Roberto Martingano, exdirector del Sanatorio de la Trinidad, optó este viernes por no declarar en la primera audiencia del juicio oral que se le sigue por el presunto encubrimiento de la muerte de Débora Pérez Volpin. La periodista falleció en febrero de 2018 como consecuencia de una endoscopía mal hecha.
Como en todos los juicios orales, la primera jornada se utilizó para leerle la acusación al imputado y brindarle la posibilidad que declare y ofrezca su versión de lo ocurrido. Sin embargo, por recomendación de su abogado, Vadim Mischanchuk, Martingano prefirió que se leyera el descargo que en su momento ofreció y esperar a las próximas audiencias para declarar.
Junto a Martingano, está siendo juzgada la instrumentadora Eliana Frías, por el presunto delito de falso testimonio. Declaró y rechazó haber mentido u ocultado información respecto de la muerte de la periodista. Además, dijo haber estado en una situación de mucho “estrés” al declarar, por estar atravesando en ese momento un embarazo delicado.
Pérez Volpin falleció en el Sanatorio la Trinidad de Palermo, a raíz de la intervención que le realizó el endoscopista Diego Bialolenkier. Por esta mala praxis, fue condenado en agosto de 2019 a tres años de prisión por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 8, a cargo de Javier Anzoátegui, por “homicidio culposo”.
En marzo de este año, la sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la condena del endoscopista.
Ahora, la Justicia busca determinar en el juicio oral si Martingano encubrió el homicidio y si Frías colaboró con ese objetivo mintiendo en su declaración.
Diego Pirota, abogado de la familia de Pérez Volpin, sospecha que el exdirector cambió el endoscopio que usó Bialolenkier y sustrajo documentos a la investigación, lo que demostraría que la periodista fue mal monitoreada durante el procedimiento.
A Martingano se lo procesó por haber entregado a la Justicia una máquina procesadora del endoscopio con los números de serie “limados”, lo que no permite conocer su autenticidad para constatar si fue cambiada luego de la muerte de la periodista, y también por haber sustraído información aportada a la Justicia, consistente en conocer si a Pérez Volpin la habían conectado al electrocardiograma al momento del estudio.
Se presume que, ante el requerimiento de la Justicia una vez que tomó intervención, se cambió la máquina para evitar que la verdadera que tenía deficiencias sea analizada.
A las acusaciones, el letrado Mischanchuk respondió que su defendido se puso “a disposición de la justicia” desde día del allanamiento, y que el endoscopio fue entregado oportunamente por una persona que no fue Martingano. “No es posible reprocharle encubrimiento al exdirector ya que dichos elementos (el endoscopio y los documentos médicos) fueron entregados voluntariamente y en ninguno de los dos casos fue Martingano el que lo hizo”, sostuvo.
La segunda audiencia se desarrollará el próximo miércoles, con la declaración de los primeros testigos de los cerca de setenta que darán testimonio a los largo de sucesivos miércoles. El proceso lo lleva adelante el Tribunal Criminal y Correccional 26, con la acusación a cargo de la fiscal Diana Goral.
En un primer juicio, además de la condena a Bialolinkier, fue absuelta la anestesista Nélida Puente.
LC con información de agencias