Al menos once colegios porteños continuarán tomados durante el fin de semana, en tanto otras 15 escuelas seguirán con las protestas.
Los estudiantes secundarios resolvieron continuar con las medidas de fuerza luego de que el Gobierno porteño endureció su postura y se negó a abrir una instancia de negociación.
Esta mañana, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que van a ser “inflexibles” ante los alumnos que mantengan las tomas. “No hay diálogo ante la extorsión”, dijo y adelantó que “los días de clase que se pierdan van a ser recuperados”.
De acuerdo a la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), la Unión de Centro de Estudiantes Secundarios (UnCES) y de la Red Nacional de Centros de Estudiantes (ReNaCE), los colegios tomados son once, a los que se suman otros 15 en los que se realizarán distintas protestas.
Las escuelas que permanecían tomados son el Lengüitas, Avellaneda, Pascual Guglianone, Lorca, Esnaola, Belgrano, Yrurtia, Moreno, Padilla, Walsh y la escuela 3 Mariano Moreno del barrio de Almagro.
Desde hace una semana, los estudiantes de las escuelas secundarias reclaman mayor calidad nutricional para las viandas que entrega el Gobierno porteño, mejoras en la infraestructura edilicia a la vez que rechazan las prácticas laborales obligatorias en empresas.
Hoy las agrupaciones estudiantiles que lideran la toma ratificaron la continuidad de las medidas y volvieron a reclamar el diálogo con el Gobierno de la Ciudad. Así lo anticiparon los representantes de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), la Unión de Centro de Estudiantes Secundarios (UnCES) y de la Red Nacional de Centros de Estudiantes (ReNaCE). Además, adelantaron que el próximo martes 4 de octubre se movilizarán junto al gremio docente de UTE.
Zoe Varela, estudiante de la escuela de teatro “Niní Marshall”, fue quien leyó el comunicado de la CEB. Allí señaló que las tomas “llegaron después de numerosos pedidos de diálogo y de que las autoridades se negasen siempre a construir una mesa para trabajar sobre las grandes falencias en las condiciones edilicias, en las viandas y en todo si sistema educativo”.
“No podemos cursar en edificios en los que no hay agua o en los que se caen los techos, hace cuatros meses se cayó una pared en la escuela 8 del distrito escolar 10 y de casualidad no terminó en tragedia”, agregó.
Con respecto a las viandas, apuntó que necesitan “viandas de mejor calidad y en mayor cantidad que superen el actual servicio ineficiente que está en manos de pocos proveedores que entregan sándwich de paleta y queso congelados y en varios casos en mal estado”.
Además, también rechazó la medida para que los alumnos realicen prácticas laborales. “También tenemos que discutir el actual sistema de prácticas laborales inconsultas, para que no pase como con los estudiantes del Lengüitas a los que llevaron a un hotel con el pretexto de practicar los idiomas que estudian y terminaron lavando platos; queremos ser partícipes del planeamiento de esas actividades”, dijo.
Con cada día que pasa el conflicto parece escalar más y más. Este viernes también se sumó el ministro de Educación de Nación, Jaime Perczyk, quien aseguró que los alumnos “están pidiendo ser escuchados. Hay que dar respuestas a estas demandas que no son tan difíciles de resolver, escuchando y hablando”, y resaltó que “la responsabilidad de la escuela la tenemos los adultos”.
Desde el Gobierno porteño, Rodríguez Larreta ratificó que no va a sentarse a negociar con los alumnos. “Hay algunas escuelas de la Ciudad que están siendo tomadas por grupos muy chicos de estudiantes, en muchos casos apoyados por adultos irresponsables que al día de hoy le están sacando el derecho de estudiar a casi 5 mil alumnos”, dijo esta mañana en declaraciones a la prensa.
“Con los que mantengan las tomas vamos a ser inflexibles. No hay diálogo ante la extorsión. No vamos a permitir que pequeños grupos marquen el ritmo de la educación en la Ciudad”, advirtió.
El próximo martes, el conflicto en las escuelas públicas de la Ciudad tendrá un nuevo capítulo cuando estudiantes y docentes agrupados en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) se movilicen en reclamo por mejoras en las condiciones salariales y laborales.