor transmisibilidad más que mayor letalidad: esa aceleración en el ritmo de contagio es suficiente para ampliar la circulación del CoVid-19 y para que, inevitablemente, mueran más personas. En la Argentina, donde las variantes alfa y gamma circulan sin depender de nexos con personas que hayan viajado y donde ya se han detectado casos de la variante delta, el ritmo de crecimiento de casos confirmados del virus recrudeció de abril en adelante.
Desde julio del año pasado, el crecimiento intermensual de casos positivos de CoVid-19 venía decreciendo. Mes a mes, siempre resultaba menor que en el período anterior. Sin embargo, esa tendencia se revirtió en el inicio del segundo trimestre de este año: de marzo a abril los casos crecieron 14,3%, casi el doble respecto del crecimiento de febrero a marzo, que había sido de 7,5%. La tendencia a que los casos crecieran más rápidamente no sólo se mantuvo sino que se acentuó: de abril a mayo el incremento fue del 22% y entre mayo y junio, del 21%. Era la llamada “segunda ola” en pleno desarrollo.
Esa base de casos confirmados cada vez más ancha se traduce en muertes. Hace un año, entre el 14 de junio y el 14 de julio, perdieron la vida por CoVid-19 1.135 personas: 1,6 muertes por hora. Este año, durante ese mismo mes, ese impacto se multiplicó en más de diez veces: hay 19,4 muertes por cada hora transcurrida. En promedio, desde que se produjo el primer fallecimiento por el virus en la Argentina hasta ahora, ocho personas por hora perdieron la vida por esta causa. El impacto fatal de la pandemia se concentró en las personas mayores y en los varones: 8 de cada 10 muertos tenían más de 60 años y el 57% de quienes perdieron la vida eran de sexo masculino.
Según publicó el diario Clarín, el Ministerio de Salud de la Nación estimó que el exceso de mortalidad en contexto de pandemia respecto del umbral esperado para 2020 fue de un 10,6%, correspondiente a 36.306 muertes por encima de lo previsto vinculadas al CoVid-19. Son datos estimados que serán confirmados cuando estén disponibles las Estadísticas Vitales que esa cartera elabora año a año.
JR/WC