El número se desgajó con los días: pasó de “cerca de un millón” hace una semana a las 220 mil, 110 mil de cada componente, que llegarán en las próximas horas. Y se alteró el calendario: el tercer vuelo saldría el viernes, luego el domingo y finalmente partió el martes, con fecha de retorno este jueves.
Los dos datos son el nudo del nuevo escenario que enfrenta la Argentina respecto a la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya y financiada por el Fondo Ruso de Inversión Directa, que este miércoles informó de manera oficial que la producción y la provisión de las dosis se verá alterada, como parte de un aumento de la demanda.
El alerta se prendió en el gobierno la semana pasada con las primeras dilaciones, tal como lo detalló elDiarioAR el último domingo.
“Estamos mejorando las instalaciones ubicadas fuera de Rusia para garantizar el suministro a Argentina y el resto de la región”, indicaron las dos instituciones en un comunicado conjunto que difundió el gobierno argentino y que anuncia que “es posible que algunos lotes presenten retrasos de hasta 2-3 semanas. Sin embargo, Argentina, que ha sido uno de los primeros países en aprobar Sputnik V y con quien hemos establecido una sólida alianza, seguirá recibiendo la vacuna”.
Hay, en ese texto, una referencia puntual de la que se abraza el gobierno: que aunque se modifique el plan original de 10 millones de inmunizaciones en dos meses, entre enero y febrero -es decir, 20 millones de dosis-, no se interrumpirá el suministro de vacunas a la Argentina. Una lectura literal del comunicado sugiere que para la segunda mitad de febrero, se debería completar el número de 5 millones de inmunizaciones que según el contrato tenían que llegar en enero.
“La clave es que continúe el flujo de dosis y nos permita mantener el operativo de vacunación en marcha. Que la provisión siga sin interrupciones ”, indicó a elDiarioAR una fuente oficial que aseguró que “por ahora” no se afectará el plan diseñado entre el ministerio de Salud nacional y las provincias para continuar con la inmunización. “Es una demora que esperamos que no se agrave”, dijo a este medio un funcionario.
Cuándo y cuántas
La demora con las dosis, que se empezó a percibir a mitad de enero y se terminó de confirmar el último fin de semana, no obligó todavía a retocar el calendario de vacunación. Todas las provincias proyectaron terminar en enero con el personal de Salud, más grupos adicionales, y continuar en febrero con la vacunación masiva. Un detalle: solo en la provincia de Buenos Aires, el esquema de inmunización contempla aplicar entre 140 mil y 150 mil dosis por día.
Ahí radica la preocupación, que Alberto Fernández compartió con su equipo en la gira por Chile, respecto a cuándo y qué cantidad de vacunas recibirá Argentina en las próximas semanas, para determinar cómo impactará eso sobre el operativo de vacunación que contempla llegar, como número básico, a 14 millones de personas entre personal de Salud, de Seguridad, Fuerzas Armadas, docentes, mayores de 60 años y grupos de riesgo con comorbilidades.
¿Y para cuándo nuevas dosis? “Los aviones están listos para partir apenas tengamos confirmación desde Rusia”, dijo a este medio un funcionario de Salud. En una charla que tuvieron Fernández, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Salud Ginés González García, se analizó la situación y se concluyó que, en principio, Rusia garantiza que continuará el envío de vacunas aunque no se cumplirá el cronograma según el contrato firmado de 5 millones por mes.
La fecha y la cantidad son, en estas horas, los dos interrogantes que nadie puede responder. “El mundo está en una guerra de vacunas: EEUU le pide a sus laboratorios que primero garanticen la provisión interna y ahora Europa evalúa hacer lo mismo”, analizó un funcionario nacional que destacó, en un autoelogió, que Argentina acertó al avanzar allá por octubre con los acuerdos con Rusia en torno a la Sputnik V.
El mapa envía señales negativas. Las negociaciones con otros proveedores, como la china Sinopharm, avanza muy lenta y otra vía, la también china Coronavac, que se producirá en el Instituto Butantán de San Pablo, presenta demoras y registró un mal dato: apenas algo más del 50% de eficacia en la inmunización, según los estudios hechos en Brasil, tal la información que publicó BBC Mundo.
PI