Un centenar de países acuerdan emitir menos metano para limitar el calentamiento global, sin China, India y Rusia

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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Menos metano para intentar cumplir los objetivos climáticos. Es el compromiso, no vinculante, al que han llegado 103 países, pero sin algunos de los más contaminantes, como China, Rusia e India. El acuerdo nace a mediados de septiembre, cuando Estados Unidos y la UE ponen en marcha el Compromiso Mundial sobre el Metano, una iniciativa para reducir las emisiones globales de metano “para mantener el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados al alcance”, explica el Ejecutivo comunitario. Un total de 103 países, que representan el 70% de la economía mundial y casi la mitad de las emisiones de metano, ya han firmado el compromiso, según han anunciado este martes en la COP26 de Glasgow el presidente de EEUU, Joe Biden, y la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.

El metano es un potente gas de efecto invernadero y, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, es responsable de aproximadamente la mitad del aumento neto de 1,0 °C de la temperatura media mundial desde la era preindustrial.

La rápida reducción de las emisiones de metano es complementaria de la acción sobre el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, y se considera en la Comisión Europea que constituye la estrategia más eficaz para reducir el calentamiento global a corto plazo y mantener asequible el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 °C. 

Los países que se adhieren al Compromiso Mundial sobre el Metano se comprometen a alcanzar el objetivo colectivo de reducir las emisiones mundiales de metano en al menos un 30%, respecto a los niveles de 2020, de aquí a 2030 y de progresar en la aplicación de los mejores métodos de inventario disponibles para cuantificar las emisiones de metano, con especial atención a las fuentes de emisiones elevadas. El cumplimiento del Compromiso reduciría el calentamiento en al menos 0,2 °C de aquí a 2050.

“En torno al 30 % del calentamiento global desde la Revolución Industrial se debe a las emisiones de metano”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “pero es uno de los gases que podemos cortar más rápido. Y haciéndolo se ralentizará inmediatamente el cambio climático”.

El metano (CH4) proviene principalmente de los vertederos, del sector ganadero y del sector energético, informa Efe, y es ese último área de actividad la que presenta “sin duda más potencial de reducción”, según Von der Leyen.

“Alrededor de la mitad del calor que experimentamos” proviene de las emisiones de metano, dijo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para describir uno de los varios gases que provocan el efecto invernadero, como el óxido nitroso, el ozono troposférico, el vapor de agua o los gases fluorados, entre otros. “Lo que hagamos entre ahora y 2030 va a tener un impacto significativo en que podamos o no cumplir nuestros compromisos a largo plazo”, dijo Biden, quien confió en que se pueda ir “más allá” de esa reducción esperada del 30% de las emisiones de CH4, que Estados Unidos tratará de reducir en su sector agrícola y en sus gasoductos.

El metano es hasta “80 veces más destructivo que el CO2 y es totalmente responsable de 0,5 grados del calentamiento de 1,1 ºC que tenemos hoy”, señaló el enviado especial de Estados Unidos contra el cambio climático, John Kerry.

“Como dice nuestro querido papa Francisco, construyamos juntos la globalización de la solidaridad para que no triunfe lo que triunfó hasta ahora: la globalización de la indiferencia”, señaló el presidente argentino, Alberto Fernández.

Reducción adicional

“Los países tienen perfiles de emisiones y potenciales de reducción muy variables, pero todos pueden contribuir a alcanzar el objetivo mundial colectivo mediante una reducción adicional de sus emisiones y medidas de cooperación internacional”, dice la Comisión Europea: “Entre las principales fuentes de emisiones de metano figuran el petróleo y el gas, el carbón, la agricultura y los vertederos. Estos sectores presentan distintos puntos de partida y un potencial variable de reducción del metano a corto plazo: el sector de la energía es el que ofrece el mayor potencial de reducción específica para 2030”. 

La reducción del metano aporta importantes beneficios adicionales, como la mejora de la salud pública y la productividad agrícola. Según la Evaluación Mundial del Metano de la Coalición del Clima y Aire Limpio y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la consecución del objetivo establecido para 2030 puede evitar más de 200 000 muertes prematuras, cientos de miles de visitas a servicios de urgencias relacionadas con el asma y más de 20 millones de toneladas de pérdidas de cultivos al año de aquí a 2030 gracias a la reducción de la contaminación por ozono troposférico causada en parte por el metano.

Los países firmantes se comprometen con un objetivo colectivo de reducir las emisiones globales de metano en al menos un 30% desde los niveles de 2020 para 2030, y usar “las mejores metodologías” para cuantificar las emisiones de metano, en particular las fuentes de alta emisión.

EEUU y la UE también han anunciado que un grupo de “organizaciones filantrópicas mundiales han comprometido 328 millones en fondos para este tipo de estrategias de mitigación del metano en todo el mundo”. El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Verde para el Clima se han comprometido a su vez, según Bruselas, a apoyar el compromiso con asistencia técnica y financiación de proyectos. “La Agencia Internacional de Energía también actuará como socio de implementación”, dice la Comisión Europea.