Finalizó la etapa de prueba con la declaración de dos forenses y arrancan los alegatos durante la próxima semana
A tres años del asesinato de Fernando, los peritos de parte de la defensa, Juan José Fenoglio y Jorge Rodolfo Velich, hablaron ante el Tribunal. Un fiscal y un querellante cuestionaron su exposición. Los alegatos tendrán lugar durante el 25 y 26 de enero.
La etapa de presentación de prueba del juicio a los ocho acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa, que coincidió con el tercer aniversario del crimen ocurrido en Villa Gesell, finalizóeste miércoles con los testimonios de dos peritos que cuestionaron durante más de dos horas el informe de autopsia al considerar que no es concluyente sobre la causa de la muerte porque no precisa si ciertas lesiones fueron producto de los golpes o de las maniobras de reanimación que le practicaron.
“Tuvo 60 segundos de golpes y más de 45 minutos de RCP (reanimación cardiopulmonar)”, dijo el especialista en medicina legal Juan José Fenoglio en su exposición ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores. Para el forense convocado por la defensa a cargo de Hugo Tomei, “es importantísimo saber qué arteria sangró y qué golpe le produjo la lesión”, ya que consideró “raro que una persona con este traumatismo se muera en el lugar del hecho”.
Al iniciar su declaración, el testigo dijo que “no coincide la conclusión” del informe de autopsia elaborado por el forense Diego Duarte “con lo observado en la autopsia” y consideró que la lesión en el hígado de Fernando a la que se refiere el perito oficial “puede ser por un aplastamiento en el hígado provocada por la reanimación por RCP”.
“Un golpe no produce este tipo de lesiones”, destacó Fenoglio, quien agregó que “el médico que hizo la autopsia tenía que investigar” la posible “presencia de un aneurisma” para determinar si podía explicar la rotura de una arteria.
Cuando el querellante Fabián Améndola le preguntó concretamente por qué murió Fernando, el perito respondió: “No lo sabemos, porque la autopsia no lo explica”. Además dijo que según consta en la autopsia, el fallecimiento fue constatado a las 6, pero no hay datos “de lo que pasó entre las 5.15” cuando la médica que trasladó a la víctima “lo deja en el shock room hasta las 6”.
Otro de los peritos convocados por la defensa, el médico emergentólogo Jorge Rodolfo Velich, aseguró por su parte que “el escrito de la autopsia causa vergüenza ajena como médico forense”. A su criterio, la víctima “inicia su camino a la muerte por golpes en el cráneo, golpes de determinadas intensidades que no quedaron claras en la autopsia” y aseguró que no cree que el joven“ haya muerto en el lugar, pero sí que estaba inconsciente”.
Además aclaró enfáticamente que “no fue la RCP la que mató a Fernando Báez Sosa pero agravó la situación por la movilización” del cuerpo. “El cuadro tiene nombre y apellido: politraumatismos graves”, indicó Velich, a partir de una pregunta del fiscal Gustavo García.
Los forenses estaban sentados frente al estrado mientras analizaban los puntos salientes de un informe que hicieron sobre la autopsia, el cual fue incorporado a la causa como parte de la Instrucción Penal Suplementaria por pedido de la defensa. Acompañan su declaración con imágenes del informe realizado del por el médico Duarte, que practicó la autopsia seis horas después del crimen en el Hospital de Pinamar.
Los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, quienes llegaron a los tribunales vestidos con una remera que tiene estampada una foto de ambos con su hijo junto a una frase que dice “nos tenemos”, optaron por retirarse de la sala de audiencias para no escuchar en detalle la descripción de los forenses.
En cambio, sí seguían de cerca las declaraciones de los peritos los ocho imputados, Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Ayrton Viollaz (23), Luciano (22), Ciro (23), Lucas Pertossi (23) y Blas Cinalli (21). Éstos dos últimos solicitaron hablar ante el tribunal para explicar su postura sobre la prueba. Cinalli fue el único que aceptó responder preguntas de la fiscalía.
“Los chicos mintieron. Un borracho no puede escribir mensajes. Espero que lo de hoy salga todo bien. Esperamos que se haga Justicia para que Fernando pueda descansar tranquilo”, dijo Silvino Báez, padre de Fernando, al terminar la audiencia.
El Tribunal, por su parte, dispuso que los alegatos de las partes en el juicio sean llevados a cabo los próximos miércoles 25 y jueves 26 de enero: el primer día será el turno de la fiscalía y el particular damnificado, mientras que al siguiente alegará la defensa.
Los cruces durante el debate
“No pueden discutir entre ustedes”, exclamó en un momento la jueza María Claudia Castro cuando Fenoglio y el abogado de los padres de la víctima, Fernando Burlando, tuvieron un cruce sobre uno de los puntos relacionados con la autopsia.
Es que Burlando cuestionó al testigo por el uso de “conceptos confusos” y por su falta de definición respecto de las posibles causales de la muerte en caso de que no fueran correctas las determinadas por Duarte, perito oficial que realizó la autopsia, a lo que el especialista expresó: “Usted entiende cualquier cosa”.
En otro tramo de la audiencia, el querellante insistió en que el perito no era preciso en sus respuestas, por lo que se generó otro momento tenso: “A ver doctor: pupilas midriáticas, sin signos vitales, sin pulso, no responde a ningún tipo de estímulo, una persona que está inmóvil, inerte, ¿qué diagnóstico me da?”, le preguntó, a lo que el médico respondió: “Según el estado en que se encuentre. La medicina no es una cosa exacta. Puede estar viva. Hay criterios”.
Antes, cuando ya había pasado más de una hora y media de exposición, había tenido otro contrapunto con el fiscal García, quien le preguntó al mismo perito si tenía conocimiento y habían podido analizar cerca de 60 fotografías de la autopsia que el Ministerio Público pidió incorporar a la causa dos semanas antes del inicio del juicio.
“Para nosotros, las fotografías que ilustran la autopsia van en la autopsia, no tres años después”, respondió el forense, quien agregó: “Si me viene un alumno con esta autopsia, la nota es cero”.
La presidenta del tribunal, por otro lado, debió intervenir también en otro momento para pedirle al forense que se limitara a responder por sí o por no, sin “explicaciones” que no sean solicitadas, cuando Fenoglio se encontraba parado con el puntero en la mano junto a la pantalla donde se exhibía la imagen del cuerpo de Fernando.
DA/MB
Los padres de Fernando realizarán una ceremonia interreligiosa
La ceremonia interreligiosa que los padres de Fernando Báez Sosa realizarán esta tarde en el Anfiteatro de la ciudad bonaerense de Dolores al cumplirse tres años del crimen del joven estudiante de abogacía, fue declarada de “interés municipal”. Así lo dispone el decreto municipal 76, al dar respuesta a un pedido de la madre de Fernando, Graciela Sosa, para poder llevar adelante a partir de las 19 una “oración religiosa” y una “colecta solidaria” en el Anfiteatro Municipal del Parque Libres del Sur, de Dolores, ciudad en la que actualmente se desarrolla el juicio oral por el homicidio de su hijo, que tiene a ocho rugbiers acusados.
La mamá de Fernando solicitó autorización a las autoridades para realizar allí el homenaje y poder contar con una pantalla para proyectar imágenes, además de utilizar la luminaria y los baños públicos, todo lo cual será provisto por la Municipalidad.
La seguridad del acto, en tanto, está a cargo de la comisaría de la misma manera que en tribunales.
El escenario de la conmemoración se trasladó este año a Dolores, donde desde el 2 de enero se lleva adelante el juicio, aunque también en Villa Gesell está previsto que se realice una actividad frente al boliche “Le Brique”, donde el obispo de Mar del Plata -ex de Villa Gesell-, Gabriel Mestre, dará una misa para recordar a Fernando.
“Justicia por Fernando” es una consigna que fue cobrando cada vez más fuerza a medida que transcurrieron las audiencias en Dolores, que hoy está cubierta de carteles, banderas, pasacalles, fotografías y flores en homenaje a Fernando.
Muchos vecinos consultados quieren que “se haga justicia”, que se dicte “una condena ejemplar” y que ese fallo marque “un antes y un después” para que estos casos no se repitan.