En su perfil de Spotify, el escritor argentino Leo Oyola comparte playlists. La mayoría son compilados con las canciones que pasa en su programa de radio (Locro Western sale por Radio La Ciudad, acá el link para escucharlo). Pero también hay una lista que armó el año pasado. Se llama El desapego es una manera de querernos y está dedicada a su amiga Selva Almada, también escritora y autora, entre otros, de un libro con ese nombre.
“Con mi viejo veíamos westerns y con mi mamá alguna partecita de la telenovela con la que se estuviera castigando. Cuando volvamos a salir quiero terminar de ver con mi papá Silverado, con mi mamá cualquier cosa, y con Selva emborracharnos, bailar y cantar estas canciones”, escribió el autor de Kryptonita sobre su selección por aquel entonces.
Casi un año después, la foto de hoy es parecida: a la mayoría nos rodean los deseos para cuando el encuentro cara a cara vuelva a ser posible, las distintas formas del duelo (a propósito, no se pierdan este artículo de Alexandra Kohan) y a veces las canciones.
En el caso de los temas que eligió Leo, más allá del desapego del título, hay mucha cosa pringosa, algo de romance y un par de líneas sublimes. Los dejo acá cerquita, por si tienen ganas de que ese espíritu quede de fondo mientras recorren esta nueva edición de Mil Lianas.
1. 1971. El año en que la música lo cambió todo. “A veces un año es una gota para mirar hasta la obsesión, un microscopio de discusiones”, escribió en el diario Florencia Angilletta en su artículo 1973: el año de las mujeres (lo dejo por acá porque es imperdible, no dejen de pasar).
En esa línea de mirar con un aparatito posible que nos lleve hasta el fondo, de ver ciertos cruces y de trazar patrones, se presenta la reciente serie documental 1971. El año en que la música lo cambió todo, que acaba de estrenar Apple TV+ y está basada en el libro 1971 - Never a Dull Moment: Rock's Golden Year, del autor británico David Hepworth.
El resultado es un trabajo magistral con el archivo que se propone recortar todo lo que ocurrió en ese año particular para la música –con la obra de los Beatles, Marvin Gaye, los Rolling Stones, Alice Cooper, Aretha Franklin, Joni Mitchell, David Bowie, Tina Turner, entre muchísimos otros, en primer plano– y su vínculo con los movimientos políticos y sociales de una época marcada por el fin de la guerra de Vietnam y cierto desencanto generalizado.
Los 8 episodios de esta megaproducción cuentan con la participación esencial del realizador Asif Kapadia, a quien tal vez conozcan por su último trabajo, dedicado a Diego Maradona, un documental impactante que realizó a partir de casi 500 horas de registros del futbolista argentino (se puede ver en la plataforma de DirecTV).
Así, el estilo de recuperar archivos y que la narración esté sostenida por las voces en off -que en este caso particular son decenas, entre los músicos, los críticos, los productores, los dirigentes políticos, los activistas y el público– queda impregnado para darle todavía más valor histórico a un material magnético.
Los ocho episodios de 1971. El año en que la música lo cambió todo están disponibles en Apple TV+.
2. Gastronomía e imperio. La cocina en la historia del mundo. Confieso que estoy leyendo este libro despacio, que paro a cada rato para subrayar, que anoto y tengo pegados varios papelitos entre sus páginas porque se trata de una obra monumental.
El trabajo de la historiadora Rachel Laudan, que ahora se tradujo al español y llega de la mano de la editorial Fondo de Cultura Económica, es, según explica la propia autora, una empresa ambiciosa dedicada a desentrañar la evolución de la cocina a lo largo de 5000 años. Laudan, que durante años se dedicó a la historia de la ciencia, enmarca justamente a la cocina como “una de nuestras tecnologías más importantes” y se mete a analizar los procesos, los estilos, los “tipos”, las expansiones y las migraciones de algunas técnicas para luego ponerlas en una dimensión política.
El libro arranca con el predominio de la cocina con base en granos, pasa por las cocinas sacrificiales de los imperios antiguos, repasa cómo el budismo, el islam y el cristianismo influyen a lo largo de varios siglos en las transformación y el uso de ciertos alimentos hasta llegar a la actualidad.
“¿Cómo definimos la comida? ¿Cómo y por qué evolucionan las tecnologías alimentarias? ¿Las cocinas migran? ¿Qué conecta a las cocinas con la política, la economía y la religión? ¿De qué forma es la comida una herramienta esencial para entender una cultura entera?”, son algunas de las preguntas que propone e intenta responder Laudan, en un volumen plagado de citas a otros autores, mapas, ilustraciones y todo tipo de referencias.
Gastronomía e imperio. La cocina en la historia del mundo, de Rachel Laudan, acaba de salir en español por la editorial Fondo de Cultura Económica.
3. Narcisa. Mito viviente del cine experimental argentino de los años ‘70, con más de 90 años Narcisa Hirsch habla pausado, una y otra vez señala que su obra se acerca mucho más a la poesía que a lo que se espera del cine llamado comercial.
En Narcisa, el documental de Daniela Muttis que ahora se puede ver en la sala virtual de Puentes de Cine, la realizadora de origen alemán que llegó con su familia a la Argentina a comienzos de la década del ‘30 hace un repaso para nada nostálgico de su vida y de su carrera.
Muttis recupera así una voz y también expone una obra arriesgada y deslumbrante.
Lo hace desde sus comienzos, pasa por los registros del happening La Marabunta, que la propia Narcisa llevó adelante con su amiga Marie Louise Alemann y Walter Mejía en 1967, cuando expuso una estructura con la forma de un esqueleto gigante relleno de comida y cubierto con palomas (un episodio que quedó grabado por el documentalista Raymundo Gleyzer) y sigue cuando la propia Hirsch decide comprarse una cámara para ponerse a experimentar con formas, colores, cuerpos, sonidos, hasta la actualidad.
Narcisa, de Daniela Muttis, se puede ver en la sala virtual de la plataforma Puentes de cine.
4. Prohibido ingresar con cámaras fotográficas. “Muchas veces íbamos con cámaras, nunca con acreditaciones, ni permisos. Así que las escondíamos en la campera o en alguna mochila. La cámara nos la pasábamos de mano en mano, y de forma constante, así que no sabemos a ciencia cierta, cuáles son las fotos que sacó cada uno. Todas son producto de nuestra amistad”, cuentan.
Gabriel Patrono y Juan Faraone eran adolescentes en la segunda mitad de la década de los ‘80 y comienzos de los ‘90, en esos años de fervor, de la llamada primavera democrática y de reencuentro.
Los fines de semana, como tantos otros jóvenes, se dedicaban a ir a ver a músicos y bandas, muchos de ellos en su regreso después de estar prohibidos durante la dictadura. Ese material, que nació del entusiasmo y las ganas de registrarlo todo en ese mundo analógico y sin teléfonos inteligentes, se puede ver ahora como una muestra virtual que se llama Prohibido ingresar con cámaras fotográficas con decenas de fotografías de artistas como Mercedes Sosa, Luis Alberto Spinetta, Miguel Abuelo, Pappo, Roberto Goyeneche, Charly García y Fito Páez, entre otros.
Prohibido ingresar con cámaras es un viaje al vínculo de dos amigos y también la captura de un un momento social lleno de efervescencia en recitales que tuvieron lugar espacios culturales, auditorios y estadios que por un rato vuelven a ver la luz.
La muestra virtual Prohibido ingresar con cámaras fotográficas se puede ver por aquí.
¡Hasta la próxima!
AL