Anoche, Javier Galván (44), pareja de Ivana Módica (47) confesó ante la fiscal Jorgelina Gómez que secuestró, asesinó y escondió el cadáver de la mujer desaparecida hace ocho días en la localidad de La Falda. Acompañado por su abogado defensor Felipe Jure, Galván solicitó declarar antes de ser trasladado desde la comisaría de La Falda, al complejo carcelario “Padre Luchesse” de la localidad de Bouwer, al sur de esta Capital. El defensor de Galván confirmó a elDiarioAR la novedad: “Mi cliente confesó”. El cuerpo de Ivana estaba en el lugar que indicó el femicida.
En los Tribunales de Cosquín, frente a la fiscal Gómez, el femicida Galván, un piloto de la Fuerza Aérea Argentina, señaló las coordenadas donde había escondido el cuerpo de Ivana: en el viejo camino de El Cuadrado –es un sendero de tierra en mal estado- cerca de un puesto policial y detrás del mítico hotel Edén. Bajo la custodia de efectivos del grupo de elite ETER de la Policía de Córdoba, Galván llegó al lugar esta madrugada junto a baqueanos, policías y bomberos y señaló dónde había enterrado a su víctima. Los restos de Ivana Módica fueron hallados en el kilómetro 11,5. El cuerpo fue trasladado a Córdoba donde se le realizó la autopsia en el Instituto Médico Forense. Galván fue imputado del delito de homicidio calificado por femicidio.
El crimen de Ivana Módica es el séptimo femicidio en la provincia de Córdoba en los 50 días que transcurrieron en 2021: uno por semana. El pasado miércoles 17, junto a miles de mujeres a lo largo del país, Nicole Módica (26), la única hija de Ivana, había reclamado con voz firme frente a los Tribunales de Córdoba: “La queremos encontrar y la queremos viva. Gracias a todos ustedes por estar acá, por acompañarnos. Así que ¡todos con Ivana, para que aparezca viva! Para que estas horas cruciales que están pasando sigan buscando y siga la oportunidad de encontrarla. Estamos todos desesperados”. Nicole había marchado con su tía Marisol Módica y su abuela Mirta Pietri reclamando que la violencia machista no las mate más. Aún tenían esperanzas de encontrar a Ivana con vida.
Ese mismo día, la Fuerza Aérea Argentina emitió un breve comunicado: “Ante los hechos que son de público conocimiento sobre la situación de la Sra. Ivana Módica, personal civil de la Institución, la Fuerza se encuentra consternada y a la espera de un desenlace favorable, dando apoyo a su familia y colaborando con las autoridades judiciales”. Ivana trabajaba en la Fuerza Aérea, era personal civil y allí había conocido a su femicida hace una década, sin saber que le costaría la vida. Por ser asmática, durante la cuarentena por el Covid-19, Ivana realizaba teletrabajo.
Maru Acosta, referente de la asamblea Ni Una Menos de Córdoba le dijo a elDiarioAR: “Es preocupante y sumamente indignante lo que está sucediendo en el país y también en nuestra provincia con la violencia de género y femicidios; con el de Ivana tenemos siete femicidios en menos de dos meses, la mitad de los ocurridos en 2020. El 14 de febrero nos enteramos del caso de Miriam Farías en Saldán, que fue prendida fuego por su pareja y finalmente falleció el jueves 18. Jorge Juárez, un suboficial de la Policía Federal es el responsable de este femicidio. Estos femicidios, después del crimen de Ursula cometido por otro miembro de las fuerzas de seguridad hace encender todas las alarmas, que nunca se han apagado y hoy más que nunca se oyen, porque uno de cada cinco femicidios que ocurren en el país, son en manos de algún agente de fuerzas armadas o de seguridad”.
En diciembre del año pasado, luego de varios desencuentros y hechos de violencia de género, la pareja decidió convivir por primera vez y se mudó a una casa de La Falda, a 66 kilómetros al norte de esta Capital. En octubre de 2020, Ivana había denunciado penalmente a Galván y le impusieron una restricción de acercamiento, que el piloto incumplió cuando fue a vivir al mismo domicilio que su pareja. El jueves 18, el defensor de Galván, Felipe Jure, había dicho a los medios que “mi cliente no incumplió la restricción, la incumplieron ambos, ella fue la que alquiló la casa y él, salió de garante”. También había anticipado que Galván no iba a prestar declaración indagatoria cuando fuera llamado a testificar, que negaría el hecho del que lo acusan y se abstendría de declarar.
Inmediatamente en la Fiscalía de Villa Carlos Paz y el Estado Mayor de la Policía de Córdoba se dieron cuenta que si Galván no confesaba, sería prácticamente imposible encontrar los restos de Ivana. Para el miércoles 17, los investigadores ya buscaban a Ivana muerta. Había desaparecido una semana antes, la medianoche del jueves 11, cuando se cortó la comunicación vía Whatsapp entre ella y su hija Nicole.
“Tras las líneas enemigas”
Distintas fuentes de la investigación coincidieron ante elDiarioAR: “El vicecomodoro Galván es un piloto de cazabombardero, en una hipótesis de conflicto está preparado para caer tras las líneas enemigas, ser capturado y torturado; y no va a delatar su operación ni las de los suyos. Frente a este cuadro de situación, no va a declarar qué sucedió con Ivana”.
Durante la búsqueda de la mujer desaparecida hubo varias lluvias que complicaron los operativos, además el área de rastrillaje se amplió y cambió varias veces de “punto cero”. El viernes 12 el operativo se inició en el cerro La Banderita, está pegado a La Falda, con pistas falsas y una operación de inteligencia por parte de Galván para desorientar a los investigadores: mintió deliberadamente que ese día a las 6.30 cuando él se fue a trabajar a la planta de la Fábrica Argentina de Aviones “Brigadier San Martín” donde es piloto de pruebas; Ivana había quedado acostada en pijama y le dijo que esa mañana se iría a caminar al cerro.
Ivana y Nicole se comunicaron por última vez el jueves 11 de febrero a las once de la noche, y desde esa hora no se supo más de ella. La chica y sus dos hijitos llegarían el viernes a La Falda, una localidad turística ubicada 66 kilómetros al norte de Córdoba Capital: “El jueves a las 23 perdí contacto con mi mamá. Le pregunté algo puntual y sólo me respondió “sí”, cuando ella no era de responder así. Lo raro son los horarios, mi mamá perdió conexión conmigo a las 23 del jueves. Y a las 7 del viernes cuando la llamamos para vernos, el teléfono ya estaba apagado. Que ella se fue a caminar temprano es una especulación de su pareja, yo no lo puedo confirmar”, le dijo la chica a los medios cordobeses.
La búsqueda de Ivana comenzó oficialmente el viernes 12 a la tarde, cuando su pareja Javier Carlos Galván denunció que cuando volvió de trabajar no la encontró en su casa ni respondió sus mensajes. El lunes 15 la fiscal Jorgelina Gómez, ordenó la detención de este piloto militar por “falso testimonio”, “entorpecimiento de la investigación” e “incumplimiento de la Justicia” ; la instancia previa para acusarlo de “femicidio”; ya que hasta ese día, técnicamente Ivana Módica estaba desaparecida. Convertido en principal sospechoso de la desaparición de Ivana, Galván declaró ante policías de La Falda durante tres horas. El abogado Jure había dicho que “mi cliente se mostró seguro, no era evasivo con la mirada; se mostró preocupado por la desaparición de Ivana”. Ese mismo lunes, una masiva marcha en La Falda reclamando por la aparición con vida de Ivana y que su caso no se convierta en “una menos”.
Las sospechas sobre Galván surgieron cuando las cámaras de seguridad de un comercio ubicado cerca de la vivienda de Ivana y Galván, en inmediaciones del complejo Las Siete Cascadas y del dique La Falda, detectaron el Renault Fluence blanco del sospechoso a la 1 de la madrugada del viernes, cuando presuntamente la pareja estaba durmiendo. El vicecomodoro Galván había declarado ante la fiscal Gómez que el jueves se había acostado en la casa donde convivía con Ivana. Pero una cámara demostró que mintió. Por eso lo imputaron.
Durante los primeros días de esta semana, el penalista José D’Antona, que representa a madre y la hija de Ivana Módica había advertido: “Nicole le manda un mensaje a su mamá a las 22.35 del jueves y recibe como respuesta un ”sí“ seco, cortante; algo no habitual en la comunicación entre ellas. Después le mandó fotos de sus nietos y Nicole nunca recibió una respuesta de Ivana. Eso nos hace pensar que no fue Ivana quién respondió ese frío y cortante ”sí“ la noche del jueves. La declaración de Galván demuestra que muchas contradicciones entre sus dichos y su accionar que lo ubican como sospechoso”; y agregó: “Claramente hay un antes y un después en la búsqueda, un quiebre, que se da a partir de las imágenes de cámaras de seguridad y del testimonio de un vecino que echan por tierra las primeras declaraciones de Galván. En las próximas horas, la situación de la pareja de Ivana tendría que cambiar de testigo a imputado”.
La fiscal Jorgelina Gómez puso toda la energía en demostrar científicamente que Galván mentía y ordenó analizar y peritar todo lo relacionado al Renault Fluence blanco del sospechoso. Entonces apareció el testimonio de policías de la Patrulla Rural que declararon que la madrugada del viernes 12, sin saber nada de Ivana, mientras acudieron a una denuncia por fiestas clandestinas en bares de la zona de la Pampa de Olaen, se cruzaron con el vehículo de Galván, lo hicieron detener, le solicitaron la documentación y tomaron una foto de la licencia al conductor. Los policías declararon que esa noche los dos bares del lugar estaban cerrados y que cuando se cruzaron con Galván le preguntaron dónde iba, les respondió que “a tomar algo a La Posta”, uno de esos bares.
Con Galván cerrado en declarar sobre lo sucedido con Ivana, el peritaje sobre el Renault Fluence blanco brindó más indicios: se secuestraron rollos de papel film de 60 centímetros de ancho utilizados para sujetar envoltorios. Y manchas mínimas de sangre en uno de los asientos y el volante del automóvil.
La búsqueda se realizó en el cerro La Banderita con drones; luego en inmediaciones de la casa de Ivana y Galván, en el dique La Falda con buzos de la Policía; en la zona del balneario Las Siete Cascadas con perros buscadores de personas y baqueanos: y en el cementerio que está ubicado a pocas cuadras de la vivienda de la pareja. Cuando se constató que Galván había circulado en su auto blanco cerca del camino a la Pampa de Olaen, los rastrillajes se trasladaron allí con más de 150 personas.
“Se está evaluando cambiar la calificación legal de la causa a desaparición forzada de persona”, confió a elDiarioAR, una alta fuente de la investigación. Es que en menos de una semana se pasó de buscar a una mujer desaparecida mientras hacía una caminata serrana; a buscar muerta a una víctima de femicidio; y ante la negativa del principal sospechoso de declarar, se sospechó lo peor: que la hubiera secuestrado, asesinado y hecho desaparecer. La preparación profesional de Galván como piloto de cazabombardero y el hecho de que se tratara de un militar de carrera, asociado a la desaparición forzada de Ivana estremeció a los investigadores. Y se inició así una tarea tendiente a que Galván declarara qué había hecho con el cadáver de su víctima: “Luego de la muerte, la desaparición de una persona, debe ser uno de los peores crímenes, más en nuestra historia argentina. Ivana y su familia necesitan Justicia y paz”, confió una calificada fuente del Ministerio Público Fiscal de Córdoba.
Se activó entonces un protocolo para quebrar la moral de Galván, sabiendo que nunca declararía por voluntad propia. El viernes al mediodía, los investigadores sabían que el sospechoso nunca les diría que hizo con Ivana Módica y que su femicidio y posterior ocultamiento del delito había sido planificado detalladamente. Con el correr de las horas y gracias a una estrecha colaboración de la comandancia de Fuerza Aérea Argentina, se logró romper el silencio de Galván.
El vicecomodoro Javier Galván se formó en el Instituto Universitario Aeronáutico con sede en Córdoba, del que egresó en 2000. Tiene un hermano que también es militar. Y es padre de un niño de 11 años de un matrimonio anterior.
Entre 2001 y 2008 Galván se desempeñó en la III Brigada Aérea de Santa Fe como oficial del IA-58 Pucará. Luego fue trasladado a la IV Brigada Aérea de Mendoza y entre 2008 y 2010 ofició de instructor de vuelo en la base aérea española de Matacán, cerca de la ciudad de Salamanca. En 2010 regresó a nuestro país donde operó en la base aérea de Morón hasta 2016 como instructor de vuelo, inspector y piloto de mantenimiento del IA-63 Pampa. En 2019 fue trasladado a Córdoba donde trabajó hasta el viernes 12 de febrero como piloto de ensayos de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA).
En 2020, además, durante la pandemia de Covid-19, el vicecomodoro Galván fue coordinador de la Red Aero Sanitaria (RAS) dependiente del Comité de Operaciones en Emergencia (COE). Tras prestar servicios en el COE durante siete meses lo desvincularon porque, trascendió extraoficialmente, el piloto difundió datos confidenciales.
Cerca de las 20 de ayer, el sospechoso le pidió a su abogado Felipe Jure que lo acompañe a declarar ante la fiscal Jorgelina Gómez. Declaró y admitió haber asesinado a Ivana Módica: lo acusaron de homicidio calificado por femicidio. A la madrugada, tras señalar donde enterró a Ivana, lo trasladaron a la cárcel de Bouwer.