Alberto Fernández apura el paso para que antes del fin de semana esté vigente la “cuarentena nocturna”. Se lo anticipó este miércoles a los gobernadores, escuchó respaldos y objeciones y delegó en un puñado de funcionarios el diseño del esquema para restringir la circulación, y las actividades comerciales no esenciales, en horarios de la noche.
En el gobierno trabajan con un calendario corto: la intención es que el viernes, a las 0 hora, entre en vigencia la veda de circulación de vehículos y personas que no figuran entre las actividades esenciales. La medida, que saldría por DNU, debe recorrer un camino político y jurídico: Fernández anticipó que girará el texto a los gobernadores antes de publicarlo en el Boletín Oficial.
La mesa tripartida a cargo de la redacción de la veda de circulación la comparten el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, el ministro del Interior Eduardo “Wado” De Pedro y el ministro de Salud Ginés González García. Como en todos los escritos que firma el presidente, la última lectura hace la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
A pesar de los matices que expresaron los gobernadores, Fernández está decidido a avanzar con alguna medida para tratar de frenar el aumento de casos que arrancó la segunda semana de diciembre y nunca se detuvo. Los 13.441 contagios informados el miércoles consolidan esa tendencia: el martes, la cifra fue levemente superior y se espera que siga en esa línea.
Lo que está descartado es el cierre total de las fronteras. La restricción para vuelos de Gran Bretaña y otros países europeos, caduca a las 23,59 del viernes 8 de enero y se prorrogarán.
La hoja de ruta oficial es terminar de ajustas los detalles del proyecto en estas horas, girarlo a las provincias para que lo repliquen de ser necesario con legislaciones locales, y firmarlo para que entre en vigencia cuando antes. Según indicaron a elDiarioAR desde la cima del gobierno, la intención es que entre en vigencia el viernes. Si no es las cero horas, a más tardar a las 24, es decir antes de que comience el sábado.
En el dibujo inicial, la restricción era desde las 23 horas pero podría fijarse a las 24 luego de pedidos de algunos mandatarios. Así mismo, tras una propuesta que hizo Axel Kicillof, se contempla una normativa para que las provincias con bajo nivel de casos, la restricción de circulación y de apertura comercial en la noche, pueda ser más laxa o directamente no se aplique.
El diseño estará sometido a vaivenes porque hay múltiples matices. Uno de ellos es la pregunta sobre las actividades que estarán excluidas. Empieza a regir en paralelo la idea de reducir el uso del transporte público a las actividades esenciales, como existió hasta hace dos meses. La última apertura autorizó a que el personal doméstico pueda utilizar trenes, subtes y colectivos de la red pública.
A partir de las aperturas, la flexibilización en los hábitos y la falta de controles, en diciembre, la cantidad de pasajeros en el AMBA alcanzó y superó los 2,2 millones de personas que circulaban en la región antes de la cuarentena estricta que comenzó el 20 de marzo.
Fronteras y vuelos
Lo que está descartado es el cierre total de las fronteras. La restricción para vuelos de Gran Bretaña y otros países europeos, caduca a las 23,59 del viernes 8 de enero. Esas limitaciones se prorrogarán y el ingreso al país requerirá PCR y cuarentena pero continuarán los vuelos internaciones de destinos definidos para argentinos que están en el exterior y para personal de actividades esenciales.
Esa medida comenzó a regir el 25 de diciembre y se extenderá a partir del sábado. De ese modo, el ingreso y egreso de argentinos y residentes (y extranjeros previamente autorizados por la DNM) a través del aeropuerto internacional de Ezeiza o de San Fernando, establecidos como únicos ingresos a la Argentina, requerirán la presentación de un test de PCR negativo y la realización de una cuarentena obligatoria de 7 días.
En tanto, por los pasos terrestres se mantendrán habilitados solo para el ingreso de ciudadanos argentinos y residentes, también con el requisito de PCR negativo y realizar cuarentena obligatoria de 7 días.
Entre las alternativas que Fernández analizó con los gobernadores, en la charla remota que mantuvo durante más de dos horas ayer, se habló de la exigencia de test PCR para los argentinos que se trasladen, por fines turísticos, dentro del país. Como no es fácilmente aplicable, una posibilidad es que los viajeros presenten su PCR. En provincias como Buenos Aires, con una estimación de 2 millones de personas circulando, no parece haber condiciones materiales ni recursos humanos para hacer los hisopados.
PI