“Hemos pedido a la población que no consuma agua hasta tanto no se hagan los estudios porque tememos que, a través de la planta desalinizadora que toma del golfo para consumo, una vez tratada en el proceso de potabilización, pueda llegar a los tanques domiciliarios”, afirmó Fabián Gandón a Télam. Se investiga si esta situación provocó la muerte de al menos siete ejemplares de ballena franca austral en los últimos días.
Para describir la gravedad de la cuestión, el intendente explicó que “lo normal para esta época del año es que se detecten en las muestras, cuanto mucho, la presencia de 6.000 Unidades Ratón (UR) en el agua, pero se detectaron -según me informan los especialistas- 18.000 en el Golfo Nuevo y 36.000 en el San José”.
Los golfos Nuevo y San José se ubican respectivamente al sur y al norte de la Península Valdés, en el extremo noroeste del Chubut, dando lugar a ese accidente geográfico con la particular forma en el mapa de un hongo que se introduce en el mar.
En Puerto Pirámides, 200 kilómetros al norte de la capital chubutense de Rawson, se espera para hoy viernes la llegada de técnicos de salud ambiental para tomar muestras en la salida de la planta desalinizadora, para poder descartar o confirmar la presencia de toxinas.
“Tememos que las toxinas ingresen por los chupadores que tiene la planta desalinizadora y hasta que eso no se descarte, le pedimos a los vecinos que no consuman el agua de red y solo se limiten a la limpieza, pero no a la ingesta”, insistió el intendente Gandón.
La particularidad del fenómeno conocido como “marea roja” es que viene acompañada por la recomendación de que no se consuman moluscos bivalvos y gasterópodos. Esas especies, por su capacidad de filtración del agua para alimentarse, retienen dichas toxinas que pueden ser letales para quienes coman su carne, ya que la cocción no elimina la toxina.
El jefe comunal de Puerto Pirámides indicó que, según le comentaron los avistadores, “se ven manchones de algas como nunca y se cree que eso pueda tener vinculación con la mortandad de ballenas”. Estas toxinas permanecen en las formaciones de microalgas que flotan en los golfos y los ejemplares, en contacto con ellas, pueden haberlas consumido.
“Esa es una hipótesis”, reconoció Gandón, quien indicó que sólo podrá ser ratificada luego de los análisis de las muestras de órganos que hicieron los biólogos del Centro Nacional Patagónico, dependiente del CONICET, sobre los restos de las ballenas.
“Nosotros hemos pedido desde la municipalidad que por favor no traigan más cadáveres de ballenas a la costa porque nos arriman el posible problema y si lo tienen que hacer vayan a otro lugar como por ejemplo Playa Colombo” pidió el intendente.
El Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) confirmó en su último parte que se contabilizaron 7 ballenas muertas en el Golfo Nuevo en los últimos días, entre las que se cuentan 6 hembras adultas y un macho subadulto. El ICB reconoce la posible “presencia de biotoxinas por floraciones algales nocivas, que es una de las hipótesis que están siendo evaluadas en relación a la muerte de las ballenas”.
Se cree que el número de cadáveres crecerá, porque al menos dos de las ballenas encontradas estaban amamantando, lo que lleva a deducir que las crías también corrieron la misma suerte.
El gobierno del Chubut desplegó banderas negras con un círculo rojo en distintos puntos de las playas de la península, para advertir sobre la presencia de la marea roja para que no se recolecten bivalvos.
“La marea roja es la proliferación de ciertas microalgas productoras de biotoxinas, que son concentradas por moluscos bivalvos y gasterópodos cuando filtran el agua de mar al alimentarse; volviéndose extremadamente tóxicos para el ser humano”, indicó el Ministerio de Salud de la provincia.
Ni el mar ni los moluscos contaminados por toxinas cambian su color, olor ni aspecto, y su cocción no los limpia, se advirtió.
LC con información de agencia Télam