Cada 11 de enero se celebra el Día Internacional del Agradecimiento y, si bien se desconoce el origen de esta efeméride, la fecha permite difundir la importancia de ser agradecido con el prójimo. No tiene que ser únicamente con un familiar o amigo, sino incluso con aquellas personas que uno se cruza día a día al hacer los mandados y tareas diarias como ir a trabajar, hacer un trámite o llevar a los chicos al colegio y que lo ayudan.
Ser agradecido no sólo es bueno para la otra persona hacia la que uno tiene ese sentimiento sino también para uno mismo: tener gratitud en el corazón potencia la felicidad. Además, evita que uno se sienta amargado, rencoroso, frustrado por complicaciones o malhumorado.
De hecho, hay quienes sostienen que la gratitud presenta amplios beneficios para en la salud para aquellos que lo sienten. La llamada “psicología positiva” promovida por Seligman considera que el agradecimiento genera neurotransmisores positivos como las endorfinas o la oxitocina. Ambas le generan a la persona una sensación de felicidad y bienestar. Para comprobarlo, en 2007, Emmons desarrolló una serie de experimentos que permitieron demostrar que el agradecimiento regular llegaba a potenciar en un 25% nuestra percepción de bienestar personal.
Ya anteriormente, un estudio de 2004 a cargo de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, había determinado que la gratitud junto al placer, la esperanza y el amor constituyen los cuatro elementos que mayor influencia ejercen en la felicidad.
Si se quisiera celebra este día, la forma es muy sencilla: simplemente expresar verbalmente o escribir por qué uno se siente agradecido hacia una determinada persona o situación. También se puede enviar un mensaje de felicitación a otra persona o escribir algo para uno mismo, agradeciéndose por todo lo que conseguido, sin necesidad de que se trate de una gran meta específica. Tomar alguna de estas acciones y volverla un hábito podría efectivamente traer beneficios para la salud mental y el bienestar propio y este es el día ideal como dar ese primer paso.
Celebrar el Día Internacional del Agradecimiento tiene múltiples beneficios:
- Refuerza las relaciones interpersonales: Al expresar gratitud, se fortalecen los lazos con familiares, amigos y compañeros de trabajo.
- Mejora la salud mental: La gratitud está asociada con la liberación de neurotransmisores positivos como las endorfinas y la oxitocina, que aumentan la felicidad y el bienestar.
- Fomenta un entorno positivo: Reconocer y valorar los actos de los demás contribuye a crear un ambiente de apoyo y respeto mutuo.
Efectos de la gratitud en el bienestar personal
Incremento de la felicidad
La práctica regular de la gratitud se asocia con un aumento de la felicidad. Estudios han demostrado que quienes practican el agradecimiento experimentan un incremento en su satisfacción vital. Este aumento de la felicidad se debe a la liberación de neurotransmisores positivos que producen una sensación de bienestar.
Reducción del estrés y la ansiedad
Ser agradecido también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad. Reconocer y valorar los aspectos positivos de la vida disminuye la producción de cortisol, la hormona del estrés. Además, al centrarnos en lo que nos hace sentir agradecidos, se promueve una perspectiva más optimista que combate la ansiedad.
Ciencia detrás de la gratitud
Neurotransmisores positivos: endorfinas y oxitocina
La gratitud desencadena la liberación de neurotransmisores positivos como las endorfinas y la oxitocina. Las endorfinas actúan como analgésicos naturales y elevan el estado de ánimo. La oxitocina, conocida como la hormona del amor, fortalece los vínculos sociales y promueve sentimientos de confianza y generosidad.
Estudios científicos sobre la gratitud y la salud mental
Diversos estudios científicos han explorado la relación entre gratitud y salud mental. Investigaciones han encontrado que las personas agradecidas tienden a tener una percepción más alta de bienestar y menos síntomas de depresión. Modelos experimentales han mostrado cómo expresar agradecimiento regularmente puede llevar a mejoras en la calidad del sueño, niveles de energía y longevidad.
IG