Todos los 2 de septiembre es el Día de la Industria, en homenaje al día en que zarpó del puerto de Buenos Aires el primer embarque de exportación con productos locales. En 1587, partió del fondeadero del Riachuelo rumbo a Brasil la carabela San Antonio al mando de Antonio Pereyra, con varios tejidos y sacos de harinas, producidos en Santiago del Estero.
La carga venía de Tucumán, que en ese momento pertenecía al Virreinato del Perú. El Virreinato del Río de la Plata recién nacería casi 200 años después, en 1776. El primer obispo de Córdoba del Tucumán, Fray Francisco de Victoria, fue quien despachó el cargamento, que en sus bolsas tenía escondidos varios kilos de barras de plata de Potosí, en la actual Bolivia.
El gobernador tucumano Juan Ramírez de Velasco denunció este hecho, ya que la exportación de ese bien estaba prohibida por la Real Cédula. Entonces, la “primera exportación argentina” se trató de un episodio de contrabando y comercio ilegal. Además, fue una exportación de una colonia a otra, cuyas coronas española y portuguesa estaban unidas bajo el rey Felipe II, el Prudente.
El obispo portugués Francisco de Vitoria había servido a un mercader en la provincia de Charcas, hoy Bolivia, donde formó relaciones comerciales con importantes miembros del virreinato, lo que le concedió un permiso para importar esclavos al Río de la Plata. Con esto, se convirtió en pionero de ese tráfico, ya que en ese entonces no había pasado ni un solo esclavo por el puerto de Buenos Aires.
Los miembros de la Audiencia, que apoyaban y negociaban con el Fray, no le prestaban atención a las denuncias del gobernador Ramírez de Velasco, quien tuvo que acudir al rey Felipe. De esa manera, la carabela San Antonio regresó de Brasil con 120 esclavos a bordo, que irían a parar a las minas de Potosí.
Lo que el Fray no tuvo en cuenta fue el abordaje del pirata inglés Thomas Cavendish, quien le restó importancia la presencia del obispo a bordo y robó toda su mercadería y la mitad de los esclavos. Tras el hecho, Francisco de Victoria fue separado de su diócesis.
El desarrollo industrial tardaría algunos siglos en llegar a la Argentina. Ese progreso llegó recién a fines del 1700, cuando arribaron las primeras manufacturas inglesas a Buenos Aires.
La UIA celebró el Día de la Industria
La Unión Industrial Argentina (UIA) celebró ayer viernes el Día de la Industria en la ciudad entrerriana de Paraná por primera vez en la historia. Se realizó un acto que contó con economistas de los principales espacios que compiten por la presidencia y el ministro de Economía, Sergio Massa, quien anunció la decisión de liberar los permisos administrados por el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) a las PyMEs industriales.
En la apertura del evento, Daniel Funes de Rioja sentenció: “Sin industria no hay Nación, pero con una industria federal, con todos los sectores y mirando al futuro”.
Aunque el titular de la UIA reconoció que el contexto económico social “es complejo”, consideró que el sector industrial “es el motor de crecimiento y empleo en el país”. Por eso, rechazó a “algunos políticos que no quieren reconocer el rol de la industria”. Apuntó que la actividad “no le tiene miedo al mundo, pero no nos entreguen de manos atadas porque ya sabemos lo que pasa”.
LC