“Quiero decirle a todo el país que la unica victima se llama Fernando Báez Sosa”. A Graciela Sosa le hizo un nudo en la garganta, pero siguió: “Decidió ir de viaje a pasar sus vacaciones y me lo devolvieron en un cajón bien cerrado. Le rompieron todos sus órganos de tanta patada que le dieron”. Fue lo último que dijo. Ya no pudo seguir.
La mamá de Fernando Báez Sosa habló hoy a la salida de los Tribunales de Dolores son ocho jóvenes son juzgados por el asesinato de su hijo. A su lado, con el gesto adusto, la acompañaba Silvino Báez, el papá. Fue el quien tomó la palabra: “Él se anotó para donar sus órganos antes de terminar la secundaria. Por los golpes y las patadas que le dieron no pudo ni donar sus órganos”.
Mañana se cumplirán tres años del crimen de su hijo frente a un boliche en Villa Gesell.
Graciela y Silvino se retiraron de la sala de audiencias antes de que comenzaran los testimonios de los padres de cuatro acusados: María Alejandra Guillén, madre de Enzo Comelli, Mauro Pertossi, padre de Ciro y Luciano, y Eduardo Benicelli, padre de Matías.
Tampoco estuvieron ayer cuando quien declaró fue Rosalía Zárate, la mamá de Máximo Thomsen.
Hoy al final salir de los Tribunales una vez concluida la jornada número doce del juicio, Graciela habló sobre lo que se escuchó allí dentro: “Que nos pidan perdón no nos devuelve a nuestro hijo”.
Mañana, al cumplirse tres años de la muerte de Fernando, los padres realizarán una oración interreligiosa en Dolores y pidieron a quienes concurran que se sumen a una colecta solidaria. “Esperemos que mañana sea tranquilo, con fuerzas. Va a ser un día muy doloroso para nosotros. Mañana es un día de mucho dolor para nosotros. Queremos convertir ese dolor en ayuda”, pidió Graciela.
Fernando Burlando, abogado que representa a los padres, contó que cada día del juicio va limando el ánimo del matrimonio. “Había una fortaleza al principio y hoy otra diferente”, señaló.