Los alumnos de los últimos años del nivel secundario de la Ciudad de Buenos Aires volvieron este lunes a la presencialidad completa, según anunció el pasado 24 de junio el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
“Todos los estudiantes de secundaria que venían cursando de manera bimodal van a volver a la presencialidad completa desde el 5 de julio. Van a ir todos los días a clases en sus escuelas”, afirmó en aquella oportunidad el alcalde en una conferencia de prensa que ofreció junto a parte de su gabinete en la sede del Ejecutivo, en el barrio de Parque Patricios.
De este modo, los alumnos que cursan entre 3° y 5° (o 6° para las escuelas técnicas) volvieron este lunes al sistema presencial, aunque la carga horaria depende de cada institución, según disponibilidad espacial y temporal de sus docentes.
Si bien Rodríguez Larreta habló de “presencialidad completa”, en realidad, para los colegios porteños resulta impracticable en su mayoría por varios factores. Si bien está pautado que vayan a las aulas todos los días, en general, solo una parte podrá cumplir el horario completo por lo que significa el sistema de distribución de burbujas y el espacio áulico de cada edificio. Además, amoldar los horarios de los docentes con este sistema es complejo y sigue vigente el aislamiento de burbujas en caso de alumnos positivos o sospechosos de haberse contagiado de coronavirus.
Por lo tanto, son muchos los colegios que optan por la modalidad de medio turno. Es decir, dividen a los cursos en dos burbujas. Una, cumple la primera parte de su turno y la otra, la segunda, previa desinfección de los espacios. En la siguiente semana, se invierten las burbujas, así completan las horas de clase con todos los docentes.
Así, la virtualidad sigue presente en la mayoría de los colegios, ya sea con el sistema sincrónico o asincrónico. Según las capacidades espaciales y tecnológicas de cada institución, ya sea pública o privada, cada colegio opta porque sus alumnos completen el horario en sistema virtual (sincrónico), que a veces implica que una parte del curso siga la clase de manera presencial, mientras que la otra burbuja lo hace online desde sus casas, o con tareas dadas por los docentes (asincrónico) para su horario.
En dos semanas, a partir del sábado 17 de julio, los alumnos porteños entrarán en vacaciones de invierno. Mientras tanto, se sigue evaluando la situación epidemiológica a diario para ver cómo sigue el sistema escolar desde el lunes 2 de agosto, cuando todos deban retornar a las aulas en CABA.
IG