Movimiento feminista español intenta frenar acoso a mujeres que quieren abortar en Madrid

Luis de la Cruz

Madrid —

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El 28 de diciembre –Día de los Santos Inocentes en la tradición cristiana– es una fecha señalada para los grupos antiabortistas. Bajo la inspiración bíblica del pasaje de Herodes, erigieron la fecha como un especial día de lucha contra la interrupción voluntaria del embarazo, celebrando todo tipo de actos y manifestaciones públicas, normalmente de carácter religioso. Este año, por ejemplo, se celebrará una misa en la Colegiata de San Isidro el Real, oficiada por el obispo auxiliar de Madrid.

Dator, una conocida clínica del barrio madrileño de Tetuán, fue el primer centro privado facultado para hacer interrupciones del embarazo en España (1986) y, prácticamente desde entonces, ha sido uno de los objetivos clásicos de los movimientos antiabortistas. A menudo, grupos fundamentalistas religiosos y contrarios a la interrupción del embarazo acuden a rezar, molestan a las mujeres que entran a la clínica, les enseñan folletos con imágenes de fetos y hasta llegaron a situar una ambulancia para hacer ecografías a sus puertas. El 28 de diciembre, cada año, estos grupos se concentran también a las puertas de la Dator.

Este sábado por la tarde-noche, un grupo de activistas de Feminismos Tetuán charlaban animadamente entre las calles Hermano Gárate y Pensamiento, mientras cubrían sus manos dentro de las mangas y trataban de aguantar el frío. La asamblea feminista del distrito se encontró este fin de semana y lo hará el lunes 28 en las cuatro esquinas de ambas calles, que dan al esquinazo donde se sitúa la entrada de la clínica. En cada una de las aceras, hay pancartas y carteles informativos sobre el derecho legal a la interrupción del embarazo. La concentración de los tres días, para la que cuentan con el apoyo del Movimiento Feminista de toda la ciudad, busca evitar que se repitan este lunes las escenas de años anteriores a las puertas de la clínica.

A la hora en que nosotros nos acercamos la cosa transcurría tranquila, pero tuvieron un par de situaciones desagradables el primer día, “con un grupo que habitualmente viene a rezar los sábados por la mañana y con alguien que pasaba, y que ha sido muy agresivo”, nos cuentan las feministas. Este domingo, a media mañana, un grupo antiabortista se presentó en el entorno de la clínica ataviado con batas verdes (como las de las clínicas) y lanzó pintura roja en el paso de cebra que da a la clínica. El grupo ha sido identificado por la policía. Por ello, las feministas empezaron a pedir en redes que vaya gente a apoyarlas, especialmente el lunes 28.

“Hemos convocado la acción para que se vea en el barrio que estas mujeres no tienen por qué estar aguantando el acoso por parte de estos grupos”, cuentan. La acción, similar a la que ya realizaron el pasado mes de octubre, nace de Feminismos Tetuán pero la convocatoria circuló por las asambleas feministas de distintos barrios y pueblos de Madrid. “Tenemos compas de Chamberí, de Getafe, Aluche, de Moratalaz también van a venir…y hay más, hay un gran tejido social y feminista”.

Aunque el grupo tiene copadas con permiso gubernativo las cuatro esquinas que dan a la puerta de la clínica, no saben si los grupos antiabortistas también comunicaron su tradicional concentración del lunes 28. Pero no tienen dudas de que se presentarán allí. “Hay incluso una persona que siempre viene indocumentada para que le detengan”. Se refiere a Jesús Poveda, fundador del Grupo Provida de Madrid y cabeza visible de estas concentraciones.

Las activistas creen que hay inacción ante la presión a la que se somete a las trabajadoras y pacientes de estas clínicas. “Interrumpir el embarazo es un derecho recogido en la ley, lo que están haciendo estas personas que vienen es ir contra la ley, con la inacción del gobierno y de la policía. Nosotras reivindicamos que esto se haga en los ambulatorios de la Seguridad Social para que no se lucren con este derecho sobre la salud empresas privadas y porque así se evitaría que las mujeres pasaran por este tipo de acoso”.

Las feministas de Tetuán y de Madrid estarán allí, pasando frío e informando a los peatones sobre los términos legales del aborto, este lunes 28, cuando las puertas de la clínica volverán a abrir y, seguramente, vayan también los grupos antiabortistas a rezar y manifestarse contra la decisión de interrumpir su embarazo de las clientas de la clínica.

LC

La insoportable cotidianidad a las puertas de la clínica Dator

“Esperamos que mañana (en referencia a este lunes) nadie esté sentado ni dos minutos en la puerta de la clínica”. Este es el deseo que expresa, con hastío explícito, Sonia Lamas, responsable de comunicación de la Clínica Dator. Lamas explica que el acoso en la clínica no es cosa de una fecha, sino que es permanente –durante los 365 días del año– y que no es exclusivo del establecimiento de la calle Hermano Gárate: se repite en todas las clínicas acreditadas por la Comunidad de Madrid desde 1985, así como en las clínicas equivalentes del resto de España. El acoso sigue siendo intenso, pero llegó a límites realmente preocupantes hacia 2010, con motivo de la tramitación de la Ley sobre interrupción voluntaria del embarazo. Desde hace tres años, decenas de clínicas y entidades sociales se han unido en la plataforma Aborto sin acoso para hacer frente al hostigamiento.

Desde la clínica alertan de que este tipo de asociaciones –Derecho a la vida, Hazte Oir, entre otras– “no son nada originales” y tienen su correlato en Estados Unidos, Latinoamérica y el resto del mundo. Son parte de la misma ola y beben de sus fuentes. “Creo que piensan que si acaban con la primera clínica donde se practicaron abortos legalmente luego podrán cerrar las demás pero los derechos no se cierran”.

Cada año la clínica pone unas 25 o 30 denuncias ante la policía, que se llevan a cabo solo cuando se producen actos que se podrían calificar de delictivos (pintadas amenazadoras, destrozos, etc.). Desde la clínica exigen que las autoridades pongan más de su parte para frenar los actos de acoso, que son constantes y, precisamente por ello, se deberían poder prevenir. Expresan el deseo de que se cumpla el programa del PSOE (hecho suyo por Unidas Podemos) para la protección de las mujeres que abortan y, como mínimo, se establezcan las prometidas zonas seguras. “Entendemos la situación ocasionada por la pandemia, pero esto no puede ser excusa para no legislar al respecto”, apunta.

Lamas hace un llamamiento para que, ni mañana ni nunca, se vuelvan a permitir las escenas de acoso a mujeres a las puertas de la clínica. “Nosotras entendemos que hay lugares para el culto y no se puede permitir que estas personas se dediquen a repartir información falsa a las puertas de la clínica porque las mujeres que acuden allí ya han pasado por los trámites de información que marca la ley”.